Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 6 de enero de 2012

Roscón de reyes

Para acabar las navidades, y de postre, aunque también se desayune, tenemos un apetitoso roscón de reyes, con su coronita y todo.


Aunque si queréis visitar a los reyes magos en cualquier otra fecha, tendréis que ir a la catedral de Colonia. Me parece que las calaveras son visitables. Hay que ver lo mal que trataron a este pobre trío los monarcas durante los siglos. Primero, que si Herodes en un ataque de celos, los manda con viento fresco y se dedica al infanticidio feroz, luego, cuando murieron, los emperadores de Constantinopla van y se lo regalan al arzobispo de Milán, y después, cuando el emperador Federico Barbarroja saqueó la ciudad italiana, se los llevó a Colonia. Si después de tanto viaje post mortem me extraña que cada año se hagan el recorrido por las calles de las ciudades tirando caramelos y besos.


Ahí andan metidos los huesecicos de los reyes magos.

Espero que se hayan portado bien, si no, a reclamar a Colonia.

Ah, un último regalo sacado de una amiga:


Soraya y Lisa

8 comentarios:

JL F dijo...

Entonces, ¿tras dar el oro, el incienso y la mirra a Jesus se quedaron a vivir juntos, en una formula alternativa de familia de las que tanto odian los Rouco de hoy en dia, o recopilaron sus huesos por todo el mundo para la orgia postmortem?

Saludos

verticana dijo...

Pero existieron? Oo

Emilio Manuel dijo...

He prometido en estos días, no hablar de política y si de roscones de reyes, por ejemplo, ayer me pimple dos hermosos trozos de dos tipos. El domingo hablaremos de Iñaki Urdangarín.

Un abrazo Juli.

iTxaro dijo...

feliz roscón

felices reyes y si es necesario reclamaré en Colonia

candela dijo...

Felices Reyes! jejeje

Pena Mexicana dijo...

ñam ñam... babeo viendo ese roscón, que este año no lo he probado por no darle tentación a la tía...

LU dijo...

Me encanta el vídeo de Lisa y Soraya, es GENIAL.

A disfrutar del roscón, de los regalos de los Reyes y del fin ce semana

Padre Angel Kakustarra dijo...

Anda que no tenía imaginación ni nada el amigo Mateo. Yo creo que para inventarse el cuentito ese de los reyes debió esnifar caspa de camello.
Mis bendiciones.