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miércoles, 25 de enero de 2012

Las 17 rosas de Guillena

El juez-vedette al que están juzgando estos días, que es un juez mediático que en su día aspiró a ministrable y por eso se metió en las listas del PSOE de González, aunque luego le dieran la patada, no es santo de mi devoción. Para empezar no es ni santo. Tiene, entre sus instrucciones de casos sin caso, haber cerrado un periódico sólo por borrar sus artículos, haber hecho oídos sordos a los acusados que tras la aplicación de la ley antiterrorista, alegaron torturas, y muchas cosas más. Pero fue el único juez de instrucción que tuvo la vergüenza de instruír actos de desaparecidos de la guerra civil española. Bien sea porque cuando se fue a Argentina a buscar muertos de la dictadura de Videla y compañía, alguien le soltó las cuatro verdades de que si buscaba tan lejos, menos le costaría buscar más cerca muertos menos recientes. Y así fue. Un par de grupos de la extrema derecha que nunca dejó el poder mantiene una acusación porque este juez pidió exhumaciones de represaliados de la guerra. Los acusadores, que para eso hicieron una guerra sus padres y abuelos, afirman que este juez se ha pasado por el forro de la toga la ley de amnistía del 77. Una ley pactada por interés de los represores para no sufrir represalias por tantos años de mezquindad.

Pues bien, a la vez que se juzga a Garzón, estos días en Guillena, pueblo de la provincia de Sevilla, se está procediendo a la exhumación de los restos de 17 mujeres asesinadas en septiembre de 1936 por los rebeldes falangistas. Tenían entre 20 y 70 años. La mayor, de 70 fue denunciada por el cura, por no estar casada por la iglesia y porque sabía leer. Y como leía periódicos republicanos, que eran los que se publicaban, bastó para asesinarla. Se humillaba a las mujeres. Su delito era ser esposas, madres, hermanas, novias. Se les rapaba el pelo, se les daba aceite de ricino para que se cagaran encima, se les obligaba, como escarnio a oír misa, porque los agresores eran buenos cristianos, por eso se avergonzarán de que a la mayoría de las prisioneras se las violaba impunemente. No se puede caer más bajo. Y este tipo de alimañas que jugaban a la guerra, la ganaron, y luego ya en el poder, mandaban sobre una población asustada, y de muy ancianos morían en su cama, y los medios mentían contándonos lo demócratas que eran en las calles de su propiedad, mientras la sangre de esas calles, de los huelguistas cosidos a balazos en Vitoria se limpiaba, y a las mujeres de los mineros de Asturias se les rapaba el pelo con el mismo método que se empleara en la época de la guerra contra las mujeres del enemigo por ser mujeres. Y ese "campeón" murió entre honores y gaiteiros con fastuosos funerales en la catedral de Santiago, mientras en Guillena, Sevilla, aún los arqueólogos van separando la tierra de unos huesos con una brochita.

Ahora, cuando acaben de vaciar la fosa común del cementerio, intentarán comparar el adn de Granada Hidalgo Garzón, Ana María Fernández Ventura, Manuela Méndez Jiménez, Trinidad López Cabeza, Manuela Lianez González, Tomasa Peinado, Ramona Manchón, Ramona Navarro, Ramona Puntas Lorenzo, Rosario León Hidalgo, Josefa Peinado, Eulogia Alanís García, Dolores Palacios Garzón, Natividad León Hidalgo y Manuela Sánchez Gandullo con el de sus familiares, para poder darles un entierro digno, ya que la muerte fue vergonzante para la mano asesina. Se les llama las 17 rosas de Guillena, en recuerdo, también, a las 13 rosas asesinadas en Madrid al final de la guerra, después de detención, tortura-violación, cárcel, consejo de guerra militar a civiles y asesinato impune.

Y todavía son afortunados los familiares de las asesinadas en Guillena, porque recuperarán los restos de sus abuelas, bisabuelas, madres, tías...¿Y la de gente que busca a los suyos y jamás los encontrará porque en este país los que ganaron la guerra de hace 75 años siguen pudiendo hacer callar de miedo a sus víctimas?

¿Ese es el motivo del juicio, que los muertos y desaparecidos sigan siéndolo porque para eso ganaron una guerra los que son acusación?

10 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Algunos creímos que tras la muerte del dictador, muchas cosas cambiarían, efectivamente, han cambiado muchas cosas, pero todo sigue igual o peor, vivimos engañados.

Saludos

Bruja Truca dijo...

¿Porque no escribes en algún periódico? Yo lo compraría. Me quito el sombrero.

Núria dijo...

Me temo que la respuesta a tu pregunta es "si".
Un saludo

neska dijo...

Mientras los "exiliados" cubanos son acogidos aquí cómo héroes que "huyen de su dictadura" (roja), a los que nuestra dictadura asesinó son víctimas de 3ª o 4ª clase.
Es lo que tiene vivir en un país que tiene todas y cada una de sus bases estructurales cargadas y tomadas por el fascismo.

un saludo, Juli

Pena Mexicana dijo...

y lo que nos falta por ver Juli, los anuncios que han hecho hoy acerca de la reforma en (in)justicia son para llorar...

Anónimo dijo...

Estamos presenciando los coletazos de un reptil longevo que tiene muuuuchos cómplices.

JL F dijo...

El dictador murio y le siguio su heredero. Uno y otro eran muñecos que ponian la cara, mientras los que mandaban eran entonces los que mandan ahora. En el fondo,seguimos siendo sometidos por los mismos ladrones para los que solo somos productores de los que extraer la riqueza con al que viven parasitandonos.

Antes fusilaban por poner en riesgo el sistema de saqueo institucionalizado. Ahora todavia no hace falta. Quizas si los ciudadanos despiertan e intentan evitar que unos cuantos sigan viviendo por le morro a costa de la mayoria, las cosas se pondrian aun mas serias.

Saludos

nineuk dijo...

Me pongo malo con esas cosas Juli.

The Scarlet Revolutionary dijo...

Bien dicho. Mucho mejor que los de Andalucía Directo en Canal Sur.

Un saludo, Vasca Saltarina.

Olga dijo...

No tengo tiempo para comentar tus últimos posts, así que te dejo varios comentarios en uno.
Tienes una visión panorámica excelente, bien argumentada y documentada. Vas a donde duele y lo expresas con la crudeza que merece cada tema. Te felicito fervorosamente y agradezco tus datos y conclusiones, reveladores y necesarios.
Besos.