Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 28 de junio de 2022

Leyes supremacistas contra la mujer

 Leo noticias con el alma encogida. El EEUU los tribunales conservadores han prohibido en medio país el derecho al aborto. El cuento de la criada empieza a no ser tan utópico. Y esto es una cosa a exportar, además. Ya tenemos al botarate (¿Voxtarate?) vice de Castilla y León defendiendo que el sexo no es un fin en sí mismo, que lo es la procreación. Supongo que cada vez que se haga una gayola se pondrá un cilicio en el nabo y lo achuchará hasta la laceración por sucumbir al placer en vez de ir preñando, esperemos que a su legítima, como varón centro del supremacismo blanco y heterosexual.

El patriarcado ha sacado su munición para combatir a la mujer de una manera feroz e irracional. Aunque sabemos que luego, como se ha visto en otras etapas de la historia, las verdaderamente perjudicadas serán las mujeres pobres porque las ricas se sacarán subterfugios legalistas para no pringar y es que las normas las dictan los varones blancos, heterosexuales, viejos y ricos.


Volviendo a lo del vicepresidente de Vox de Castilla y León. Ahora, por lo visto, la despoblación de las zonas rurales se debe a que la gente se dedica a practicar el sexo como un acto lúdico. No se debe a que no hubo políticas de desarrollo local ni a que, con la mecanización la mano de obra sobraba en el norte, y los jornaleros no tienen tierras para trabajarlas en el sur, porque la tierra no es del que la trabaja. 

Al final, en ambos casos, todo se circunscribe a una excusa. El hombre blanco, rico y heterosexual necesita controlar y cosificar a la mujer para seguir manteniendo sus privilegios de clase, de raza y de género. Todo el mundo controlado y subyugado a sus leyes no por nada natural, sino por su puta codicia a su pedestal. Al varón blanco, rico y heterosexual le jode que haya otras razas que le disputen su igualdad, le jode que haya sexualidades que le resten su poder y le jode que la mujer tenga independencia económica social y sexual. Sobre esto último, me confunde el hecho de que haya una serie de varones célibes contra su pesar que echen la culpa al feminismo de que no follan. Y es que la independencia económica y social de la mujer, gracias al feminismo, entre otras cosas, hace que ellas no se vean obligadas a tener que necesitar un feo que las mantenga, pagando en carne. Lo dicho, atacan el feminismo porque les disputa el poder.


No tengo ánimo de hablar de la masacre de Nador/Melilla ni de Texas. Me entran ganas de llorar.


El mundo se va a la mierda y la pandemia no nos ha enseñado nada.

martes, 21 de junio de 2022

Esperando

 Estoy esperando el resultado de una PCR porque soy contacto muy estrecho. ¿Cómo no voy a serlo si convivo en un espacio reducido de 55 m2? Eso sí, llego tarde a todo. Aquellos tiempos en que te enviaban, por si acaso, a hacer la cuarentena a tu casa pasó hace tiempo, no sea de que nos demos cuenta de que últimamente se contagia hasta el el tato. 

Protocolo nuevo: Trabajar con dos mascarillas superpuestas; una fpp2 y una quirúrgica y, si no tienes síntomas, pcr a los 3 días de confirmación del positivo "estrecho" y otro dentro de 3 días más, aunque, como en esta tierra, el viernes es festivo, me tendré que desplazar al hospital el sábado para hacerme la segunda pcr. Eso, si todo va bien y no me llaman en las próximas horas confirmándome el positivo en covid.

N. a punto de hacerme llorar.


Y aquí ando, soportando dos mascarillas y con orden expresa de ir a comer sola, bien apartada del resto de mis compañeras, con lo sociable que es una.

Tendría cierta gracia que, después de haberme conservado intacta para el covid en dos años y pico, sea ahora, en pleno verano achicharrante, verano que empieza hoy, vaya a pillarlo cuando ya ni se hacen cuarentenas ni, por lo que dicen, se pilla la baja si no tienes síntomas tales como fiebre, cefaleas, tos o malestar general. 

En fin, estas cosas voy pensando mientras salen los resultados de la pcr de esta mañana. Por cierto, N. si me lees, no me gusta que me hagas llorar. (N. es la enfermera de las pcr).

domingo, 12 de junio de 2022

Chipa pirú, receta paraguaya.

 Sigo con el trajín desenfrenado que me impide pasarme por este rincón. De todas maneras, el panorama social y político da asco y pena a partes iguales y, desde luego, no dan ganas ni de reírse de la flamenca del palo que sobreactúa en cada acto donde chupa cámara y dice sandeces o de la enajenada que promociona cervezas en los parques de atracciones mientras infunde nacionalismo centralista pera hacer olvidar el oprobio de las masacres negligentes en los geriátricos durante la primera oleada del covid.

Prefiero dedicarme a cosas más productivas, como aprender ricas recetas americanas. Encontré una especialidad paraguaya mientras aprendía cosas de Paraguay, que siempre me ha parecido un lugar fascinante cuyas gentes siguen manteniendo con orgullo su idioma guaraní y difunden su maestría con los instrumentos de cuerda, sobre todo, esas arpas magníficas. Aquí, su tema más icónico, "la galopera".

Y entre sus platos, me fascina la chipa. Que es una especie de panecillos hechos con harina de mandioca y queso paraguayo. En estas latitudes es un poco difícil encontrar ambos ingredientes, pero siempre se pueden sustituir, con un poco de imaginación, por harina de arroz y quesos locales. 

Si algún paraguayo me lee, posiblemente se ría o le pase como a los valencianos cuando se indignan ante las curiosas variantes de paella, que, según ellos es arroz con cosas. Así que, paraguayos queridos, he hecho lo posible por aprender de vuestra chipita y la he adaptado a lo que tengo, creando una receta tal que así: 250 gramos de harina de arroz (Aunque debería ser de mandioca), 75 gramos de harina de maíz (En vez de la precocinada, tengo una ecológica de estas que hay que cocinar un rato que le da un toque crujiente), 2 huevos, 1 cucharada de queso rallado (Y le pongo Idiazabal que traigo de mi tierra, que le da un toque genial), 80 gramos de mantequilla, 150 gramos de queso (Yo le puesto un emmental de quesería industrial, porque no encuentro paraguayo, pero cualquier queso valdría) y, para rebajar el espesor, media taza de leche tibia.

Chipas de diferente modelo, a ver qué queda mejor.

Se trabaja todo y se consigue una masa elástica pero que no se pega. Queda mejor un rato en el frigo, pero se puede trabajar con ella haciendo palitos, o rosquillitas (Siendo esto lo más típico), y poniéndolos en la placa del horno a 240º de 20 a 25'.

Me sorprendió para bien el sabor y la textura, aunque tengo que encontrar un queso  algo mejor que el emmental, aunque la cucharada de Idiazábal de la un toque fantástico.