Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 5 de julio de 2024

Pequeña amiga de lo ajeno

 Creo que ha llegado el momento de desempolvar el blog. Llevo tanto sin escribir que seguramente he perdido cierta destreza y naturalidad. Cosas que pasan. Antes tenía una rutina pero todo ha ido cambiando, como cambian las cosas en la vida, y ahora tengo una gran pereza para escribir después de jornadas laborales y cursos, y también otros avatares, claro. Quizá son los cambios. Por cambiar he cambiado hasta de estado civil y tengo un anillo y un documento judicial que lo acredita. Tal y como están los tiempos, lo mismo nos pasa como les pasó a los divorciados durante la República, y los nuevos aires fascistas, que me da que se van a quedar unos cuantos años jodiendo, pero bien, quizá nos den un disgusto, vete tú a saber.

Cambio de tema; el otro día hablábamos de esa cleptomanía que tiende a desarrollarse con cierta aceptación en nuestra sociedad. Los hay desde los que meriendan en el hipermercado y dejan sus huellas abandonadas en las estanterías, los que mangan tazas en una cadena hostelera que te cobra como para que te tiente llevarte toda la vajilla, los que "olvidan" que se han puesto unas gafas de sol como diadema y salen por la puerta (Y esto puede pasar sin intención), los que se llevan toallas del hotel y hasta los que se van sin pagar, como pasó en la última boda que estuve que fue por los nervios suscitados pues tenían que bailar un aurresku de honor (El regalo más preciado que me han hecho nunca), aunque luego volvieron a abonar los cafés porque esto sí fue un descuido sin intención. Y hablando de ello me decían que quizá yo nunca habría robado nada, pero sí, lo hice, y no me arrepiento, aunque podría decir que tengo cien años de perdón.

Y aquí va la historia. En el verano de mis 18 años, aquél famoso verano de las olimpiadas de Barcelona, nos tocó viajar al Levante a la residencia veraniega que la empresa donde curraba mi padre tenía para sus empleados. No creáis que era algo habitual. Entre los miles de empleados te tocaba una quincena cada diez o doce años y costaba a precio rebajado por ser propiedad de dicha empresa, una entidad financiera que empezó a prestar pasta a navieras y siderurgias en la Vizcaya industrial de principios de siglo, que acabó haciendo fusión sobre fusión hasta convertirse estos día en un monstruo que pretende lanzar una opa sobre otra entidad catalana. Por aquel entonces la sede social aún se encontraba en Bilbao antes que los intereses del "España va bien" se mudaran a Madrid.

Mi padre, que era un gran lector, me comentó que el hotel, aparte de piscina, terraza para copazos y jardines, tenía una biblioteca. Así que esta ávida lectora preguntó en recepción y me entregaron la llave para que me hiciera los préstamos yo solita. Una sala enorme con un montón de libros que no controlaba nadie. Me leí un montón de novelas al cabo de los días. Me largaban la llave, bajaba, rebuscaba a mis anchas, tomaba un  par de ejemplares, me los llevaba y devolvía la llave. Y así cada pocos días, que era lo que me duraba. Y en una de estas encuentro una obra de Mika Etchébèhere, de la cuan no había oído hablar en mi vida, que se titulaba "Mi guerra de España". Lo tomé con curiosidad, lo ojeé y me atrapó. Me lo llevé. Me pareció fantástico. Una mujer comunista francesa que vino siguiendo a su marido vascoargentino con las Brigadas Internacionales que acabaron formando cuerpo con unos anarquistas. Él muere con el grado de capitán y ella toma el relevo y hereda el grado.

Seguro que nadie lo echó de menos, pero yo lo aprecié y sigo.


Decidí quedarme con el libro y llevármelo de recuerdo. Aún lo conservo y ha soportado unos cuantos traslados y un largo préstamo a una compañera de la carrera que vivía en otra provincia. Total, nadie lo iba a echar de menos. ¿Quién?, si nadie ponía un pie en aquella biblioteca. La sala de la tele se abarrotaba para ver a la selección española de las olimpiadas, pero la biblioteca era un desierto.

Hace poco más de un mes, mi hermano mayor me contó que había pasado recientemente  por aquella población del Levante. De aquella residencia para empleados bancarios ya no quedaba absolutamente nada. Habían edificado nuevas construcciones.

 El libro lo vuelvo a releer de vez en cuando.

jueves, 4 de abril de 2024

Muertos "por error", hipócritas con mandil y ciudades regaladas a la OTAN

 Voy a post por mes y, encima, el de esta vez trata de una cosa muy similar a la anterior. No es para menos ya que estamos ultimando la tercera guerra mundial, para desgracia y vergüenza del género humano. Y esto me recuerda que ese chef español que vive en los EEUU y fundó una ONG  para alimentar a la gente que lo pasa mal en zonas donde hay catástrofes mediáticas llamada world central kitchen, que viene a ser como Zaporeak, pero sin la difusión mediática, porque siguen alimentando a los desesperados que huyen de la guerra y llegan a Lesbos sin más anuncios en los medios.

Hace medio año este señor iba diciendo que, la entonces ministra, Ione Belarra no la representaba porque se había opuesto al genocidio israelí. El cocinero piaba que Israel tiene derecho a defenderse, y , ya de paso, a exterminar a los palestinos para acabar de quedarse con sus tierras, aunque eso les da igual porque han triturado a más de un paisano dentro de sus casas cuando los soldaditos de la mili israelíes pasan las excavadoras por encima. 

Cambio de opinión a base de poner muertos propios.

Fíjate tú, qué pena, porque lo es, es una tragedia, Israel ha destrozado a ocho cooperantes de  world central kitchen "por error". Ahora el tal José Andrés -José Andrés primero, el "no representado"- se queja de la barbaridad cometida por Israel. Sin embargo, la postura de Belarra, eso de pedir cordura y dejar de matar, al cocinero le parecía una barbaridad. Claro, hombre, pedir que se deje de matar es una barbaridad y quien lo pide "no nos representa". A nosotros nos representa Perrosanxe, el mismo que ha ofrecido el puerto de Maó a la OTAN para que los barquitos que ayudan a Israel a defenderse, puedan parar a repostar. Porque sí, queridos míos, España, país de la OTAN, va a poner a ese puerto menorquín a disposición de los señores de la guerra. Y después del puerto va la carne de cañón, vestida de caqui y con casco o vestidos "de calle" para ir  a trabajar en trenes de RENFE  a lo 11M. Y poca gracia me hace a mí ser objetivo bélico de nadie, como podréis suponer.

Y en esas andamos. Ese ser nocivo que es Netanyahu se atreve a decir en X, antes Twitter, que harán lo posible para que estas cosas no vuelvan a ocurrir en el futuro. Hay que ser mala persona para escribir eso mientras envía a sus tropas a matar.

A loro con el párrafo: we will do everything in our power to ensure that such tragedies do not occur in the future. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que ese tipo de tragedias mo vuelvan a ocurrir en el futuro. ¡Grrrr!


En esta ciénaga estamos.

martes, 5 de marzo de 2024

El no a la guerra, el 11 M y el negocio de matar

 El sábado este blog moribundo cumplirá dieciséis años. Soy la culpable de que se esté muriendo de aburrimiento porque apenas enciendo este ordenador desde el que me conecto, y es que prefiero escribir desde un vetusto pc de torre y no desde un móvil o una tableta (Mi alma boomer piensa en chocolate y no en el laptop) . 

Hablando de memoria boomer, aún aporreo el teclado del ordenador como tecleara mi vieja hispano-olivetti gris heredada a saber de qué tío o tía paterna, desde que me lo quedara a mis quince años para hacer los trabajos de clase y luego los de mi época universitaria. ¡Y ya era una máquina de escribir vieja en los años 90!.

Estaba el domingo viendo una serie olvidable cuando un viejo compañero de trabajo, Jota, me mandó un Whatsapp diciéndome que estaba viendo el programa del Évole y que se acordaba de mí porque aquél fatídico 11M ambos trabajábamos juntos. Nos tocaba realizar en el mantenimiento del hipódromo de Lasarte pero aquella mañana teníamos una protesta en los juzgados de Donostia, así que no tuve que levantarme antes de las seis, pero me desperté escuchando la noticia alarmante de la radio. En la protesta contra el equipo municipal, alguna compañera escuchaba la radio y se sentía horrorizada y eso que era de la línea dura abertzale. Serían las nueve de la mañana cuando se desconvocó la reunión municipal debido a lo grave del asunto, así que fui a buscar mi coche para ir a trabajar al hipódromo. 

Trajeron muerte y destrucción.

A eso de media mañana, mientras realizábamos alguna tarea encomendada, mi compañero Jota se acercó y me dijo "en la radio del Lopera acaban de decir que ha sido Al Qaeda". Lopera era el regente del bar de dentro del hipódromo. Luego, cuando fui para casa, apareció Acebes en la tele. El resto no lo quiero recordar más que para hilarlo con algo que estoy viendo cómo se repite hoy día.

Más buitres sedientos de sangre.

Están a punto de cumplirse los veinte años del atentado de Atocha (Y de Santa Eugenia y de el Pozo del tío Raimundo), no confundir con el de los abogados de la calle cercana. Hace veintiún años que Bush hijo, Blair y el mediocre vestido de soberbia montaron una guerra en Irak a base de mentiras. La mayoría de la prensa estaba en contra. Pues bien, hoy tenemos dos guerras cerca, la gente sigue estando en contra de ellas pero los medios, pagados por estas empresas que lo mismo sacan rédito de misiles, de periódicos, de edificios desahuciables o de campos olivareros para llevárselo muerto con el aceite, se muestran beligerantes y pretenden engañarnos.

No sólo los medios nos cuentan trolas sobre guerras legítimas sino que presidentes de gobiernos cercanos indican que igual hay que llevar soldaditos y la burguesa que manda en la UE dice que quizá hay que llevar jóvenes a la muerte. Ninguno de los suyos, claro.

Lo que viene a decir esta tiparraca es que si sus hijos estuvieran en el ejército y tuvieran que ir, ella sufriría como madre, pero irían. La periodista le pregunta. "¿Tienes algún hijo en el ejército?" y esta tía dice "No, jijiji". Ojo con esta, que nos manda a la guerra, pero a sus hijos, no, a los de los pobres, claro.

Hace veinte años hubo un claro rechazo de la guerra, la muerte y la destrucción, pero ahora ese rechazo se tamiza, se depura, se dignifica y pretende que la gente sufra en ella para que algunos ricos se forren más mientras los cuatro jinetes del apocalipsis lo arrasan todo.

Otra vez más y las que hagan falta. ¡No a la guerra! Párenlas.

domingo, 4 de febrero de 2024

Migas de sémola con guanciale

 Hará una semana tuve un proceso vírico muy ligero, que no fue el Covid, pero que debido al estado febril me retuvo en casa un par de días. El día anterior, mientras se me iban manifestando los síntomas de la infección: Rinorrea, dolor de cabeza y malestar general, una compañera maravillosa con la que hablo mucho de comida y recetas, sobre todo mientras vaciamos los tuppers en el comedor, me hizo un regalo. Estuvo unos días en Italia y me trajo una porción de guanciale

Como la fiebre apenas me dio guerra y el proceso no me quitó el apetito, decidí usar parte del guanciale para prepararme unas migas de sémola de trigo con este embutido y un fondo de maíz de lata que había en el frigo desde la pizza del fin de semana previo.

Migas con guanciale y maíz.

Suelo cocinar a ojo muchas veces y esta vez tuve la fortuna de acertar. Para ser la primera vez que cocinaba migas, no me quedaron nada mal. 

lunes, 22 de enero de 2024

Epidemias víricas de comienzo de año

 Más de la mitad del mes de enero de este 2024 recorrido y yo ignorando el blog. Hago pausa en los deberes de alemán. Hoy tenemos tareas on line porque nuestra lehrerin ha sucumbido. Medio mundo está cultivando "víruses", incluida yo. Voy escuchando a alemanes en el altavoz del ordenador decirse la hora mientras ensucio pañuelos de papel. Rinorrea en aumento. He decidido hacer el test antes de que la cabeza me estalle porque lo ojos ya los encuentro irritados.


Hace muchos años que no pillo una gripe. Me da en la nariz (Peazo chiste) que esa constante va a detenerse. Menuda manera de comenzar el año bloguero, a fin de mes, entre estornudos y sorbiendo un té calentito con miel. Ich trinke einen Tee mit Honig. Un té con miel. ¿Por qué  los alemanes escriben con mayúscula cada sustantivo? Es una regla muy cansina.

Hala. Tschüss (Adiós). No confundir con estornudo, aunque me esté entrenando para las olimpiadas de eso mismo.


domingo, 10 de diciembre de 2023

El síndrome Stephen Candie aplicable en España

 Ya podemos explicar actos humanos en función de roles de cine y televisión. Los síndromes ya no son nombrados en base a quien los observa y los escribe en un libro. El autor ha dejado de titular síndromes humanos con su apellido y es ahora cuando bautizamos a estos síndromes con el nominativo de personajes del cine y de la televisión. Aquí uno de ellos, esos síndromes sociales, basados en caracteres de ficción.


El síndrome de de Stephen Candie: 

En 2012 Quentin Tarantino filmó una peli con sabor a western en el que se explica la historia de un hombre negro que se rebela contra la esclavitud y va en busca de su esposa, esclava aún. Cuando Django, el hombre negro  (Jamie Foxx), y herr Schultz (Christoph Waltz) llegan a la plantación del amo Candie Leonardo di Caprio), el que parece más molesto ante la situación que ahora os explicaré es Stephen Candie  (Samuel L. Jackson). Stephen Candie es un esclavo negro, pero no os engañéis, es el esclavo que lleva la casa y a los esclavos a raya. Él sabe cuál es su lugar y cuál es el punto de debida obediencia que los esclavos deben sentir. Tiene muy claro qué nivel tienen los blancos y qué nivel tienen los negros, por eso se pone hecho una furia cuando ve llegar a Diango montado en un caballo que encima es de su propiedad. A Stephen Candie, el esclavo que por no tener, no tiene ni apellidos y ha recibido el apellido del amo, no es que no le entre en la cabeza que un negro pueda ser libre y que encima tenga posesiones, sino que, además, le parece ir contra natura y protesta por ello.



Stephen Candie va más allá del síndrome del tío Tom, ese síndrome del negro obediente que no desea rebelarse contra la injusticia y que sólo espera tener un buen amo. Vale, ese síndrome viene de la literatura y se comenzó a acuñar en los 60 del siglo XX cuendo se revisó la novela supremacista de Harriet Beecher Stowe, que por muy abolicionista que fuera, era una mujer blanca con sus ideas blancas. Volviedo a Stephen Candie y su síndrome, últimamente he visto mucho síndrome Sephen Candie en eso de odiar tanto a Irene Montero por haber sido ministra siendo de clase trabajadora. 


Hay mucho obrerete que se ríe de su pasado de cajera y se alegra de que ya no sea ministra. No porque hiciera las cosas mejor o peor, eso da para otro debate, sino porque piensan, aunque callan, que para estar en la clase dirigente hay que venir de arriba. Ser un niño (Más que niña, claro) bien que ha estudiado en colegio de pago, preferentemente en esos que segregan por sexos y te muestran "camino" más leído que andado, que cursa ESADE o derecho en universidad de pago y si es en el extranjero, mejor. Puede ser un inútil, pero es de buena cuna. Los ministros de clase trabajadora de padres obreretes, de colegios y universidades públicas tienen que ser alejados de las carteras ministeriales. No es que los Estébanes Caramelos quieran ser ministros, qué va, lo que quieren es que alguien como ellos no lo sea.

Y ahí tenemos a humoristas haciendo chistes sobre las ofertas laborales a Montero, en el Carrefour, de cajera, que, por lo que dice Miguel Lago, nuestro Stephen Candie, es el trabajo que le corresponde por clase social.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Putodefendiendo ¿Qué?

 La nueva tontería de moda en los medios es colarnos a la hora de la cena las "algaradas" callejeras de la fachaborroka. Después de vivir como algo cotidiano las arremetidas de la policía, las carreras por las calles  y la entrada  atropellada a bares, tiendas o portales para no llevarte el porrazo consiguiente durante más de cuarenta años, aún no sé si sentarme a mirar la tele con palomitas o indignarme. Nos lo venden como una batalla campal y son cuatro gilipollas a los que la policía apenas empuja un poco. He visto más actividad de contención policial a la hora de tramitar el DNI.

Ayer, en las algaradas del todo a 100

Eso sí, las palomitas se me atragantan al ver tanta foto de la enseña con el pollo de Franco y tanta pancarta diciendo cosas como que la constitución destruye la nación. Por menos de eso hay gente en el exilio. Los fachalecos se indignan y se advierte en el aire un tufo golpista que no veas. El gurú Aznar, qué peligrosa es la gente mediocre a la que se le han subido los humos celestiales a su desprovista sesera, va lanzando insinuaciones peligrosas. A esa gente "demócrata" que se cree la dueña del cortijo, cuando no consigue imponerse en las elecciones, empieza a molestarse nerviosa y le da por clamar a los cuatro vientos que hay trampas, que se rompe España y  que hay que matar a diestro y siniestro, sobre todo a lo segundo.

Y así, mientras la señora marquesa llama a cortar las calles, los niños se molestan por las cargas policiales  y gritan indignados que están putodefendiendo a España ¿Pero estos de qué van? Y luego, el lumbreras de Vox tose por el gas lacrimógeno. Mientras a nosotros en la fiesta del nafarroa oinez , fiesta de las ikastolas de Navarra, nos atacaban con esos mismos gases los de verde, en una fiesta donde había unas 100.000 personas de todas las edades y movilidades, les parecía muy bien. Ahora tosen y se quejan. 

Pues eso.

Sigo con mis palomitas y no sé si reírme de esas algaradas light donde no lanzan pelotazos de goma y nadie ha perdido aún un ojo o indignarme porque se creen los únicos a los que ha atropellado la policía. Y me extraña mucho que a nadie de estos les aplique la ley antiterrorista. 

Lo que hay que ver a estas alturas de la vida.