Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 28 de febrero de 2019

Si vis petroleum para bellum

He maqueado el viejo dicho latino del "si quieres la paz, prepara la guerra" porque lo que se cuece en las fronteras que cinrcundan Venezuela no es precisamente la búsqueda de la paz, sino el codiciado petróleo que las grandes empresas del sector, capitaneadas por las norteamericanas y sustentadas por su gobierno "trampero" ansían explotar.

Clásico pero real.


Y claro, lo disfrazan de dictadura cuando no lo es, independientemente de que la política de Maduro guste o no, de penurias y hambrunas de la población, cuando es EEUU la que fomenta el bloqueo de bienes, de violencia gubernativa, de represión, de noticias cafres sobre la quema de envíos interesados que intentan colar en la opinión pública internacional como "ayuda solidaria"....El bombardeo de noticias sobre Venezuela y sus circunstancias no es que sea masivo, que lo es, sino que empieza a ser insoportable, como insoportable resulta ir desmintiendo a los poco fijados usuarios de las rrss sobre las postverdades que propagan como una epidemia infectocontagiosa. Algunos lo hacen de buena fe, otros por ignorancia (O las dos), otros porque son unos emperrados neoliberales y otros porque son imbéciles y no se dan cuenta de que se autolesionan con las armas que les regalan los poderes fácticos.

Y así estamos, los buitres  de las multinacionales se frotan las manos y apéndices genitales soñando con la toma de un estado soberano que no se deja doblegar, ni robar, claro está. Los artistas bien pagados paren un festival musical para la ayuda deshumanizada mientras alguno de ellos se dedica a repartirse  sus hijos bien pagados como el que se reparte una colección de cedés.

En Yemen un embargo feroz, porque la guerra no le resulta al país petrolero que pretende dominarlo, mata de hambre a decenas de miles de niños, pero a nadie le importa una jodida mierda la desnutrición y muerte de estos desgraciados infantes.

Haití se muere de hambre, miseria y dejadez internacional. Está más cerca de EEUU que Venezuela, pero unos negros que hablan francés no le importan a nadie.

En España no estamos mejor. El triunvirato del odio y la desigualdad sigue su miserable ascenso a las cotas de poder a costa de silenciar a las mujeres y olvidar a los muertos de las cunetas, y, mientras tanto, unos sinvergüenzas provocadores sacan su autobús del odio.

Los de hazte imbécil, provocando.

Próxima parada: La desolación.

jueves, 21 de febrero de 2019

Foxá y su relato clasista de la guerra civil

Hará no mucho cayó en mis manos el famoso libro que escribiera Agustín de Foxá en plena guerra civil. Una novela que ensalza y justifica los ¿nobles? valores del fascismo español para excusar que iniciaran una guerra. El libro está bastante bien. Foxá tenía gracia escribiendo. Es una novela que se divide en tres partes y cuenta las tribulaciones de un inquieto joven llamado José Félix, un niño bien de familia acomodada con padre militar monárquico y conservador.

La primera parte, que se titula "flores de lis" cuenta el ambiente de Madrid durante los estertores de la monarquía. Hay huelgas, manifestaciones y tiros por todas partes. José Félix, estudiante, y sus amigos, están en la algarada pidiendo la abdicación de Alfonso XIII. El padre del protagonista, coronel en la reserva, monta en cólera, que no era ningún caballo, y echa a su hijo de casa por revolucionario. José Félix, además, está enamorado de Pilar, una niña bien cuyos padres no ven con buenos ojos al mozo y prefieren que la niña se decante por un aristócrata conocido de ellos. Grave disgusto para José Felix perder la pista de su novia en verano.  Foxá va tomando apuntes de personajes ficticios y reales. Ya decía el autor que pretendía llevar a cabo una especie de episodios nacionales galdosianos en pleno siglo XX.

La obra.

La segunda parte "el himno de Riego" nos indica como, ya asentada la república, esta decepciona a muchos, sobre todo a los burgueses como son los protagonistas de la novela. Sigue dando pinceladas sobre personajes reales tanto en Madrid como en Biarritz, porque para eso José Félix es un niño bien y veranea en el norte donde coincide con Telesforo Monzón y con José Antonio Aguirre a los que introduce así:

- ¿Tú por aquí, José Félix?
- ¿Qué hay, Telesforo?
Era Monzón. Un muchacho narigudo y pálido, de una finura femenina y provinciana. Se
escandalizaba con las frases fuertes, oía misa todos los días y creía que era pecado bailar con las
muchachas.
- ¿No conoces? José Antonio Aguirre.
Sentábase Aguirre, la nariz vasca y la pequeña boina vizcaína en la mano.
- Vengo de Bilbao.
Se golpeaba los pantalones blancos donde se modelaban abultados sus músculos de delantero
centro. Hablaba en vasco con el camarero.
 -¿Qué tal va el partido?
- Magnífico; debemos unirnos todos contra ese Madrid de chulos y organilleros.
Muchos antiguos derechistas simpatizaban con los nacionalistas por su odio a la República.
Telesforo recitaba en vasco un pequeño poema:
"La niebla llega hasta la barra de Bayona ¡Oh país mío!
Te querré como los pájaros aman a los pájaros, como los peces aman a sus crías".
- A ver otro coctel. Y añadía en voz baja:
- Muera la República. Gora Euzkadi -todavía no se atrevía a decir "Askatuta".

La canción, mal traducida, a la que hace referencia Foxá es "Itsasoa laino dago" (La niebla cubre el mar) y, que yo sepa la canción dice "te quiero más que los pececitos al agua" "Te quiero más que los pájaros a sus crías" y lo del "Oh, país mío" no se de dónde apéndices nasales lo saca.

Foxá vestido de domador de circo diplomático.

En fin, que José Félix, sin novia, porque esta se ha casado con un chulo aristócrata con el que ha tenido una niña, además, un día conoce a José Antonio Primo de Rivera y se entusiasma demasiado. Hasta está en restaurante "Or Konpon" de Madrid cuando los falangistas componen el "cara al sol" y hasya Foxá es capaz de autorretratarse. Osadía es poca:

En el local de "Or-Kompon" había estado antes la "Galería", especie de "Rastro" aristocrático,
donde acudían los conferenciantes franceses a impregnarse de fácil tipismo.
Allí se vendía al esnobismo del momento, libros raros de brujería, viajes y recetas, grabados
antiguos, zuecos, cerámica y mantones de Manila. José Félix, al entrar en aquel local, iba recordando los restos de la antigua decoración debida al enano arquitecto Mercadal. Como conocedor del sitio les explicaba:
- Vamos a los bajos porque allí hay un piano.
Era una especie de cueva vasca, con acuarelas de Guipúzcoa en los zócalos. carros de bueyes
rojos, con la lana sobre el testuz, caseros de boina, frontones, maizales y curas con paraguas, bajo los cielos plomizos de Loyola.
- Hola, José Antonio, ¿qué tal, Jacinto?
Allí estaba el marqués de Bolarque, don Pedro, Rafael Sánchez Mazas, Agustín Foxá, José
María Haro y Dionisio Ridruejo. Hablaban del "Joven piloto", una zarzuela de Luis Bolarque y Jacinto Miquelarena. Jaleo de vasos. Trajeron chacolí, sidra y bacalao.
 -Vamos a hacer una sangría.
Después de la cena, el maestro se puso al piano. Tocaba pasodobles y tangos.
- Oye, toca ese que hiciste el otro día.
Sonó una música enérgica, alegre y guerrera.
- ¿Te gusta, José Antonio?
- No está mal. A ver, ¿cuántos poetas hay aquí?; podríamos hacer un himno para que lo cantaran
los chicos.
Bajó el mozo unas cuartillas y los poetas se desperdigaron por las mesas.
- Tú, José Félix, dame un lápiz.
Bolarque, entre la música, hacía los "monstruos".
"Adiós, adiós, el capitán se va".
José Antonio trazó el plan.
- Tiene que ser un himno sencillo. En la primera parte debe hablarse de la novia, después de
decir que no importa la muerte, haciendo una alusión a la Guardia eterna de las estrellas, y luego algo sobre la Victoria y sobre la Paz. El traía ya media estrofa pensada porque en casa de Bolarque, con Jacinto Miquelarena y Haro ya habían hecho una parte.

Entre esto y una fuga fallida con su exnovia que está harta de su marido, la segunda parte acaba con el asesinato de Calvo Sotelo novelado al gusto de la época, ese que tan sabiamente heredaron los guionistas de culebrones.

La tecera parte de la novela sí que no tiene desperdicio. Titulada "la hoz y el martillo" es una descripción dantesca de una ciudad en guerra en la que para Foxá los malos son muy malos y los buenos, unos angelotes del cielo por lo menos. Aquí Foxá pone todo lo que está en su pluma para mostrarnos la zafiedad y la maldad innata y "porque sí" de las clases bajas de izquierdas.

Así nos presenta la respuesta al alzamiento militar del 18 de julio, 17 en Canarias, con tal de legitimar una asonada golpista:

Era el gran día de la revancha, de los débiles contra los fuertes, de los enfermos contra los
sanos, de los brutos contra los listos. Porque odiaban toda superioridad. En las."checas" triunfaban
los jorobados, los bizcos, los raquíticos y las mujerzuelas sin amor, de pechos fláccidos que jamás
tuvieron la hermosura de un cuerpo joven entre los brazos.

Foxá destila clasismo y supremacismo, como es natural en el señor conde de Foxá y marqués de Armendáriz, que lo era. El desprecio de Foxá riéndose de los personajes con una ideología contraria a la suya es bastante exagerada. Quizá viera en la República una merma en sus privilegios de clase ya que sus palabras destilan menosprecio a las clases desfavorecidas. Al leer sus textos una no se deja de preguntar cuánta hipocresía aristocrática hay en presentar la falta de educación y maneras como pruebas de maldad de las clases obreras.Viéndolo, además, desde la distancia de ochenta años, las rancias maneras elitistas de Foxá tiran para atrás y la ridiculización sistemática de los enemigos ideológicos es, más que patente, recurrente, abusiva y pelma.

Como ya he dicho anteriormente Foxá se dedica a retratar personajes reales. Aquí nos pinta a José Bergamín y no se corta un pelo.

Se fue a almorzar el plato azul de la "Granja Florida". Lo tomó de pie, en el mostrador.
Encontróse allí a Pepe Bergamín exaltado, hablando contra los militares y elogiando al pueblo. Los
camareros sonreían halagados. Saludó fríamente a José Félix, al que había conocido en la Redacción de "Cruz y Raya". Bergamín era un hombre agudo y retorcido, que intentaba armonizar la fe católica con el marxismo, en una amalgama imposible. Tenía frases de efecto.
- La mayoría de las iglesias las ha quemado Dios.
Estaba escribiendo una novela, cuyos protagonistas eran los incendiarios de la iglesia de san
Luis. Era un alma malvada y miserable, que amaba lo deforme y llenaba de podredumbre su revista a
pesar de Plinio, del catolicismo y de las descripciones de Frutales.

Los rojos, que son una horda que Foxá pinta de animalidad y deficiencia mental queda retratada como gentuza sedienta de sangre, siempre preparada para hacer el mal, su único objetivo en la vida, por lo que se desprende de lo que cuenta el aristócrata falangista.

Jacinto Calonge había logrado escaparse de la cárcel confundido con los presos de delitos
comunes, porque en el Madrid rojo haber asesinado era un mérito.
- Yo, qué voy a ser fascista, si yo estoy aquí por haber matado a una mujer en Carmona.
- ¡Ah, bueno!, entonces quedas libre.

La novela, al final, acaba siendo una caricatura que pretende justificar una guerra injustificable que significo la victoria de muy pocos y la derrota de la mayoría, y en esta incluyo a gran parte de los vencedores. Hubiera sido curioso saber si Foxá hubiera introducido cambios en el relato si lo hubiera escrito tiempo después de cuando lo hizo realmente, en 1938 aún en mitad de la conflagración. Como cuando Curzio Malaparte se encontró con Foxá de agregado de embajada de la España de Franco en Finlandia durante la segunda guerra mundial y este hablaba -mal- de Franco.

jueves, 14 de febrero de 2019

Patatas de sinsabores

De los creadores de las patatas fritas de bolsa con sabores inconcebibles, como el sabor a paella, llega para todos ustedes el formato patatas fritas con sabor a jengibre y limón, "estilo asiático". Es meterte la primera en la boca y sentir que te has metido un ambientador de coche. De aroma a limón, claro.
 

A la cuarta patata frita con toque picante, para hacer que es jengibre, tienes la boca insensibilizada y desprendes un aliento parecido al que tiene el lavavajillas con aroma a limón.
 
Patatas del Lidl. Estoy por pasarles el contador Geiger.


¿Pero dónde estamos yendo con eso de que nos aburren los sabores tradicionales? Esto se nos ha ido de las manos. Reivindico, como hice la otra vez, el sabor auténtico. Si son patatas fritas, que sepan a patata frita y que se dejen de aderezos artificiales y colorantes que tiñen más allá del alimento. 
 

Yo no quiero un yogur que sepa a chocolate, ni un chocolate que sepa a yogur. Tampoco un jamón que sepa a patata frita ni una patata frita que sepa a jamón con salazón añadido para tal menester. Nos pasamos la vida disfrazando las comidas quién sabe si por aburrimiento o estupidez.
 

Patatas con sabor a limón y jengibre. Cómete unas pocas y acabarás con la boca anestesiada y, eso sí, aromatizada como si te hubieras tomado un chupito de ambientador fragancia-limón.

martes, 12 de febrero de 2019

Ese rostro no le pertenece.


La inmediatez de internet propicia la desinformación. Consumimos rápido hasta las noticias. Si algo es de ayer y lo publicas hoy se ríen de ti por lo desfasada, pero, claro, esto también tiene sus contrapartidas.


Sindicato feminista y libertario "Mujeres libres".


A la derecha de mi página podéis encontrar blogs excelentes , uno de ellos, la boca d’or, suele prodigarse en biografías de gente maravillosa como fue Mercedes Comaposada, una escritora en intelectual catalana defensora de la mujer. Decidió actuar en ese momento crucial que fue la guerra civil porque sabía que el fascismo traería el oscurantismo, el enclaustramiento y la pérdida de los derechos adquiridos por las mujeres. Así que en busca de más documentación, me dediqué a triscar por internet buscando bibliografías, datos y lugares donde hallar sus referencias. 

Mercè Comaposada.

Comaposada fundó la asociación libertaria mujeres libres junto a otras intelectuales como fueron la doctora Amparo Poch o Lucía Sánchez Saornil, periodista y escritora madrileña de la cual ya tenía referencias.Amparo Poch fue librando desprecios masculinos hasta sacar la licenciatura de medicina con una brillantez inusitada. Veintiocho asignaturas con matrícula de honor. Premio extraordinario de licenciatura. La mejor entre 99 alumnos donde sólo había dos mujeres.

La dra. Poch.

Y Lucía Sánchez Saornil fue una escritora y periodista que también se dedicó al sindicalismo y al feminismo luchando por los derechos de la mujer trabajadora. Poeta de vanguardia, feminista de vanguardia, lesbiana de vanguardia. Tuvo que largarse, como la mayoría, cuando aquí llegó la victoria, que no la paz. Volvió a España y residió olvidada en Valencia.

Lucía Sánchez Saornil.

El lío viene aquí. Alguien decidió utilizar alguna vez un poema de Sánchez Saornil ilustrándolo con un dibujo en el que se retrataba una mujer combatiente, que, a mi humilde entender, no era otra que la intelectual francesa Simone Weil. Al menos, me recuerda muchísimo a la Weil con esas gafas redondas tan características y ese tocado de brigadista.

Es pastada a Simone Weil. Mirad la foto de abajo,

Y así, en esa cosa que es google, y ponéis Sánchez Saornil y luego le dais a “imágenes” os saldrá repetida mil y una veces el retrato de Simone Weil haciéndose pasar por la poeta madrileña.

Simone Weil de joven.


Simone Weil, brigadista, antes de irse de monja.

Otra instantánea vestida de miliciana. El supuesto retrato de la Sánchez Saornil con la gorra rojinegra  a mí me recueda a la Weil, qué queréis que os diga.

Un día de estos debo hablar de esas intelectuales hijas de familias hebreas que vieron la luz y se convirtieron al catolicismo metiéndose monjas, como Simone Weil, que falleció de su afección tuberculosa en su convento de Inglaterra en plena segunda guerra mundial. Intelectual comunista que vio la luz, o la factura de la misma, y tomó los hábitos. Peor destino tuvo la filósofa (Santa) Edith Stein, otra intelectual que encontró la fe y profesó. Lástima que para los nazis haberse metido monja no suplía su origen hebreo. Murió en Auschwitz un año antes que nuestra Simone Weil, aquella a la que toman como imagen de una Lucía Sánchez Saornil miliciana. 

Todas ellas ejemplo de bravas e inteligentes mujeres que debieron ser ejemplo y memoria y acabaron casi olvidadas por el adocenamiento fasciofranquista tan de moda en estos últimos tiempos. Reivindiquemos el nombre de todas ellas, y, si hay retrato, que al menos, sea el correcto.

viernes, 8 de febrero de 2019

Coming in from the cold


Es febrero y ya amanece un poquito antes que en los oscuros meses precedentes. Hoy, además, una densa niebla lo envuelve todo de gris. Monto en el coche y vuelve a sonar el “Coming in from the cold” de Bob Marley. Una canción caribeña que menciona el frío por una frase hecha.


Y Marley te va diciendo que te está hablando y que no dejes que el sistema se te meta en la cabeza, si no lucharías si este matara a tu hermano.  Piensas qué tiene que ver el frío con todo esto y te viene a la cabeza la novela de espías de John Le Carré “el espía que surgió del frío”, que en inglés original se titula “The spy who came in from the cold”. Recuerdo que  come in from the cold también puede traducirse como volver del exilio, del aislamiento o de la clandestinidad. ¿La canción de Marley también va por este derrotero: Salir de la clandestinidad, del aislamiento, de esa condena a la que te sume el sistema del que habla? Quizá…



Tengo que cambiar la música del coche. Llevo oyendo a los Wailers desde hace dos semanas. Suena el álbum “Uprising” una y otra vez. Uprising, grabado en 1980 mientras Marley ya estaba enfermo  con el que se dio una gira mundial que le hizo recalar en España donde iba a dar dos conciertos aquél junio de 1980 en plena efervescencia sociopolítica. Dos conciertos apalabrados pero sólo uno celebrado, el de Barcelona. Las autoridades de Madrid tuvieron el discutible mérito decancelarlo. Miedo a la juventud aficionada a las drogas y al libertinaje, supongo.  El de Madrid fue el único concierto cancelado de esta última gira de Marley vivo. Los Wailers han seguido tocando hasta ahora y han venido por aquí muchísimas veces.


Mi tía tiene la culpa de que me guste tanto el reggae. Llevo escuchando a Marley desde que yo recuerde. Es más, la primera vez que escuché “three Little birds”, Marley aún estaba vivo.

lunes, 4 de febrero de 2019

Bachillidos

Tengo una sobrinilla muy inteligente y aplicada que se toma con una seriedad inusitada sus estudios de bachiller. Quizá se lo toma demasiado en serio porque le hace sufrir demasiado para la edad que tiene. Lo pasa verdaderamente mal. Hay algo perverso en que el sistema educativo juegue con el estado de ánimo de los adolescentes hasta hacerles rondar los síndromes depresivos, cuadros de ansiedad, niveles de estrés y riesgos de colapso corporal. Mi sobrina es muy seria para su edad y estudia con determinación porque quiere entrar con buena nota en la universidad para poder optar a alguna ayuda económica, y es que los buenos tiempos en los que se podía estudiar sin endeudarse, como si los estudios universitarios fueran la hipoteca de un ático lujoso en un barrio pijo, ya sólo se puede encontrar en los libros de historia. Estudia primero de bachillerato científico. Siente pasión por la física. Pero, como se supone que el bachiller tiene que formar a los jóvenes no sólo en ciencias, sino también en otras disciplinas, debe estudiar otras materias como es la literatura. Hasta aquí, todo correcto. Es muy bueno que los chavales tengan nociones de cultura general, claro, y que, además, se les inicie en aficiones como es la lectura de buenas obras, aunque ya sabemos que la literatura tiene ciertos sesgos culturales. 
Y es aquí donde empieza mi incomprensión. Mi sobrina, aficionada a la lectura y a la escritura, me pide que le eche una mano porque tiene que presentar los deberes on-line antes de las 23:00 horas del sábado. Empezamos a mediodía trabajando sobre un fragmento de Nada de Carmen Laforet, que es cuando Andrea llega a casa de sus parientes barceloneses con la cabeza llena de incertidumbres. Trabajamos contestando a las preguntas referidas al texto, y no lo hacemos de manera lenta, pero aún así se nos echa el tiempo encima y ya es casi la una, y lo peor es que no hemos hecho más que empezar. Y pregunto a mi sobrina por los apuntes. Y resulta que no tiene, porque las lecciones se descargan por internet. Y yo me hago cruces porque eso obliga a los alumnos a tener acceso a internet. Ella tiene en su casa y en la nuestra, pero ¿Todos los chicos de su clase tienen este acceso en sus casas? Estoy convencida que no y le pregunto qué se hace si no tienes internet, y ella, con lógica dice "Usas el de la biblioteca". Y me imagino que habrá más chavales que ordenadores, y me imagino que los sábados no podrán acceder al colegio,y me imagino que mucho menos hasta las once de la noche y me imagino que así el sistema educativo arrincona a los chavales "prescindibles" (siempre entrecomillado) que son pobres y les ponen dificultades en bachiller, ¡Bachiller! y si tienen que fracasar, que fracasen.
No sólo es que los apuntes son on line. Es que son cuatro esquemas más que escuetos que unos a otros se contradicen. Que me cago en el sistema educativo cuando obligan a los adolescentes a diferenciar entre el narrador omnisciente de los años 40 al ultraomnisciente de los años 60 si tienen que andar buscando en google qué significa cada cosa porque el esquema de mierda que se descargan por la web de la asignatura del colegio apenas da una pincelada y te hablan de Juan Marsé pero Miguel Delibes está desaparecido. Porque esta es otra, el esquema apunta que hablan de las desigualdades de clase, pero "los santos inocentes" no se encuentra destacada, y apunta que se usa la segunda persona del singular para narrar, pero no sale ni Mario, ni su viuda, ni las cinco horas del velatorio.
Ni Laforet, ni Matute, ni Martín Gaite. La historia de la literatura esconde a las mujeres hasta en los apuntes de los chavales.


Y así nos han dado las dos y media de la tarde reescribiendo tres finales alternativos de la escena en que el Pijoaparte se da cuenta que no se ha tirado a una niña bien de Sant Gervasi, sino a la criada
 "Últimas tardes con Teresa" , eso sí, sin llegar a los golpes. Porque tienen que saber diferenciar entre la forma de narrar de un guión, del teatro o de la novela, y tienen que saber diferenciar en una palabra entre el lexema y el tipo de morfemas que hay, mientras te tiras casi tres horas de "deberes" y por fin acabas  hasta los coj... y te preguntas si todos los chavales de su clase pueden perder tres horas de su vida delante de un ordenador, si tienen la suerte de poseerlo, pescando las explicaciones del google, porque de la web del insti pueden descargarse unos powerpoints superchulos en los que se ven las portadas de los libros de posguerra del Nada y la Colmena a Cien Años de Soledad, y La Ciudad y los Perros, porque también tienen que estudiar la imprescindible literatura iberoamericana que tan excelentes libros ha generado, y está muy bien, pero me cago en el sistema educativo una vez más porque con la mierda de esquemas del colegio no hay nadie que pueda contestar las preguntas correctamente. Que los chavales, sobre todo los que no tienen los medios tecnológicos en su casa, no pueden perder el tiempo en gilipolleces sine qua non aprobarán el curso, y es que tener que entregar los deberes antes de las 23:00 de un sábado de manera on-line, no está al alcance de toda la adolescencia.
Que siempre es la puta pasta lo que nos aleja de los logros personales, porque no tienes un pc en tu casa y la biblio no abre, quizá tu nota baje por culpa de no entregar tus deberes y no puedas acceder a la educación superior porque tampoco te la puedas pagar y no tienes derecho a beca, por mediocre, que eso es lo que te recuerdan siempre, y por eso tienes a chavales válidos estresados y a punto de perder la salud física y mental sólo porque el sistema los discrimina. ¿El sistema educativo se está convirtiendo en un sistema clasista? Qué pena ver a lo que estamos llegando.