Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 25 de febrero de 2009

Odio a mis vecinos porque me hacen ser peor persona

El título se lo he robado descaradamente a uno de los colaboradores de la revista TMEO que es una de las pocas publicaciones donde se toman en serio el humor. ¿El jueves? No, esa no cuenta hace muchos años. El personaje que sale dibujado bajo el título es una mujer que nos muestra lo ramplona y mala gente que puede ser la fauna vecinal y las argucias que se le ocurren para que la dejen un poquito en paz puteándolos otro poquito.

Pues bien, aquí me pasa igual. Ya he comentado alguna vez que los vecinos de enfrente son una familia de jichos (gitanos). Hasta ahora la convivencia, al margen de que son una panda de guarros que no limpian la escalera, era normal. Hemos tenido algunos problemas con el viento de hace un mes y el seguro nos abonará la reparación, pero ellos -un poco tarde- han sentido la llamada del dinero y se les ha ocurrido tarde pedir otro presupuesto a un albañil de su conveniencia, cuando la obra ya está prsupuestada y aprobada. Ven cono la posibilidad de sisar pasta hacia su bolsillo se esfuma y han agarrado el globo del siglo. No atienden a razones, quizá porque en su vida han razonado y llevan dos días tramando venganza.

A hora entiendo a mi madre cuando decía que alguien era un gitano por querer engañar a los demás e intentar pasarse de listo.

lunes, 23 de febrero de 2009

Diumenge en Collbató

 Los domingos hay mercado en Collbató. Este es un pueblecito que siempre me ha gustado. Es tranquilo y está colgado de las faldas de Montserrat. -La montaña, no ninguna mujer que tenga su mismo nombre- Los domingos se da una curiosa mezcla de fauna. Por un lado, ya atardeciendo, aparecen por el pueblo senderistas y montañeros con botas recias y ropa deportiva que vielven de triscar por las peñas y también curiosos y compradores de las paradas, vestidos de domingo, con tacones incluídos. Eso sin contar con vendedores de étnias exóticas. En Collbató nació el compositor Amadeo Vives, que fliparía si supiera que aún en una parada dominical siguen vendiendo cassettes, de la Pantoja, mayormente. Collbató es chiquitito en su núcleo urbano, per cada día surgen como setas viviendas adosadas y chalecitos semiabandonados, que seguro harán la delicia de grupos de albanokosovares expertos en burlar sistemas de seguridad. Es un lugar que merece la pena visitar.

Desde el jueves pasado hasta el martes son carnavales. Yo me disfracé este año con cuernos y todo. Ahí podéis verme en el desfile. ¿A que estoy fea?


jueves, 19 de febrero de 2009

Jueves gordo, carnaval

Hoy comienzan esos días tan especiales en muchos lugares del mundo. Todos celebran los últimos días de jolgorio antes de la venida del luto y el aburrimiento. Ya, claro está, no es lo que era tiempo atrás, afortunadamente. Las carnestolendas, si no recuerdo mal mi latín de B.U.P. viene a referirse a quien se lleva las carne, cosa que a los vegetarianos les dará bastante igual. Entre mis recuerdos académicos queda el paradigma del verbo llevar en latín: "Fero, fers, ferre, tulli, latum". Ya ves, cosas que una tiene en el craneo. Así "carnes tolendas" (adiós, carne, adiós. Viene la cuaresma, el ayuno, la abstinencia-glubs-...el carnaval de los que se extasían con cierta religión propia de estos lugares. Mi madre, cuando mis hermanos y yo éramos críos, no nos dejaba comer carne los viernes y era un suplicio tragarte el puto bacalao antes de volver a la escuela al mediodía.

Hablando de escuela y del bachiller, lo del paradigma del verbo llevar me ha recordado el miedo que le tenían todos al profesor de latín de mi insti. Tanto es así que, de noventa alumnos en tercero de B.U.P., sólo diez cursamos letras en mi año. Y, de esos diez, sólo dos aprobamos en junio: La chica que repetía curso, y yo, con mi raspadísimo aprobado. Creo que el latín es la única asignatura que he llevado al día en mi vida. Ni en la carrera.

Todo el mundo huía al profe de latín. Una asignatura que se empeñaban en hacer difícil y desagradable. El profe de latín me perseguía por los pasillos para que eligiera latín en C.O.U., cosa que ni borracha. Elegí matemáticas, mi bestia parda. Sólo yo podía elegir algo que me gustara menos aún que el latín.

Hoy empieza el carnaval y tenemos unos días alegres para disfrutar vestidos de lo que nos de la gana antes de que la religión, como de costumbre, nos agúe la fiesta. Mi pareja quiere ir de diablo. Voy a ponerle los cuernos literalmente y le parece bien.

viernes, 13 de febrero de 2009

Los libros son útiles para calzar los muebles cojos

El otro día no sé dónde oí que los españoles leen una media de siete libros al año. El dato me pareció desolador. ¿Siete libros?. No es que me las quiera dar de sobrada, pero en este momento yo estoy con dos. Uno reconozco que me está costando mucho, porque es un libro lento, aunque no está mal, es "Lur bat haratago" (una tierra más allá) de Joan Mari Irigoien. A su vez lo estoy mezclando con "Siglo XX, tiempo de canallas" de Andrés Sorel. Este último es un discurso apasionado sobre la podredumbre de los valores del siglo pasado y el borreguismo en general. Anoche estaba con el apartado de las editoriales. Sorel se queja -con razón- de que sólo se publica y se premia a escritores reconocidos y amigotes en general, y los pobres primerizos ilusionados no encuentran quien saque sus obras. Quizá estos comerciantes que venden libros y compran almas tengan cierta culpa en que sólo se lean siete libros por cabeza.

Estaba visitando un blog en el que su autor hablaba de Cortázar y esto me ha traído recuerdos de bachiller. Tengo la sincera convicción de que, al menos en mi cada vez más lejana mocedad, las clases de literatura del instituto servían para que todos aprendiéramos a odiarla. Quizá leerte el "Mío cid" a palo seco en castellano del siglo XI no sea demasiado adecuado para chavales de quince años. Pero de vez en cuando aparece alguien con ganas de enseñarte lo fascinante que puede ser un buen libro. Una vez apareció una profesora sustituta para la asignatura en cuestión. Era jóven, malencarada y fumadora empedernida, pero nos descubrió a Cortázar trayéndonos algunos de sus cuentos y a Chesterton leyéndonos pasajes de las aventuras del padre Brown. Hasta nos dejó elegir un libro con el consiguiente análisis de fondo. Alguna compañera tuvo la brillante idea de elegir a...Corín Tellado, con el lógico cabreo posterior de la profesora. ¿Quizá sea por eso que sólo leemos siete libros al año? ¿Y encima son todo Corín Tellado, best sellers infumables y revistas del corazón? Pues quizá es eso, pero cuanto más descerebrados seamos, menos problemas daremos. Todo tiene su por qué.

jueves, 12 de febrero de 2009

El rey de la casa

Aunque el centro comercial preferido de mi pareja diga eso de "bienvenido a la república independiente de tu casa", y a mí las monarquías no me emotiven ni en las publicaciones tipo "hola!", en esta casa hay un rey a quien se venera e incluso lleva una corona. Su reinado va a ser efímero, pero reinado a fin de cuentas. Voy a rendir pleitesía de súbdita a este rey de esta casa.


Estáis invitados, pero daos prisa. :-)

martes, 10 de febrero de 2009

Losdelgás

Hay un solvente conjunto musical llamado "losdelgás" que suelen tocar con sus monos color butano. A mí me parecen estupendos. Ofrecen un espectáculo soberbio porque son buenos músicos y además poseen un sentido del humor excelente. Siempre me ha gustado Gorka Aginagalde como showman. Es una pena que sólo le ofrezcan papeles de guardia civil en las películas. Quizá por eso una de sus piezas más famosas sea la de "picoló" (just a gigolo).



El vídeo está rodado en el fuerte de San Marcos, entre Donostia (mi barrio para ser más exactos) y Rentería. Es gracioso y suena bien.

Losdelgás también tocan temas poco cómodos, como es el maltrato de pareja.



Alguna vez me los he encontrado subidos al tablado de alguna fiesta popular. Son geniales. Además, a Javi, el batería le debo un café desde hace años. Un día de estos pagaré mi deuda.

lunes, 9 de febrero de 2009

Caldereros e iñudes



Tiene su gracia que me acuerde en la Catalunya central de las fiestas donostiarras. Será por la nostalgia. Este fin de semana se habrán dado dos celebraciones. El sábado por la noche llegaron los caldereros de la Hungría vestidos con mucho "colorao" y chocando sartenes para decirnos que viene el carnaval.



Y el domingo por la mañana han salido a bailar las iñudes (nodrizas) a las que han venido a visitar los artzaiak (pastores) que son sus novios de los pueblos rurales del interior. Es una típica estampa de principios del siglo XX. Es bastante divertido verlo, sobre todo si conoces a gran parte de quienes salen y vas bebiendo con ellos a lo largo de todo el recorrido. Me da la sensación de que somos unos alcohólicos en sociedad.

jueves, 5 de febrero de 2009

"Scaleral" geographic

Esto de trabajar de tardes hace que las mañanas sean muy tranquilitas refugiada en el calor del hogar. Excepto por una cosa. Los desalmados que tengo como vecinos del primero ya han vuelto a dejar al perro fuera y no están en casa porque llevo una hora oyendo ladrar al chucho y de vez en cuando oigo como abre la desvencijada puerta del portal con la cabeza. No entiendo que si les gustan tanto los animales, los dejen sueltos. Si tanto les apasionan, que se compren unas tortugas, que son más fáciles de cuidar. Desde luego, entre el chucho canelo ladrando y aullando, esperando en vano que le abran la puerta y la gata en celo que maulla por las noches esperando no tan en vano un poco de actividad sexual, no hay dios que tenga un poco de tranquilidad en esta puta escalera.

Me voy a comprar un gallo.

lunes, 2 de febrero de 2009

De aquellos vientos, estas goteras

La semana pasada el viento se llevó -con permiso de Margaret Mitchell- la mitad de las tejas de este ático tan mono, y como las desgracias nunca vienen solas, este fin de semana está haciendo clima cantábrico y nos llueve también dentro de casa. El perito del seguro lleva toda la semana sin anunciar su visita. Mi pobre niña está muy preocupada. Anoche estaba haciendo punciones en las placas de escayola de la cocina para vaciar alguna bolsa de agua formada después de tanta lluvia. El cutre del vecino jicho, que tenía los techos de uralita, está dejando la puerta de la calle llena de escombros.

La gente de aquí se asombra al comprobar que es cierto que puede estar dos días lloviendo ininterrumpidamente, cosa que no conocían más que de oídas. Hoy, además, tenía examen de catalán. Para lo prácticamente nada que he trabajado, no me ha salido tan mal como esperaba. Si no tampoco me importa demasiado. Sin llevar aún un año viviendo aquí, me doy por contenta con el nivel de comprensión de la lengua vernácula.

Bueno, ya saldrá el sol.