Domingo, hora de la siesta. Como me he levantado a las once, cosa inusual que sólo ocurre la mañana de año nuevo, no tengo sueño para siesta y me dedico a hacer zápping. En esto que llego a las cadenas peligrosas, las del TDT party, que en el televisior de esta casa están las últimas y llego a Intereconomía donde están echando una peli en blanco y negro. ¡Qué retorcidos! Así, a la chita callando, con eso de que es primero de abril y ya muy pocos se acuerdan de que en ese día "cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objeticos militares", que firmara Franco desde Burgos en 1939. Vamos, que ayer era el 73 aniversario del fin de la guerra (in)civil, y el orondo Juan Manuel de Prada, que lleva pareciendo un sexagenario desde que tenía doce años, para celebrarlo, va y pone una poco conocida, pero muy interesante película de Pedro Lazaga, del año 1965, llamada "Posición Avanzada", que se sitúa en las trincheras del ejército nacional, ya que la peli fue rodada durante el tardofranquismo.
Pero antes de contaros la sinopsis, de una peli de la que había leído algo, pero que no había visto, os doy un par de pinceladas sobre la vida del director que la rodó. Pedro Lazaga nación en la provincia de Tarragona en 1918, siempre le entusiasmó el cine. Empieza la guerra y la hace del bando republicano, al acabar lo encierran en un campo de concentración del que sale para irse con la división azul (Como Berlanga, como Luis Ciges) a hacer la guerra del lado del III Reich contra Rusia. Como muchos otros, Lazaga va con la intención de purgar su pasado rojo. A la vuelta consigue meterse en el mundo del cine y en 1948 rueda su primera película. En 1954 rueda
la patrulla, una película sobre la guerra civil. No sería la única, ya que en 1958 rueda
la frontera del miedo y al año siguiente
la fiel infantería. Se aparta un tanto de este tipo de filmes, para rodar cosas más comerciales como alguna peli de Pili y Mili,
Sor Citroen, y españoladas varias protagonizadas por Paco Martínez Soria o Alfredo Landa.
Posición Avanzada, sinopsis.
Mientras aparecen los títulos de crédito, de fondo, un caudaloso y tranquilo río. La cámara se desplaza a una orilla y se ve un casco militar atravesado con una bala. Un niño lo recoge y se lo lleva a su padre y su padre le cuenta que allá mantuvo su posición en la guerra. Flashback. Llega un alférez nuevo ha hacerse cargo de la unidad. Un chaval barbilampiño recién salido del colegio. El sargento de la unidad (Antonio Ferrandis) es el típico sargento gritón. pero paternal como el solo en el fondo. Nos van sacando personajes como el filósofo, que es el enfermero (Manuel Tejada) que llega a decir que es un "pasao", vamos, que cambió de bando, y un chico recién casado y con un niño al que no conoce, que tiene el pueblo a golpe de prismático, pero del lado del enemigo, que se muere por ir a ver a su mujer e hijo (Manolo Zarzo).
Uno de los momentos chuscos de la peli, en el que se muestra un guiño a la confraternización, es que es habitual, y así se lo muestran al alférez nuevo, el que pacten un ratito de tregua para ir a pescar con el enemigo. Resulta que el sargento que hace Ferrandis y el oficial republicano del otro lado son paisanos y quedan para pescar y cambiarse tabaco, algo real, que aprovechó García Berlanga 20 años después para una escena similar en la espléndida
la Vaquilla. Se cuentan, a gritos, de orilla a orilla, noticias, así el oficial republicano se entera que a uno de sus hermanos lo han sacado de la cárcel y está en un batallón de trabajadores y que su hermana se casa con uno de un tercio de Navarra, lo cual dice que no le extraña, porque es la única de la familia que votó a la derecha. El alférez atónito pregunta si el comandante etsá enterado de esta irregularidad, y le contestan que todo queda en paz porque se lleva las mejores capturas del río.
Los miembros de la unidad deben poner minas, y para eso llegan unos zapadores junto con el comandante, momento que aprovecha el campesino recién casado para ir a ver a su mujer a pueblo enemigo. El alférez, como es su obligación, quiere dar parte, y el sargento consigue que no lo haga hasta pasadas unas horas porque sabe que volverá. Aquí viene el momento crucial. Al día siguiente, al ir a la pesca, al nacional que lleva la bandera blanca le pegan un tiro. Por lo visto las tropas republicanas anteriores han sido relevadas por unos brigadistas internacionales. Concretamente, alemanes. Estamos en los 60, época en la que todos los soldados malos de las pelis bélicas son alemanes, aquí igual. Hay algún chiste al respecto, ya que los otros eran rojos, pero españoles. Total que hay un pako (Un francotirador) en un árbol que los asa a disparos, así que convocan al mejor tirador de la unidad, que es el enfermero "pasao", para que lo liquide, aunque queda claro que a él no le gustan las armas.
Hay un momento de confusión de noche, tiros y explosiones del lado republicano. Ha sido el soldado nacional que ha ido de visita al pueblo, que resulta herido en una pierna. Se ha enterado de que atacarán al amanecer y les ha arruinado los morteros. Comienza el ataque, una escena bastante bien lograda. Sólo resulta vivo el soldado que había ido a visitar a su familia. La escena final es un paseo por una trinchera llena de muertos al son de una guitarra, que cambia de pronto por una canción de la unidad llamada "los gatos", que no dejan de ser los primeros acordes de
I watussi de Edoardo Vianello. Y el film acaba cuando la cámara se posa sobre el casco agujereado que encuentra el niño al principio.
Una película sobre la guerra civil poco conocida (No es
Harka, ni
Raza,
ni a mí la legión o
la fiel infantería, del mismo Lazaga) que tiene unas escenas bastante decentes. A pesar de la mala leche que destila intereconomía y esta versión rancia y pobre del programa
La clave, de Balbín, que intenta de Prada, este avejentado desde el día de su primera comunión, utilizando el primero de abril para colocarnos una peli con toda la intención, no ha estado mal para pasar el rato.