El sábado este blog moribundo cumplirá dieciséis años. Soy la culpable de que se esté muriendo de aburrimiento porque apenas enciendo este ordenador desde el que me conecto, y es que prefiero escribir desde un vetusto pc de torre y no desde un móvil o una tableta (Mi alma boomer piensa en chocolate y no en el laptop) .
Hablando de memoria boomer, aún aporreo el teclado del ordenador como tecleara mi vieja hispano-olivetti gris heredada a saber de qué tío o tía paterna, desde que me lo quedara a mis quince años para hacer los trabajos de clase y luego los de mi época universitaria. ¡Y ya era una máquina de escribir vieja en los años 90!.
Estaba el domingo viendo una serie olvidable cuando un viejo compañero de trabajo, Jota, me mandó un Whatsapp diciéndome que estaba viendo el programa del Évole y que se acordaba de mí porque aquél fatídico 11M ambos trabajábamos juntos. Nos tocaba realizar en el mantenimiento del hipódromo de Lasarte pero aquella mañana teníamos una protesta en los juzgados de Donostia, así que no tuve que levantarme antes de las seis, pero me desperté escuchando la noticia alarmante de la radio. En la protesta contra el equipo municipal, alguna compañera escuchaba la radio y se sentía horrorizada y eso que era de la línea dura abertzale. Serían las nueve de la mañana cuando se desconvocó la reunión municipal debido a lo grave del asunto, así que fui a buscar mi coche para ir a trabajar al hipódromo.
Trajeron muerte y destrucción.A eso de media mañana, mientras realizábamos alguna tarea encomendada, mi compañero Jota se acercó y me dijo "en la radio del Lopera acaban de decir que ha sido Al Qaeda". Lopera era el regente del bar de dentro del hipódromo. Luego, cuando fui para casa, apareció Acebes en la tele. El resto no lo quiero recordar más que para hilarlo con algo que estoy viendo cómo se repite hoy día.
Más buitres sedientos de sangre.Están a punto de cumplirse los veinte años del atentado de Atocha (Y de Santa Eugenia y de el Pozo del tío Raimundo), no confundir con el de los abogados de la calle cercana. Hace veintiún años que Bush hijo, Blair y el mediocre vestido de soberbia montaron una guerra en Irak a base de mentiras. La mayoría de la prensa estaba en contra. Pues bien, hoy tenemos dos guerras cerca, la gente sigue estando en contra de ellas pero los medios, pagados por estas empresas que lo mismo sacan rédito de misiles, de periódicos, de edificios desahuciables o de campos olivareros para llevárselo muerto con el aceite, se muestran beligerantes y pretenden engañarnos.
No sólo los medios nos cuentan trolas sobre guerras legítimas sino que presidentes de gobiernos cercanos indican que igual hay que llevar soldaditos y la burguesa que manda en la UE dice que quizá hay que llevar jóvenes a la muerte. Ninguno de los suyos, claro.
Lo que viene a decir esta tiparraca es que si sus hijos estuvieran en el ejército y tuvieran que ir, ella sufriría como madre, pero irían. La periodista le pregunta. "¿Tienes algún hijo en el ejército?" y esta tía dice "No, jijiji". Ojo con esta, que nos manda a la guerra, pero a sus hijos, no, a los de los pobres, claro.
Hace veinte años hubo un claro rechazo de la guerra, la muerte y la destrucción, pero ahora ese rechazo se tamiza, se depura, se dignifica y pretende que la gente sufra en ella para que algunos ricos se forren más mientras los cuatro jinetes del apocalipsis lo arrasan todo.
Otra vez más y las que hagan falta. ¡No a la guerra! Párenlas.