Si una no escribe más a menudo es porque lo que ve y escucha es aterrador. Y no, no voy a hablar del parásito retrepado en su poltrona de la Generalitat valenciana que, lejos de conocer la vergüenza, se resiste a dejar un cargo por haber demostrado una negligencia monumental. Es normal que él no lo haga porque en este país en el que vivimos nadie es capaz de asumir sus responsabilidades aunque cobren, y muy bien, por ellas.
Lo mismo se puede decir de esa chula lenguaraz que no repara en pensar lo que va a largar, aunque tenga siete mil doscientas noventa y un motivos para hacerlo.
7291 coches que se iban a morir igual.
Tampoco es que las cosas estén mejor en esa superpotencia en declive que nos va a arrastrar a todos. Antes de que vuelva el chulo de piscina anaranjado a la casa blanca, el viejo de las facultades mentales mermadas saliente ha permitido al payaso de Ucrania que lance misiles al país invasor, Rusia, convirtiendo a Ucrania en exactamente lo mismo, con lo cual, desde ya, la cobarde Unión "Europeda" debería sancionar al nuevo país agresor y cortarle de raíz toda "ayuda".
De la misma manera, al genocida israelí y a sus ministros instigadores ultras, habría que detenerlos, juzgarlos e ingresarlos en Gaza a pasar penurias a ver qué les parece vivir en esas condiciones sin derechos para absolutamente nada.
Y con esta porquería de mundo que nos está quedando, con esa cantidad de poderosos yéndose a la república petrolera de Azerbayán a hablar de la ,crisis mientras van y vienen contaminando más que nadie con sus putos jets, a la clase trabajadora le van a prohibir ir en sus viejos vehículos a trabajar puntuales a sus polígonos industriales perdidos de la mano de San Capitalismo porque no hay empresa de transportes que tenga un servicio colectivo ni medianamente adecuado para ello.
Que comiencen los juegos del fascismo....y que nos escondamos bien.