Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 25 de noviembre de 2024

Nos está quedando un fin del mundo de lo más desolador

 Si una no escribe más a menudo es porque lo que ve y escucha es aterrador. Y no, no voy a hablar del parásito retrepado en su poltrona de la Generalitat valenciana que, lejos de conocer la vergüenza, se resiste a dejar un cargo por haber demostrado una negligencia monumental. Es normal que él no lo haga porque en este país en el que vivimos nadie es capaz de asumir sus responsabilidades aunque cobren, y muy bien, por ellas.

Lo mismo se puede decir de esa chula lenguaraz que no repara en pensar lo que va a largar, aunque tenga siete mil doscientas noventa y un motivos para hacerlo.

7291 coches que se iban a morir igual.

Tampoco es que las cosas estén mejor en esa superpotencia en declive que nos va a arrastrar a todos. Antes de que vuelva el chulo de piscina anaranjado a la casa blanca, el viejo de las facultades mentales mermadas saliente ha permitido al payaso de Ucrania que lance misiles al país invasor, Rusia, convirtiendo a Ucrania en exactamente lo mismo, con lo cual, desde ya, la cobarde Unión "Europeda" debería sancionar al nuevo país agresor y cortarle de raíz toda "ayuda".

De la misma manera, al genocida israelí y a sus ministros instigadores ultras, habría que detenerlos, juzgarlos e ingresarlos en Gaza a pasar penurias a ver qué les parece vivir en esas condiciones sin derechos para absolutamente nada.

Y con esta porquería de mundo que nos está quedando, con esa cantidad de poderosos yéndose a la república petrolera de Azerbayán a hablar de la ,crisis mientras van y vienen  contaminando más que nadie con sus putos jets, a la clase trabajadora le van a prohibir ir en sus viejos vehículos a trabajar puntuales a sus polígonos industriales perdidos de la mano de San Capitalismo porque no hay empresa de transportes que tenga un servicio colectivo ni medianamente adecuado para ello. 

Que comiencen los juegos del fascismo....y que nos escondamos bien.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Otra vez va de libros

 No es que quiera hacer un monográfico ya que, igual que en el artículo anterior, esta vez también voy a decir algo sobre un libro y la falta de rigor. Estaba buceando en uno de esos canales de pago, porque en esta casa estamos algo enganchadas al true crime, y entre capítulo y capítulo de la serie escrita por el periodista Carles Porta, me apareció un viejo reportaje de Jon Sistiaga. No es que Jon Sistiaga me parezca un periodista excepcional, esa es mi humilde opinión, sin ánimo de ofender, pero recordé que hacía unos meses había caído en mis manos una novela suya, así que voy a dar un par de pinceladas sobre esta.

Sistiaga probó en la novela siguiendo la estela de Fernando Aramburu, en ambos casos maltratando el euskera en sus obras. Me parece que de esto ya hablé. Y es que para los castellanoparlantes, por muy nacidos vascos que sean, pero no euskaldunes (Vascoparlantes) les parece de lo más natural que sus personajes, presentados como euskaldunak, hablen destrozando el castellano, aunque sea hablando entre ellos, a pesar de que, lógicamente, deberían expresarse en euskera. No sé si me explico bien. Las obras de estos escritores, más allá de lo que traten, están pensadas para castellanoparlantes que no conciben que la gente hable otra cosa. A los  vascoparlantes nos resulta ilógico. Pero lo de hoy no va por ahí.

En ambos libros se representan ciertas similitudes: Mujeres que son las que sufren, aunque Aramburu les da un protagonismo que Sistiaga no. En ambos hay el cerebro a la sombra que recluta pero que se queda a salvo. En ambos está la figura del sacerdote malvado. En ambos está el policía torturador que pasa de puntillas...Un escenario estereotipado y mucho lugar común.

Purgatorio, de Sistiaga, me pareció un poco formato "el Hacendado" si lo comparamos con Patria, de Aramburu, aunque ambas ficciones son eso y no bastante logradas. Lo que me molesta de Purgatorio son dos cosas. Una, que su personaje femenino (Otra novela que no pasa el test de Bedchel) se llama "Alasne". ¿AlaSSSne, en serio? Al autor hondarribitarra se le debería caer la cara de vergüenza porque Alazne va con ese y los guipuzcoanos, sobre todo los del este, deberían saber diferenciar las eses de las zetas en euskera. Por cierto, Alazne es Milagros, por si alguno se lo pregunta.

Pero lo más inconcebible de todo es que Sistiaga, en uno de sus párrafos casi al final, habla de un paraje relativamente cercano a Hondarribia situado en el término municipal de Lesaka, llamado Agiña (Léase "aguiña" en castellano) en el que describe el paisaje y recrea Domiko, San Antón, el monumento al padre Donostia...  Y en su descriptivo atardecer hace que tras Peñas de Aia se oculte el sol. 


Vivo a más de 400 kilómetros de aquél lugar pero cuando lo leí abrí los ojos de par en par ya que he visto mil veces amanecer y atardecer en ese lugar. Jon Sistiaga ha hecho ponerse el sol por el este. Debería documentarse mejor. Una pena.

martes, 5 de noviembre de 2024

Una página de novela que hace sangrar los ojos de cualquier euskalduna

 Hace un par de semanas entré a la biblioteca municipal de esta miniciudad y me puse a curiosear entre los libros. Entre otros, me encontré con una novela de un autor del cual no había oído hablar. Trataba de un malévolo juego de ajedrez mezclado con crímenes, así que lo pillé en préstamo. Cuenta una historia en tres tiempos que  a mí se me terminó haciendo pesada, pero para pasar el rato, está bien.

El autor es donostiarra y es unos años mayor que yo, por lo cual, debería, al menos, haber dado la asignatura de euskera, como mínimo tres veces a la semana en la EGB, aunque fuera para saber conjugar los verbos auxiliares y que le suene qué auxiliar se emplea en caso de que el verbo principal sea transitivo o intransitivo. Para la gente que no sabe euskera puede parecer muy raro, no más que diferenciar entre to be y to have en inglés, pero para quien ha tenido una mínima clase de euskera en la escuela, eso no debiera representar un problema.

Lo cierto es que el autor comete tres fallos garrafales que, a ojos de un euskaldun (vascoparlante) hace llorar. Primero es que a un anciano maestro varón lo llame "el andereño" que es, literalmente, llamarlo "el señorita". A las maestras de primaria se las llamaba "la seño", pero no a los varones. No es que no se haya documentado, es que ni ha mirado el google translator.




A continuación, para enfatizar lo vascoparlante que es el señorita, va e intercala una media frase. El autor quería poner "¿Qué pasa?", per ha acabado poniendo "¿Qué pasar?". Zer pasatzen? necesita el auxiliar, tercera persona de singular, que es "da". Lo correcto sería "Zer pasatzen da?".

Y lo tercero en la misma página, que me hace sangrar los ojos es que para hacerle decir al personaje "¿Comprendes?", le dice algo así como "¿Tú tengo comprendiendo?". El verbo entender es transitivo y el colega le ha colocado el auxiliar de intransitivo. No es solamente que use, para que me entendáis el verbo tener en vez del ser, sino que, encima usa la primera persona del singular en vez de la segunda cuando debería usar esta última. Dice "Ulertzen naiz?" cuando debería decir "ulertzen duzu?".

Y ya no es que el autor no hable el suficiente euskera para no meter la pata a la hora de escribir, es que ni se ha cuidado en preguntar a alguien de su entorno cómo se expresan estas frases. Se ha documentado sobre ajedrez pero no ha considerado tener un mínimo de tacto a la hora de dotar a un personaje de unos rasgos que destroza. Pero aún peor la editorial, Maeva, que tendrá muchos correctores que deben estar "mahatsen bila" (A por uvas).