Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 19 de julio de 2021

Sordera para el talento

 Ha habido una polémica sobre las mujeres humoristas y algunos desafortunados comentarios de cierta gente. No es que vaya a hacer un profundo análisis sobre el tema, más que nada porque casi no tengo tiempo ni para escribir cuatro cosillas en el blog, pero quiero hacer una reflexión sobre la capacidad auditiva de gran parte de la mitad de la población mundial.

A las mujeres se las ignora por sistema patriarcal. A las mujeres no se les suponía capacidad de aprendizaje académico y por eso no estudiaban en el mundo occidental ya que en algunos otros lugares aún no tienen permiso masculino para hacerlo. Ahora a nadie se le ocurre que las mujeres no tengan capacidad para leer, escribir o ser profesionales en su terreno. En el caso del humor es igual. A los hombres, desde niños, se les miente diciéndoles que las chicas sólo hablan de temas banales como maquillajes, vestiditos y cosas por el estilo.  Así crecen ignorándolas. Esta ignorancia programada  hace que no adviertan la cantidad de chicas divertidas con talento para la comicidad que ha de quedar relegada al uso íntimo porque las mujeres no tienen fama de cómicas. Y así nos quedamos tan felices "porque es así de manera natural". Y quien habla del gracejo y la vis cómica habla de cualquier otro campo donde las mujeres han peleado para ser reconocidas como iguales.


Y llegan las opiniones de cómicos, varones, por supuesto, como Florentino Fernández que se atreve a decir cosas como que en la comedia "si hay menos mujeres, no es cuestión de sexo  sino de talento". Y con ese pronunciamiento sí que lo convierte en una cuestión de sexo. Pero, claro, si gente como Florentino Fernández no ha escuchado nunca a ninguna mujer porque, en el fondo, le da igual lo que ellas digan ni va a encontrar talento ni  críticas a su desafortunado comentario.

Hay muchísimas mujeres, y todas conocemos a alguna, que tienen una gran vis cómica, algunas, incluso, intentan ganarse la vida con ello, claro que, si la percepción de una gran parte de la mitad de la población mundial nunca las ha escuchado en nada de lo que digan, para ellos no tendrán talento porque ni las conocen, ni las escuchan ni se quieren acostumbrar a ello.

jueves, 8 de julio de 2021

Crimen en los tejados

 Vivimos en una calle tranquila llena de grandes almeces que dan cobijo a numerosas aves. Por las mañanas, cuando amanece, el jolgorio de las copas de los árboles es casi ensordecedor. Los tejados tambien tienen su vecindario aviar, principalmente gorriones, mirlos y golondrinas. También se ve mucha torcaz, sobre todo, tórtola. 

Polluelo de mirlo, la víctima.

De vez en cuando cae por la zona algún falcónido y con mucha más frecuencia se deja escuchar el gorjeo casi metálico de las urracas. Estas son bastante pendencieras y las he visto asaltar nidos de pájaros para comerse los polluelos. El domingo pasado mi pareja me tomó de la mano y me hizo salir a la terraza. Enseguida comprendí por qué. A mi pareja le da bastante impresión encontrarse bichos muertos y eso que nuestra calle frecuentemente presenta pollitos caídos del nido espachurrados contra el pavimento, pero es que lo que había en la terraza era un polluelo fiambre con un picotazo enorme en su cuerpecillo desplumado.

El presunto córvido malhechor.

No será la primera vez que veo a una urraca matona picotear polluelos ajenos y tampoco es la primera vez que tengo que recoger un pájaro de la terraza tirado desde las alturas. 

miércoles, 7 de julio de 2021

Agresión y muerte al diferente

Nos estamos acostumbrando a ver violencia en las calles y eso, como no puede ser de otra manera, es malo. Hay gentuza que no tolera que colectivos para ellos despreciables tengan el derecho a normalizar sus vidas. Y ha ocurrido, desgraciadamente, lo que tarde o temprano había de pasar.

El sábado pasado, sábado de la semana que conmemoraba el día del orgullo LGTBI+, unos cafres mataron a un joven en ACoruña al grito de "maricón". Ya se veía la cosa negra porque días atrás fue agredida una pareja de hombres en la misma ciudad.

Esa gentuza que cree que apaleando, hasta la muerte, a alguien sólo porque se siente atraído por las personas de su mismo sexo, van a conseguir algo positivo, es la misma que niega que las mujeres sufran violencia de género. Quizá se sienten amenazados porque los objetivos de sus palizas puedan ampararse en sus derechos y no lo entienden.

Me da la triste sensación de que esto va a ir a más. Las agresiones fascistas van a recrudecerse porque están en un momento eufórico y eso hace que esas hordas sin cerebro actúen por instinto animal, sin pensar en las consecuencias.

Para abundar en el tema, no sólo se dan agresiones homófobas o misóginas, también las hay por ese odio imperialista a los idiomas apegados a su región geográfica. El otro día unos cuantos energúmenos dieron una paliza a un vecino de Donibane Lohitzune sólo porque utilizó el idioma del lugar. Me parece una barbaridad que alguien te agreda por hablar en otro idioma en tu propia casa obviando el hecho de que el idioma impuesto , muchas veces, con violencia, es el idioma del agresor, cosa que al señor Antonio Esquina no le suena de nada.

Las hordas de fascistas violentas nos van a amargar las próximas temporadas.

lunes, 5 de julio de 2021

Postre sobrero

 No es que sea una cocinillas pero me defiendo. Supongo que algo de afición le tengo porque mi madre me enseñó a cocinar, aunque, ciertamente, jamás fue candidata a ganar el premio a la mejor pedagoga. A mi madre le gustaba la repostería y sobre eso me enseñó con algo de paciencia, cosa que de la que no andaba sobrada. 

Pues bien, decidida a acabar con cosas que hay por los armarios y que no nos apetece comer, como por ejemplo las neulas de los lotes de navidad y un tarro de queso crema que se compró con otras intenciones culinarias que lleva cuatro meses en la nevera, uno de ellos, caducado, el sábado acabé  montando un pastel de queso con masa de neulas, unas almendras marconas perdidas en una bolsa zip y algo de mantequilla. Las neulas y las pocas almendras trituradas ya eran sobrantes de la semana pasada del experimento para acabar con las tabletas de chocolate que se han quedado blanquecinas  por culpa del calor. Este también fue otro postre que consistía en deshacer el chocolate en el microondas, verter parte de las neulas y convertirlas en roquitas. Como había más neula molida que chocolate, usé el sobrante para la tarta de queso.

A la tarrina de queso sin abrir pero caducada hace un mes le añadí nata de cocinar y medio sobre de gelatina en polvo. Repartí el queso sobre la base de galleta y lo metí al frigo. Más tarde, vacié el bote demediado de mermelada de fresa que vivía en la repisa de la nevera desafiando triunfante al moho, lo calenté y le añadí el otro medio sobre de gelatina diluido en dos dedos de agua. Repartí la mermelada sobre la capa de queso frío y ya solidificado y devolví la tartera al refrigerador.


La base de galletas maría está mucho mejor que la de neulas, pero, por lo menos, estas ya se han acabado. La tarta estaba bastante buena, y, para haberla hecho a ojo, difícil será que me quede tan aparente.