Debe ser mi nuevo récord. Casi seis semanas sin aparecer por esta ventanica. Tan metida en otras historias que he dejado de lado el blog. Y he entrado porque tenía que formalizar la matrícula de la escuela oficial de idiomas. Hacía veintiséis años que no me matriculaba en una. La otra vez se hacía por sorteo y me tocó francés. No era mi primera opción, ni siquiera era la tercera, pero, como no hubo suerte para el inglés, "on y va".
Esta vez ha habido más suerte. Después de una prueba on line confeccionada a base de test de gramática, escuchar una entrevista de Pink y tener que escribir una redacción en inglés, me había colocado en un curso mediano, pero me he decantado por el alemán. A fin de cuentas, eso de las declinaciones a mí no me asusta. Estoy acostumbrada a ellas.
Aquí ando, confirmando la matrícula y desempolvando el olvidado blog. No prometo nada, pero intentaré, y lo digo de buena fe, ser más constante. Saludos.