Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

lunes, 28 de marzo de 2022

Relax primaveral

Creo que llevo una eternidad sin publicar. Tampoco es tanto tiempo, pero a mí me lo parece. He estado una semana de vacaciones y he dejado en barbecho el ordenador. Toda una semana sin teclear ni por afición ni por obligación laboral. Fuera ordenador y fuera televisión, que tal y como pinta la cosa, mejor ignorarla por falsa y tremendista, y es que la programación televisiva la carga el diablo o sus sobrinos.

Si os fijáis, las páginas están en blanco. Menuda "lectura".


Así no me llegan los ecos distorsionados de la campaña bélica en la que toman parte nuestros canales y sus programas de "entretenimiento". Por lo poco que he mirado hoy, lunes, al volver a la realidad parece ser que se empiezan a destapar realidades de la conflagración que hace unas semanas ni se contemplaban. A ver si va a resultar que la minoría de la gente no es tan tonta y no se deja engañar por nuestros medios-banderines-de-enganche. Será que las mentiras no pueden sostenerse demasiado tiempo. 

Llego fresca a la primavera y con el ánimo bien arriba. A ver cuánto me dura el estado beatífico.

domingo, 13 de marzo de 2022

Rusofobia

En el manual elemental de la propaganda de guerra se dice que hay que representar al enemigo como el mal absoluto. También hay que personificarlo. Eso ya se ha hecho; Putin es el nuevo Satanás. La propaganda de este lado de la OTAN no hace otra cosa que mostrarnos lo malvados que son los rusos en general y Putin en particular. Putin es responsable de montar un cristo internacional, es cierto, pero no es peor que el tal Joe Biden. No os creáis que ese anciano es un hombre de bien. Lleva un tiempo calentando el ambiente de mala manera, pero como a este lado del globo somos unos cretinos que se lo creen todo y los medios viven gracias a ellos, no hacen otra cosa que engañarnos. Y aquí está el problema.

Una universidad italiana de estas que se han creado hace unos 30 años anunció que cancelaba un curso donde se impartían lecciones sobre la literatura de Dostoievski, un escritor universal que nació hace 200 años. La universidad, reculó, pero hubo propuestas muy en serio, como ocurrió en Florencia, para derrocar la estatua del mismo autor universal sólo porque era ruso. Imagínense ustedes que deciden cargarse la obra musical de Tchaikovski sólo por ser ruso, que sería lo mismo que cargarse la de Mozart sólo porque nació en el mismo país que Hitler.

Rusofobia y machismo soez en una sola frase.


Pero no crean que en España la cosa anda mejor. Me encuentro en rrss a un cretino que dice que hoy ha hecho ensaladilla ucraniana que es como la rusa pero con más testosterona, porque para algo es un machito. La gente le aplaude llamándolo "genio". Ahora entiendo por qué es tan fácil que nos engañen los medios si un "genio" como este es incapaz de diferenciar entre un plato de verduras frías con mahonesa de una guerra de la que sabemos bastante poco. Hay otros por ahí que  pretenden arrebatarle el nombre a la ensaladilla rusa. Sí, igual que hicieron los franquistas. ¿Qué va a ser lo próximo, cargarse la conexión a las actualizaciones de Kaspersky ahora que acabo de renovar la licencia? ¿Prohibir jugar al tetris? ¿Quemar todas las matrioskas? 

  

La tele, que tanto nos aporta a este país de genios de mierda, te saca militares armados que hablan alegremente de matar rusos. Hasta esa pija en cuyo programa sacan imágenes de videojuegos para contarnos su "actualidad" de vermuteo se atreve a encararse con una señora rusa a la que han parado por la calle y, usando su libertad de expresión, cuenta que ella no está de acuerdo con lo que se está contando. La pija, claro está, no lo tolera y manipula la entrevista a pie de calle. Es risible cuando habla de falta de libertad de prensa. Si quieren ver la vergüenza ajena que produce Susanna Griso dándoselas de periodista avasalladora contra la opinión de una mujer, aquí.

Cuidad a vuestros vecinos rusos o ucranianos, porque más de un "destalentao" va a empezar a darles palizas sólo porque sabe que nacieron en Rusia aunque hace años que no vivan allí o sean contrarios a la ideología de Putin

jueves, 10 de marzo de 2022

Los juegos del hambre

 Hace noventa y tres años hubo una crisis gigante que empobreció a los países ricos. Diez años después hubo una guerra. Hace doce años hubo una crisis. Ahora nos paseamos por la cuerda floja de un conflicto internacional e intencionadamente dirigido para que los borregos tengamos ganas de formar parte de forma activa.

La tensión bélica no es cosa de hace dos semanas. Lleva ocho años habiendo bombardeos y muerte pero a los ignorantes les escamotean la información. Hace ocho años cuando en ese país, ahora invadido, se llevó a cabo la revuelta del Maidán, justo entonces, un americano llamado Hunter Biden, hijo del viejo que gobierna en la OTAN y, de paso, en los EEUU, fue designado director de la compañía del gas privada más importante de Ucrania. El cargo lo dejó cuando a papá lo nombraron candidato. No hay nada sospechoso en que un norteamericano con contactos en Washington lo nombren jefazo de una empresa de distribución de combustibles en un país en conflicto que, ya por aquél entonces, tenía sus primeros evacuados, pero como iban para Rusia a nadie le importaban un carajo.

Y así llega el mundo entero a finales de febrero del 2022 y se enteran que Rusia ataca a Ucrania. Invadir un país soberano es una barbaridad, eso de entrada, pero qué curioso, mira tú, que unos pocos días antes de esta invasión, Ucrania bombardeó sus propias provincias de mayoría étnica rusa, cosa que no te contarán en Atresmedia, que bastante tienen con mostrarte imágenes de videojuegos para ilustrarte sobre los bombardeos de los rusos. También hay mierda para Putin, no os vayáis a creer. El tío aprovecha los atentados de Donetsk y Lugansk para jugar a las guerritas. Eso sí, los muertos no son de su familia, sino pobres. La pregunta es por qué  se le ha ocurrido ahora. Los ucranianos del Donbass llevan años soportando ataques de sus propios compatriotas y ahora le da a este chulo por invadir un país soberano sabiendo toda la cantidad de miseria, muerte y destrucción que eso conlleva. 

A3media ni siquiera se digna a disimular


Y mientras, los beligerantes de salón, como el miserable de Borrell, aquél que ridiculizaba la muerte de los indígenas de norteamérica, ese que no tolera ciertas preguntas de un periodista y se muestra intransigente y déspota, nos suelta una perorata sobre  que tenemos que aprender a pasar penalidades. Parece que este político que trepó hasta lo más alto tiene ganas de guerra y pide sacrificio a las masas populares. ¿Y por qué? Pues porque cerramos el grifo -¡qué importantes se creen nuestros mandamases!- a Rusia por atropellar a Ucrania.

Qué hipócritas somos. Lo que no hacemos a Israel por condenar a muerte a los Palestinos ni a los EEUU por atropellar a afganos, irakíes o libios, ni a los saudíes por bombardear el Yemen, se lo hacemos a los rusos porque Ucrania es Europa. Pero Europa no es nadie para ponerse chula en esto de las sanciones y Rusia nos nutre de cereales y de aceites vegetales, y, por supuesto, de gas. Por eso nos dice el jefe de la ¿diplomacia? europea que nos acostumbremos a pasarlas canutas. Los europeos somos unos gilipollas. Los palanganeros de los americanos que esperan reflotar su economía a base de perjudicar a Europa.

A los europeos sólo se nos ocurre ponernos chulos con el matón de Putin y no con nuestros matones habituales. Nos han subido los combustibles, la luz y otras materias primas para la industria como el aluminio. Este mundo globalizado de broma va a sufrir en los transportes y la producción de consumos de primera necesidad. La excusa es la puta guerra de Putin, pero en el fondo sabemos que hay más y que nos están timando intentando convencernos de las maldades del enemigo. Solo las del enemigo. Nos cierran el grifo aún más fuerte. Que comiencen las guerras del hambre.

Y ahora, una chorrada "fin de fiesta":  Acabo de renovar la clave de mi antivirus ruso. Espero que no me lo fastidien los tipos nefastos como Borrell.

sábado, 5 de marzo de 2022

Politólogos de salón-comedor

Ayer comí en el trabajo. La vieja cafetería de personal quedó habilitada como comedor  para quienes llevamos la fiambrera para calentarla al microondas o para quien se sube el menú desde la cafetería nueva de personal. Han vuelto a colocar las mesas largas de comedor ahora que ha quedado suprimida la orden de comer en mesas individuales. Había unas compañeras terminando cuando yo me senté a deglutir el frugal contenido de mi fiambrera. Mis compañeras hablaban de la guerra. Porque hemos cambiado el covid por la guerra. Había alguien que llevaba la voz cantante. Resulta que contaba cómo los rusos habían invadido Ucrania. Ahora parece ser que todo el mundo es politólogo y se conoce Europa oriental como si fuera nativo del lugar. La guerra, claro, es cosa de hace unas semanas. Que hace ocho años que haya miles de muertos en el Donbass no le suena a nadie y  nadie había oído hablar de la quema de rusos en el sindicato de Odessa por parte de nazis ucranianos. Por lo visto, a tenor de lo que se decía en la mesa, los rusos son unos malvados que han invadido Ucrania porque sí.

Esta foto circula diciendo que eso es Kiev, pero es Palestina en 2018. Israel tiene bula para atacar y no ser reprendida.


Mientras comía miraba hacia la oradora con los ojos como platos. Yo no me considero una experta en geopolítica pero algo he leído con los años y sé cómo se construye un enemigo a base de saturar con noticias de mierda las cabecitas de los crédulos dispuestos a entonar el "a por ellos, oé". Porque en aquella sobremesa se argumentaba sobre la legitimidad de luchar contra el invasor. Me quedé con las ganas de escuchar si esa legitimidad era aplicable a los rusos del este de Ucrania que vivían allí desde la época de la URSS y que eran sometidos a atropellos por parte de las autoridades de "su país", como son las prohibiciones del uso de su lengua o los bombardeos, pero nadie sacó el tema porque nadie lo conocía ya que en la tele no dan esas referencias.

Por si sale, esta mujer rusa fue asesinada en Odessa por parte de los nazis el 2 de mayo de 2014


Otra compañera me hablaba de que los rusos habían asaltado una central nuclear y por lo visto Putin en persona, en plan señor Burns, iba a ir a apretar el famoso botón, y es que la gente oye "nuclear" y piensa que las centrales y las bombas atómicas son lo mismo.

Pero no creáis que soy una soberbia que se ríe de las "veraces informaciones" que escucho a mis compañeros vertidas por esos medios interesados  "sOTÁNicos". Me dan pena, me deprimen y me preocupan. 

Somos marionetas. Nos dejamos manipular. Me preocupa la facilidad con la que calan mensajes amañados que se asumen propios. Me aterra escuchar a mis compañeros convertidos en politólogos de salón dando por ciertas las medias verdades que nos escupen los medios interesados en el botín de guerra.


miércoles, 2 de marzo de 2022

Daños colaterales pero mezquinos

 Sigo con lo de ayer, aún a riesgo de que bloqueen o supriman mi blog, como bien ha dicho F.C. en su comentario. Gracias, por cierto. No nos pillaría de sorpresa que comiencen a podar todo lo que se sale del discurso oficioso. Han intentado limitar el acceso a RT en español y también han bloqueado  a Inna Afinogenova, periodista rusa a la que sigo hace tiempo y a su canal "ahí les va". Que haya otros puntos de vista que rompan la línea argumental de este lado de la barricada molesta tanto que cercenan la voz discordante. Se llenan la boca con "libertad" y cortan informaciones que no les vienen bien. Ahí no les va.

Por otro lado, el periodista vasco Pablo González lleva tres días detenido sin garantías en Polonia. Detenido sin que se sepa por qué y sin que su abogado pueda mediar, porque para eso Polonia es un estado democrático de la UE. 

Medios prohibidos. Sólo pueden mentirte los nuestros.


Pablo González ha sido detenido y entre otras cosas le achacan el tener una tarjeta de crédito de la laboral kutxa (Una de las pocas cajas de ahorro que siguen existiendo) y por haber sido periodista de Gara. Que luego me digan lo del sufrimiento y el dolor de las víctimas (Sólo de una parte, la otra no tiene derecho a hablar) cuando hoy en día por tener una tarjeta de una entidad de crédito vasca y pertenecer a un diario del mismo lugar, ambas entidades perfectamente legales, no es que te conviertan en sospechoso, sino directamente en CULPABLE. 

Tantos años se ha pasado cierta gente poderosa recalcando que todo lo vasco es ETA que aunque ETA desaparezca tú sólo por tener ciertos apellidos, la nómina en cierto banco o hablar cierto idioma eres ETA. Te lo argumentan en Polonia aunque en Polonia no tengan ni puta idea de qué es ETA aunque algún CíNIco se lo haya contado porque interese parar los pies a otras formas de ver el conflicto que no hay que difundir.

No sé, pero todo esto apesta. Quizá me cierren la cuenta y me metan en un lío. Lo tienen fácil. Yo también tengo una cuenta en la Laboral Kutxa. Estos daños colaterales pero mezquinos

martes, 1 de marzo de 2022

Reflexiones sobre los cuentos de la guerra

 Las guerras no las gana nadie. Ni siquiera esa gentuza que las provoca para sacar beneficio económico a costa del dolor, sufrimiento y muerte. Nunca gana nadie pero no aprendemos. Esos excesos de testosterona van a producir un mal infinito. Todo esto de entrada.

Pero la maldad no sólo está en la guerra. Este mediodía no se me ha ocurrido nada peor que poner la tele donde unos buitres maquillados van "informando" a la opinión pública de lo que dicen que pasa en Ucrania creando un tendencioso desequilibrio entre el muy malvado Putin, y el angelote que debe ser Zelenski. Ni uno ni otro tienen que representar la maldad o la bondad absoluta y recrearlo así es totalmente obsceno. Uno en su Kremlin a cobijo y el otro compartiendo raciones militares en el frente. Tendencioso y estúpido manejo de imágenes para fijar en la mente ignorante qué es lo malo y qué es lo bueno. Casi más obsceno que la propia guerra.  Porque no habrá un medio informativo honrado libre de intereses. Eso es imposible. Cada uno te alienta para que tu convicción teledirigida se vuelva apoyo incondicional propiciado por el odio. Una mierda como una catedral.


Desconozco muchas cosas del conflicto, pero de los buitres de los medios pagados por la OTAN no me creo ni media palabra. La guerra no es cosa del 2022. Lleva ocho años de ataques de Ucrania a ucranianos que, no por casualidad, lo son aunque hablen ruso y se sientan rusos. Pero de eso nadie sabe nada. Putin, que no es un santo, ha cometido un error imperdonable y es atacar por muchas excusas que meta. El viejo de la casa blanca está encantado porque la guerra, aunque la planee él, en gran medida, le pilla lejos, como siempre y sólo piensa en sacar beneficios a posteriori.

La situación da asco si se mira desde fuera del conflicto, sobre todo al comprobar cómo se arrastra a la opinión pública para que acaben idealizando de una forma totalmente imbécil a los buenos y a los malos. ¿Quién es el bueno? ¿El viejo de EEUU? ¿El ejército ucraniano que lleva ocho años bombardeando Donbass? ¿Los que ensalzan a Stepan Bandera? Lo tienen demasiado claro. Yo no.

No quiero saber nada de la puta guerra que han creado los codiciosos y menos por las noticias de mierda de los medios de mierda con intereses en hacer resurgir un sistema económico de mierda. No me creo nada excepto el sufrimiento de la población civil de donde sea. Hay algunos que llevan así ocho años y hasta ahora poco les ha importado ¿A que casi nadie lo sabía?