Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

sábado, 25 de febrero de 2023

Cartel publicitario

 En el centro de mi ciudad ha aparecido propaganda apócrifa de la Conferencia Espiscopal Española. El póster en cuestión es algo que muchos pensamos pero que, hasta ahora, nadie había osado publicar. Alguien tuvo el valor de hacerlo y, gracias a la divinidad que ustedes gusten, si es que gustan, alguien pudo captar y guardar. Un par de diarios han sacado la noticia y, a la velocidad del rayo, el ayuntamiento ha eliminado "la prueba".


La noticia de uno de los diarios cuenta que, curiosamente, el cartel publicitario se ha colocado en una marquesina de autobús muy cerquita de un conocido centro asistencial de sexualidad, que, entre otras muchas cosas, como asesorar sobre profilaxis, se dedica a practicar interrupciones de embarazo tal y como la ley aún ampara y esperemos que por muchos años.

Durante los últimos tiempos, una serie de reaccionarios con reparos religiosos sólo para lo que les interesa de esos a los que los títeres del PP se atreven a catalogar como "españoles de bien", han estado muy atareados molestando a quienes acudían a este centro asistencial ya fuera para trabajar o para hacer uso de sus derechos. 

Retomando el inicio de mi reflexión. Por fin alguien ha manifestado lo que muchos pensamos y, si aún vamos más allá, habría que explicar a cierta "gente de bien" sobre qué es moralmente más reprochable, porque dar la vida a alguien para que luego se la destroce un sacerdote rijoso es de una brutalidad extrema. Aunque para según qué sectores "episcopalizas" debe haber grados, como demuestra cierto obispo expeliendo barbaridades como esta:



lunes, 20 de febrero de 2023

Beligerancia descarada

 Hace ya un año que el ejército ruso invadió territorio ucraniano. Dicen que se preveía una guerra rápida con la toma de control de regiones ucranianas de mayoría prorrusa que llevan sufriendo violencia armada desde hace 9 años. Desde que las revueltas del euromaidán hicieron saltar por los aires al gobierno de entonces y los intereses de ucranianos afines a uno u otro bando (ProUE o pro-Rusia) se fueron radicalizando.

Si lo miramos con un poco de distancia, el conflicto de la región sólo beneficia a quien más lejos está. Ni a rusos ni a europeos, ni a los ucranianos, claro está, les beneficia la muerte, la guerra, las multas o los campos de cereales yermos. A otros sí les beneficia una guerra fuera, como viene siendo habitual en ellos, para imponer su "paz" y la venta de sus productos.

Putin no es un santo pero el otro Baldomero (Zelenski) no es mejor y el viejo de los EEUU es un granuja que nos impone el peso de la OTAN mientras nos vende gas yankee a precio mayor que el ruso mientras bombardea gasoductos alemanes en el mar del Norte. Y mientras dices por las redes sociales que la guerra nos perjudica a todos, los muy imbéciles, mucho imbéciles, te llaman prorrusa y te insultan si muestras tu desagrado a que el país en el que vives mande material bélico a la guerra.

Lamentable en cualquier caso,

Las noticias de la guerra que nos echan por nuestros "mierdos" de comunicación son pura propaganda militar y nos siguen lanzando consignas para que tomemos de buen agrado parte en una guerra a la que nos están empujando con palmaditas traicioneras. Si se te ocurre decir que sería más lógico pactar una paz mediante negociaciones (Porque así tendrá que ser pase lo que pase y muera más gente o menos, como ha pasado toda la puta vida en todas las putas épocas históricas) te llaman proputin. 

No entiendo nada y cada vez me cuesta más entender a los gilipollas que apoyan una entrada a saco en una guerra de la que realmente sabemos muy poco y de lo que sabemos casi nada viene libre de sesgos.

jueves, 16 de febrero de 2023

Retomando el hilo

 Estoy haciendo algunos pequeños cambios en mi vida, para bien. Mi intención es estar menos estresada que en los últimos meses (Que también son años). Porque una se hace mayor, no me cuesta reconocerlo, y cada vez gestiono peor la tensión. Quizá debiera decir mejor que he tomado la determinación de quitarme algo de presión en mis tareas diarias para ganar un poco de tiempo para mí.


Entre otras cosas quiero volver a leer tanto como antes y quiero volver a escribir con la misma alegría y pasión con la que lo hacía, entre otros lugares, en este rinconcito que va para los tres lustros de vida, el mes que viene. De momento doy este pequeño pasito para volver a corretear por aquí.

Los cambios son necesarios y, generalmente, suelen ser para mejor.