El otro día cayó en mis manos la novela corta "los silenciados", del italiano Claudio Fava. La novela está basada en la terrible historia del equipo de rugby de La Plata. Aquél equipo, durante la dictadura militar de Argentina perdió a un sinfín de jugadores. Y no es que los perdiera por otro motivo menos siniestro que el de morir asesinado o simplemente "desaparecer" porque a algunos fanáticos de las ideas totalitarias, que, casualidad, suelen vestir de uniforme, les molesta no sólo el que haya que opine diferente; el permanecer callado a veces también era considerado sospechoso y, como consecuencia, se podía "desaparecer".
Casualmente, el mismo día que recibí el libro se daba la noticia de que el pueblo de Chile había rechazado mayoritariamente la instauración de una nueva constitución. Hay un montón de politólogos, sociólogos y varios "ólogos" hablando del por qué de ese rechazo. Una cosa parece clara, el trabajo a pico y pala de los medios de comunicación que sueltan trolas sin sonrojo y la aplicación masiva de zancadillas como son los "lawfares" (La guerra mediante las leyes), hace que los incautos tiendan a creer todo lo que dicen los conservadores que detentan el poder, que se llaman conservadores, como decía aquél viejo chiste, porque saben conservar sus privilegios. Aunque ya sabemos que esto de engañar a las masas y de educarlas en la idiocia y en el sentido más acrítico posible es todo un logro de los cuadros de mando desde hace generaciones y pasa en todas partes del orbe.
Hablando de lawfare, la guerra legal para acabar con los adversarios, como pasó en Brasil o como pasa en Argentina con Cristina Fernández. No sé si ella ha prevaricado o no, pero lo llamativo no es eso. Lo heavy es que los lawfaristas justifiquen el ataque pistolero a esa señora porque dicen que delinquió.
Y ya que estamos, por favor, dejad de apostillar a Cristina Fernández con el "de Kirchner". Ese apellido añadido lo es por puro patriarcalismo. En España, afortunadamente, ya se ha perdido la costumbre de que la esposa pierda su segundo apellido para tomar el de su marido precedido de un de que indica la pertenencia al amo, pero en Latinoamérica, donde sólo se utiliza un único apellido, aún se mantiene el de precediendo al apellido del marido-dueño. Así que Cristina es Fernández, sí, pero el de Kirchner, sobra.
Volviendo al tema de Argentina, el poder de la clase al mando, la historia reciente y la dictadura militar con la que he empezado este escrito de hoy. Este viernes, día 16 de septiembre es el día en que se recuerda a todos los estudiantes argentinos que murieron y/o desaparecieron en lo que se llamó "la noche de los lápices".