Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 29 de enero de 2020

Silencio, hospital

He terminado un ciclo en mi lugar de trabajo. Me cambian de sección después de año y medio perteneciendo a un equipo maravilloso. Voy a echar de menos a mi equipo de profesionales sanitarios. Durante un año y medio he sido la administrativa de una unidad sanitaria bien cohesionada. Me voy a otra área donde, por lo menos, tendré compañer@s a mi lado y estaré menos sola, porque yo era el único miembro del personal no sanitario de la unidad.

Ahora que ya me conocían, y yo a ellos, y que nos habíamos acostumbrado a trabajar y tratarnos, me tengo qué ir. ¡Qué penita! Dejo a mis enfermeros y a los médicos de la sección en buenas manos, pero ahora que les había cogido cariño...¡Ay!

lunes, 27 de enero de 2020

Cachorros aprendiendo odio y, encima, con defectos.

Los fascistillas están excitados. Algunos son mozalbetes atolondrados que se sienten cómodos como gregarios de una horda de oligofrénicos que destruye bienes ajenos, porque no saben hacer otra cosa. Van por la noche quemando cosas, pintando obscenidades y destruyendo todo aquello que  pueda representar una oposición a su ideología, si es que saben lo que es eso, porque la mayoría de ellos no tiene las neuronas suficientes como para entablar una discursión razonada, y eso por eso que se dedican al vandalismo, porque el cerebro no les da para más.

Ni pintar la esvástica para fastidiar al movimiento LGTBI+

Los fascistillas se están envalentonando, es un proceso natural calcado al de hace noventa años: La crisis se tradujo en miseria, radicalización, falta de valores democráticos y violencia, y en eso estamos. Necesitan hacer un discurso de superioridad porque en el fondo saben que son inferiores. Necesitan del grupo porque sólo así son fuertes y valientes.


Pintada en un colegio vizcaíno donde el niño reproduce, con faltas de ortografía, como ceporro que es,  lo que oye en casa: el lugar de la mujer es la cocina, la ropa que viste es la que provoca y la polla que es lo que domina al mundo. Estos son los valores que chupan los varones fascistas y supremacistas desde críos.

Y estos fascistillas, la mayoría jóvenes atolondrados, ignorantes, ceporros y cobardes, se dedican a atentar contra todo lo que les molesta, porque no saben asimilar que existan otras realidades. Atacan a los más débiles que en el fondo les asustan: Mujeres que reivindican su peso en el mundo, homosexuales que reivindican su derecho a amar a quienes quieran y que ello sea absolutamente normal, emigrantes que reivindican su derecho a buscar una vida mejor..Los fascistillas no toleran esas posiciones y se creen con derecho a negarlas a base de violencia, ya sean golpes, insultos, pintadas o destrozos.

A las mujeres les pintan pollas, como niñatos inmaduros que son.

Pero hay una cosa que demuestra que los fascistillas son mierda y es que tienen tan poco cerebro que no saben ni pintarrajear sus putos símbolos con los que firman sus fechorías. Son niñatos descerebrados y peligrosos, porque no saben razonar, que se dedican a hacer trastadas de niño travieso que suspende en el colegio porque aún no se han dado cuenta de que mejor estaría dándole vueltas a la noria.

miércoles, 22 de enero de 2020

La guerra del pin medieval

Los fachas han creado un problema donde no lo había: Ahora dar unas nociones de educación sexual en los colegios resulta que es formar a los jóvenes en toda clase de excesos sexuales. Esto, claro está, es producto de sus enfermizas mentes pervertidas, o quizá no, quizá lo que buscan es el puro escándalo que atraiga a simpatizantes como la mierda atrae a las moscas. El símil, además, es el más adecuado.

Como decía, han creado un problema de algo que no lo era. Las clases de educación sexual se llevan dando más de treinta años. Hasta yo recibí unas charlas en 1º de B.U.P. (3º de la E.S.O. para los formados tras la aplicación de la L.O.G.S.E.) ¿Ahora son un problema? ¿En 2020? Seamos serios por una vez: Lo único que quieren los babiecas estos es crear cancha a base de trolas para darse publicidad.




Yo no les dedicaría ni una milésima de segundo pero me temo que la cosa se está desmadrando pues el jodido facebook me acaba de eliminar una publicación por su contenido pornográfico. ¿Que cuál era? La página de Maldito Bulo donde se destripaban las mentiras ponzoñosas de esos caballunos de la coz contándonos el verdadero origen de esas "escandalosas" fotos de las clases de sexo impartidas por un satisfyer y un puño de goma dura para hacer fist fucking, por lo visto.

Los de Vox, ya que hablamos de sexo, me exudan la vagina, pero lo que me escandaliza es que los palmeros de la derecha española  les jaleen (Hay que ser muy torpe) y que, sobre todo, Facebook elimine publicaciones que lanzan verdades como zaskas al jeto de esos pervertidos de vox que ven sexo infantil en todos los colegios públicos menos en los de los curas pederastas, que ya tiene tela. Facebook censura publicaciones que muestran la verdad, no sea que los tontos de baba futuribles de vox y los gilipollas en general abran los ojos y dejen de perseguir la puta zanahoria atada a un palo.

Por cierto, ayer, en el Intermedio, Marian Moreno habló muy bien (Como siempre).

jueves, 16 de enero de 2020

El triángulo de una bermuda ceporra

Hay veces que es mejor no escuchar sandeces, pero, cuando se escuchan una no sabe si tomárselo a risa por lo bruta que puede demostrar ser la emisora de la estupidez o cabrearse de lleno porque es creadora de opinión basada en pura mentira hedionda.

A vueltas con la creación del nuevo gobierno de izquierda descafeinado que es, desde luego, menos malo que un gobierno de esa derecha atroz, un famoso busto parlante se atrevió a hacer unas declaraciones a la altura de lo que, por desgracia, está siendo demasiado vulgar, en todos los sentidos. Esta periodista, que demuestra lo baldío de su cultura, se molestó porque un par de miembros del nuevo gobierno acudieran a jurar su cargo con un pin que representa el triángulo de los deportados políticos a los campos de exterminio nazis.

Fransicsco Largo Caballero, segundo por la izquierda, lució triángulo muy a su pesar, y fue ministro tres veces.

La pájara, que equivoca antifascismo con antidemocracia, algo más propio de los movimientos políticos por los que ella siente más simpatía, muestra su insatisfacción de un modo grosero a la paz que inculto: Precisamente aquellos que fueron sometidos a deportación, trabajos forzados, torturas, hambre, castigos y muerte por el brutal nazismo fueron, en su mayoría, representantes de esa democracia que los lacayos de Hitler eliminaron del tercer reich y de todos los territorios que ocuparon pillando a nacionales y extranjeros, algunas veces, españoles.

La ceporra, porque hay que ser ceporra y zote, se atreve a afirmar sin sonrojo que un ministro no puede lucir tal símbolo. Poco sabe ella que hubo ministros que lo llevaron en pleno sufrimiento de presos antes y después de jurar el cargo. Si Francisco Largo Caballero, con varios cargos ministeriales en tiempos de paz y guerra, lo llevó en Sachsenhausen y sobrevivió por poco tiempo, ya que las penurias minaron su salud de anciano, poco sabe la periodista de marras. Si Jorge Semprún, ministro de cultura con algún gobierno de González, lo llevó con fatiga, aunque con la energía de la juventud, en Buchenwald, esta deslenguada parlante de la tele no tiene conocimiento.

Ya no voy a entrar en que a la locuaz descerebrada le parezca una desfachatez que Alberto Garzón o Iglesias lleven una americana, como si eso sólo pudieran hacerlo de manera exclusiva los fachas de la clase dominante. Quitando ese comentario torpe y clasista, que no sepa qué representa el triángulo de los deportados, invento de unos nazis furiosos contra el sistema democrático, no  hace sino corroborar la clase de alimañas destalentadas que pueblan la creación de la opinión pública gañana y  "voxmitiva".

sábado, 4 de enero de 2020

Diputados en la tele del bar de Wang.

Acudimos temprano al nuevo piso de los cuñados para arrimar el hombro y hacer que se instalen lo más pronto posible y luego, a mediodía descansamos bajando al bar de Wang a tomar unas cervezas acompañadas de unas deliciosas gyozas de carne. Y hablamos alegremente de hacer los roscos de reyes con nuestras propias manitas, a ver qué tal mientras en la tele silenciada salen los rostros públicos del que quiere ser presidente y luego del chulo de piscinas que saca pecho con camisetas del ejército en el que nunca chupó una guardia, o habla del sagrado matrimonio mientras se divorció de su primera esposa, o de los gastos prescindibles de la administración aunque lleve toda la vida viviendo del cuento. 

Y nos habla, el muy cansino, del presidente de la Generalidad, aunque sea el único que llama así a la Generalitat, diciendo que debería estar en prisión, quizá porque viene subidito con las ínfulas de una Junta Electoral Central que tiene unas muy discutibles competencias para eso de quitar o poner diputados según una más que cuestionable sanción por una demora en la retirada de una pancarta alusiva a los presos políticos pasándose por ciertas partes de la anatomía el artículo 20 de la constitución. Luego volverá algún tribunal europeo a sacar los colores a esta España dirigente.

El chiste de la semana en las rrss

Mientras, en la puerta del congreso, un grupo de voceros jalea creyéndose más español que nadie. Dentro, su mediocre líder va soltando sus más que manidas letanías sobre la izquierda, Bolivia, Venezuela, ETA, y demás delirios para acabar con "España se rompe", aunque es incapaz de disimular que quién más desea esta ruptura milita en su ideología ya que a ellos beneficia ese mantra cenutrio que aporta votos y cretinismo. 

Mi hermano mayor esta mañana me ha enviado ese calendario de 1936 que revolotea alegremente por las rrss que, curiosamente, nos valdría para ir tachando días en este 2020. A nadie se le escapa que en el invierno de 1936, una coalición de izquierda ganó unas elecciones para gran cabreo de la derecha, de los empresarios boyantes y de los militares, mientras un grupúsculo nada significativo de fascistas se daba a la violencia verbal cuando no a la dialéctica de los puños y de las pistolas. En aquél año cuyo calendario es calcado al de este recién estrenado, unos oscuros seres, fastidiados por la victoria de la izquierda gracias a la democracia, conspiró hasta montar un golpe de Estado que dio paso a una guerra cruel y fratricida. El discurso de la derecha más rancia habla de combatividad y de gobiernos ilegítimos con una desvergüenza inaudita. Esperemos que las odiosas comparaciones se queden aquí.

viernes, 3 de enero de 2020

Diatriba de comienzo de año

Ya hemos entrado en el año nuevo. No es que eso sea especialmente significativo, ya que, en el fondo todo sigue igual y todo el mundo lo sabe, pero hay una especie de amnesia general y la gente celebra, porque tiene que celebrar, que se estrena calendario. Y así, con las alegrías que producen los brindis y las espontáneas escenas de amor fraternal con todo hijo de vecino, aunque el resto del año no se pase de una sacudida de cabeza, el sistema aprovecha para encarecer los bienes de consumo y normativizar bajo sanción nuevas medidas de control a la ciudadanía pagana. Así, con la alegría de unas fiestas de las que pocos recuerdan un origen, se obedece con más docilidad el imperio y los dictámenes de la sociedad capitalista.

Pero no quería comenzar el año con este discurso que en el fondo todos sabemos, pero que algo tiene que ver. Os habréis fijado que cada año la programación de las teles abiertas son peores. Antaño echaban, por lo menos, pelis decentes, pero ahora ya no hay quien sea capaz de ver lo que echan, que normalmente son telefilms alemanes mediocres. No entraré en esa invasión de los culebrones turcos, que menudo agosto está haciendo Tayipp Erdogan con eso de cobrarse el cierre de fronteras a seres humanos que huyen de los cuatro jinetes del apocalipsis.

Eau de cognas, fragrance fraiche.

Mediadas ya las fiestas navideñas, se da el fenómeno de los maratonianos cortes publicitarios en los que la inmensa mayoría de sus anuncios  son de colonias. Como hagas lo que hagas delante de la tele, indefectiblemente, has de verlo por apéndices nasales, acabas haciendo una especie de análisis de estos. Primero, no hay que buscarle sentido a ninguna de sus historias. No la tienen. Últimamente les ha dado por rodar en blanco y negro. Han apartado el tradicional francés de las grandes casas perfumistas y ha sido desplazado por el inglés americano, aunque se llamen "Cauolina Jeueua". Tienen que parecer malotes tanto ellas como ellos. Cotizados y y bellos animales hollywoodienses. Por ahí andan la Theron y la Jolie anunciando fragancias gabachas y Thor Hemsworth posando para los comekartoffel. Músicas estridentes, coches descapotables, queriendo parecer rebeldes con ropa cara pero a medio vestir, en fin, un agobio inaguantable en el que piensas  cómo escanciar en los ojos de los creadores de esta pesadilla un par de frascos enteros, cuanto más alcohólicos, mejor, porque ya que van de irritantes, que lo sientan.

Menos mal que esto se acaba el lunes para comenzar con los cursos en fascículos, porque el de los fármacos antigripales ya lleva varias semanas y no cuenta.