Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 24 de julio de 2020

Tocando los bajos (En el sentido musical)


Iba muy temprano hacia el trabajo el otro día y escuché el bajo inconfundible del tema “my Sharona” de the Knack. Una buena manera de animarse mientras se conduce de amanecida. Tengo oído que este inconfundible riff de bajo fue guardado en un baúl mental hasta que encontraran dónde encajarlo y en esto que, tiempo despué,s el cantante se enamoró a primera vista de una chica llamada Sharona a la que le dio tanto la vara que al final, después de muchos, muchos meses de cortejo, quién sabe si por hartazgo, la tal Sharona accedió a ennoviarse con el músico. Y cuenta la leyenda que una de las piezas de conquista fue componerle este tema de amor adolescente  cuya letra le llevó quince minutos, porque la canción dice muy poca cosa. Eso sí, repite “my Sharona” hasta la saciedad. Así aprovecharon este riff de bajo. Y con la excusa, os endilgo media docena de temitas donde la importancia de este instrumento les da toda la gracia.

My Sharona de The Knacks


No se trata de un ránkin de bajos donde estén lou Reed o the Jacksons five. Este es mi propio ránkin. Si el “My Sharona” es el sexto, el quinto es un tema que grabaron dos monstruos de la música moderna anglosajona: “Under pressure” de David Bowie y Freddie Mercury. El tema es de Queen cuyo bajista, John Deacon,  siempre ha sido muy bueno, como podréis escuchar un poco más abajo.


Y así, merecidamente, John Deacon, el gran bajiste de Queen, se gana a pulso, a pulso de bajo, por supuesto, el derecho a tener un gran riff como es el que suena en “another one bites the dust”. Que otro muerda el polvo, Deacon, no.


Si os parece mucho que haya dos temas de Queen, quizá no adivinéis es que hay tres temas de un grupo que escuchaba mucho en mi adolescencia cuyo bajista, fallecido, por desgracia, hace no mucho, me parecía excelente. Uno de sus temas más celebrados era una versión del genial grupo jamaicano Toot and the maytals, del cual hace siglos ya os hablé. Su Chatty, chatty (Parlanchín) fue convertido por Kortatu en Sarri-Sarri, cuya letra también tiene su historia. Os dejo la versión de los irundarras cuyo bajo fue perseguido por unos publicistas para vender chicle. Al final tuvieron que tirar por un riff suedáneo.


Y, cómo no, Iñigo Muguruza se sacaba unos riffs de bajo absolutamente rotundos como el de  9a zulo (El agujero nueve)  que cuenta una tétrica historia.


Aunque el tema de Kortatu, de los dos primeros que sacó, cuyo bajo sonaba con fuerza era en “El último ska de Manolo Rastamán”



Estos son mi media docena de temas que poseen un gran riff de bajo. Por supuesto hay muchos más, pero estos son mis favoritos.

Buen fin de semana.


miércoles, 22 de julio de 2020

Vistiendo de sport

Con estos horarios laborales a salto de mata que tengo es imposible organizar los días para salir a correr por el campo. A estas alturas, ya más que correr, lo que hago es arrastrarme debido a la inconstancia involuntaria, la edad, y una persistente molestia en el psoas debido a mis dolores lumbares, ya rematadamente crónicos. He tenido que ser buena durante el mes de junio y he hecho reposo.

Pero salí el fin de semana cuando el sol se había cansado de golpear con contundencia y volví a rescatar del cajón de la ropa deportiva la camiseta del gato largo (The cat long, o decathlón). Una camiseta curiosa. Son dos piezas cosidas entre sí. Un sujetador deportivo enganchado a una camiseta de tirantes y para ponértela tienes que hacer integrales y derivadas. Primero has de colocar la camiseta de tal modo que a la hora de intentar ajustarte el sujetador, no apto para mujeres bien dotadas, no se quede girado y tengas que volver a iniciar la angustiosa operación de intentar buscar la salida de la trampa con los brazos.

Sí, muy mono, pero hay que tener un máster para colocártelo

Meto los brazos por el sujetador y luego la cabeza. Ahora viene lo más difícil: intentar que el sujetador baje hasta la zona dorsal por detrás y deje de aprisionarte los pechos que deberás colocar correctamente porque, repito, este sujetador no está hecho para mujeres que tengan una talla más allá de la noventa y voto a los cielos que yo la sobrepaso. Ya sudando como un pollo en un asador consigues componer la ropa a tu tronco y, por lo menos, ya has aprovechado para precalentar.

No sé a qué diseñador, quizá a un torturador misógino, se le ocurrió este invento de una pieza del demonio, pero he visto números del circo del sol más sencillos de realizar. Lo malo es que cuando vuelves de realizar los pocos kilometritos que te permite tu músculo ilíaco tiemblas sudorosa, pero sudorosa de verdad, pensando cómo narices te vas a sacar ese engendro, ahora empapado, sin sufrir un accidente.

Volveré a las camisetas sencillas y los sujetadores deportivos independientes.

lunes, 20 de julio de 2020

Bozal veraniego

Veranito con bozal, porque en los encuentros en la tercera fase es más punitivo no llevarlo que cuando estábamos de "descalabrada". Ya no hacen falta guantes y antes, que la mascarilla sólo era aconsejable, ahora no llevarla es impensable. ¿Y cómo llegamos a esta situación? Pues porque se ven cosas como esta:

Señor que va al hospital con sus achaques crónicos  y da positivo. Su hijo, al que se le aconseja que llame a su ambulatorio para que siga el protocolo y se le insta a que haga cuarentena va y te suelta durante la llamada telefónica que mantenéis, en la que se nota que está en la calle porque suena el tráfico con fruición, que él no tiene síntomas. Y entonces preguntas si ha tenido contacto con su familiar y contesta que sí. Y tú te reprimes las ganas de preguntarle si no ha aprendido nada del confinamiento y de cómo se propagan los brotes, porque, ante todo, no se pueden perder las formas.  

Ven, maja, que te meto esto por tus orificios rinobucales.

Todo esto viene a cuenta de que la jefa médica del servicio donde se encuentra hospitalizado el paciente, padre del señor que contesta al teléfono, te pide que llames a sus allegados para que se pongan en cuarentena porque, parece ser, que aún no se les ha ocurrido pensar que, aunque asintomáticos, sean un foco de contagio por convivencia.

Así nos luce la reacción en cadena de la polimerasa.



sábado, 11 de julio de 2020

Canalización del odio en campaña electoral

Hoy hay una "cornada" de reflexión en dos comunidades autónomas con estatutos de autonomía: Galicia y la CAV. No hace falta ser científica social para saber lo que va a pasar. En Galicia Núñez Feijóo va a ganar y en la CAV, Urkullu. Lo que está por ver es qué va a hacer Vox. Ese grupo de furibundos fascistas con una financiación exorbitante que está haciendo una campaña demoledora de puertas para fuera. Galicia y la CAV tienen unas características sociales que difieren de otras zonas del Estado donde este grupo fascista arrasa y no es casualidad. Atacando la frialdad y el rechazo de gallegos y vascos hacia vox, esta intenta revertir el fracaso hacia el éxito futuro en otros lugares, ¿Y cómo se le ocurre hacerlo? Llenando de odio la cabeza de sus seguidores. No es cosa rara, el fascismo lo ha hecho desde que se fundó.

Uso exclusivista de la bandera (Dejando a un lado su origen), como si la oposición fuera extranjera.

Lo que me aterra es el poder que tienen en las rrss los fascistas. No sólo los organizados, sino los desaprensivos que se "ideologizan" consumiendo mentiras, bulos y patrañas. Aterra leer los comentarios de medios digitales ponzoñosos como el panfleto trolero de ese director de publicación que se pasa la vida en tertulias, o simplemente leyendo los comentarios en el youtube o en otro tipo de redes sociales.

Concejalas de Vox fomentando la burla al vencido de una guerra de la que a veces se distancian pero que nunca condenan.

Sí, diréis que hay muchos robots que se pasan el día lanzando consignas odiosas. Las hay, pero aterra comprobar la cantidad de odio, de desprecio y de mal rollo de muchos de los comentaristas que son ciudadanos como lo somos cualquiera. Muchos se toman internet como un juego en el que se pueden soltar burradas por tonelada, vale, pero, ese odio y desprecio por el vecino se está extrapolando a la vida real y eso es lo preocupante.

Canalización del odio, aprovechando ciertos medios poco honestos (Pintada en la tumba de Fernando Buesa, político del PSE asesinado por ETA). Los medios de nula catadura moral lo presentan como un acto vandálico de la izquierda abertzale, pero callan ante actos ocurridos la misma noche que explican otras cosas. Otros políticos intentan sacar tajada con muy poca inteligencia.

Si algunos cabezas poco pensantes de ciertos partidos del odio sueltan barbaridades como las de acabar con el gobierno negando su carácter democrático y desvirtuando lo que significa un golpe de estado, como si lo que pretenden no lo fuera, muchos de los que no procesan con sentido crítico estos discursitos lo creen como dogma y están dispuestos al ataque a cualquier precio para imponer "lo suyo", desoyendo lo que exprese la mayoría. Ojo con esto que es una bomba.

lunes, 6 de julio de 2020

Sospechoso siempre.

Pregunta por ahí quién es Rodney King, quizá tengan más fresco en la memoria quién era George Floyd. No es casualidad que el sospechoso sea el negro. Pero no hace falta que sea en EEUU, que aquí también pasa. Y no sólo es el prejuicio racista de la seguridad pública o privada. A esta también hay que añadirle el apoyo de los neonazis. Colaboracionistas, siempre colaboracionistas a favor de la violencia "legítima", digamos, y si no es legítima, mejor armada, seguro.

No es la primera vez que la sospecha va para el de piel oscura. Hasta nos hacen creer machaconamente que el inmigrante oscuro viene a robarnos, matarnos y agredirnos, aunque eso no quede patente en las estadísticas, pero tampoco importa. Una mentira mil veces dicha hace que el sospechoso sea el de piel oscura. La última, el bochornoso espectáculo del metro de Valencia.




Algunos dirán que el africano se muestra agresivo. ¿Si te ves sometido por algo que crees injusto no te vas a rebelar? El vídeo no muestra cómo empezó ni cómo acabó el incidente, pero hay testigos que afirman que todo ocurrió porque la seguridad recriminó al africano que no tenía bien puesta la mascarilla, como otros muchos transeúntes del vagón. Si esto es cierto, creo que el incidente se les fue de las manos a los de seguridad. Mucho. Y la colaboración "ciudadana", de esta mejor ni hablo, que se parece mucho a aquella de infausto recuerdo que llenó las cunetas de convecinos. Lo cachondo es que estos se autodenominan "españoles de bien", como si el resto no lo fueran.