Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

viernes, 8 de junio de 2018

Tres test tristes

Hoy he hecho un cursillo de prevención de riesgos laborales en lo que será mi nuevo trabajo a partir de mañana. (Esto lo escribí ayer, porque ahora estaré currando, seguramente) Me sientan en una silla de oficina, con el reposabrazos izquierdo desprendido y me trago un vídeo sobre extinción de incendios y evacuación, con su test correspondiente. Y luego tengo dos presentaciones por ordenador sobre prevención de accidentes laborales con sus sendos tests. El primero, una sucesión de medidas a tener en cuenta en las que pesa el sentido común en cuanto a recoger pesos o subirse en alturas, cuidado de posturas y enrojecimientos oculares por cara pegada a la pantalla e incluso en el correcto recogido del cablerío ofimático. Todo muy pintón con su test al que hay que contestar bien al 100%. Casi acierto a la primera, porque sólo he fallado una por no poner el recurrente "todas son correctas". Menos mal que me he apuntado las respuestas y he contestado todo bien a la segunda.

Postura desaconsejable

El último ejercicio, aburrida y harta, después de tres cuartos de hora de normas en el ordenador acerca de los pequeños errores que pueden acarrear grandes males, ya casi ni prestaba atención, quizá en parte a que, como decía el bloque anterior, llevaba demasiado tiempo de cara a un pc escorado a la derecha, que es desaconsejable para el cuello, en una silla defectuosa y con un teclado-ratón que sólo me quedaría bien de frente a la pantalla si fuera zurda, que no lo soy. Así que he clickado los supuestos que he creído, me he apuntado las respuestas y a la segunda he sacado el 100% de aciertos. Hecha la ley, hecha la trampa.

Y para acabar, al entregar los tests en prevención de riesgos de RRHH, he comprobado que uno de los enchufes del vestíbulo estaba desenganchado de la pared, cosa que ya es un riesgo como bien decía el primoroso vídeo que me han puesto acerca del utillaje eléctrico ese que decía que no debo desenchufar nada tirando del cable ni royendo el mismo.

En casa del herrero, cuchillo de palo.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Como Técnico en Prevención de Riesgos Laborales y con una hija Técnica Superior, te digo yo que eso de la prevención, en España, es para llorar y no echar gota.

Robin dijo...

España es un riesgo en sí misma. ¡Ánimo!