Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 3 de octubre de 2023

Nota imperceptible para el ojo bloguero

Hay que ver. Desde que no escribo por aquí, no dejan de pasar cosas asombrosas como para como rellenar páginas y páginas, aunque internet no acabe ese paquete de folios de tamaño din A-4 de 500 unidades. Ya se sabe que a las letras en internet no se les acaba la tinta, si acaso, la batería.

Estaba haciendo los deberes de alemán (Hausaufgaben lo llaman) y se me ha ocurrido pasar a ver a ver mi blog moribundo. Y mientras leía las últimas cosas que escribí me he acordado del brío que imponía antiguamente a las cosas que me rodeaban. No es que ahora no me interesen, que lo hacen, sino que a lo que le he perdido el interés es a contarlo por aquí. Supongo que es cosa de las rutinas. Si las cambias, aunque tu vida sea la misma, dejas de centrarte en algunas cosas que antes no y viceversa.

Hasta en la manera de escribir se nota. Antes no me costaba nada teclear de manera compulsiva y ahora lo hago por obligarme un poquillo. Os daréis cuenta porque os estoy endilgando un ladrillo sin demasiado sentido ni gracia.

Ya habrá más ocasiones y más afortunadas, espero. Sigo con los hausaufgaben. Tschüss (Adiós).

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Uno/a se hace mayor y hay que renovarse o uno se muere sin hacer otras cosas de las muchas que hay.