Tengo un bló

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viernes, 13 de octubre de 2023

La hispanidad mal entendida

 De todo se puede ver en esta época. Ayer, fiesta de la hispanidad, no entraré en detalles sobre lo que esto quiera o no significar, hubo desfiles y broncas de los muy y mucho españoles y estos eran capaces de abuchear a su propio rey, ese del que se sentían tan orgullosos al verlo tan preparao y ahora lo relegan a alfombrilla donde restregarse las suelas cuando uno viene de la calle y va a entrar en casa. Felpudo VI lo llaman. A estos no los mandan al talego, por rapear, digo.

Si no ganan los míos, monto un 18 de julio.


Total que una reflexiona sobre el asunto y se encuentra con que en este país, lo llamen como lo llamen quienes habitan en él, hay unos que pretenden detentar en exclusividad el sentimiento identitario de pertenencia, o sea, el ser español. Y para ello hay una bandera y unos símbolos. No se cuestiona desde cuándo y bajo qué circunstancias todos estos adornos son insignia nacional. Esos españoles de pedigree que van a abuchear al gobierno en funciones porque los suyos no llegan al poder no se preguntan, quizá porque no les da para tanto, por qué esos acérrimos enemigos del vecindario, a los que no conocen pero sin embargo odian con fuerza, no se sienten tan contentos de ser españoles, Y claro, se ciscan en sus idiomas locales, en sus costumbres y en sus ganas de separarse de este Estado.

No se dan cuenta de que a esos a los que desprecian, que tampoco hace falta que sean nativos de esos territorios peculiares por lengua y cultura propia, porque a los que no piensan como ellos, también los mandarían fuera de las fronteras, por muy españoles que se sientan, tienen sus razones para sentirse molestos con ese nacionalismo exacerbado que muestra orgulloso símbolos de otras épocas.

Me sigue llamando la atención de que los que "transitaron" España, entre las muchas cagadas que tuvieron en aquél lavado de cara del franquismo para pasarlo por democracia, no se dieran cuenta que podrían haber arreglado mejor las cosas si no hubieran sido tan obtusos con estos símbolos y este desprecio a tanta gente, no necesariamente de la periferia. Los que fundaron ese españolismo de casa Pepe con su brazo en alto se creen con la exclusividad de la españolidad. 

Así atacan y desconfían de todo lo que no apesta a rancio, tanto como para llamar traidor a su jefe de estado porque mande a formar gobierno al Perrosanxe. Y los bobos que acuden encantados a sus manifas rojigualdas, esperemos que con los sobacos bien desodorados por eso de estirar el brazo y que no huela a choto, aún les jalean porque se lleven la pasta fuera o paguen menos impuestos en Andalucía, mientras esos que no se sienten identificados con la rojigualda ni con el odio a sus idiomas o culturas paga religiosamente sus tributos a hacienda porque eso también te hace ciudadano, te hace español, incluso más que algunos de los que más dan vivas a la cabra de la legión.

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Este es un país de tirarse pedradas unos a otros, ya no sorprende, equí en Granada ya empezamos el día 3 de enero con el Dia de la Toma, unos lo hacen festivo, otros lo quitan en función de que consideren que aquello de la toma es una aberración que se junto con la expulsión de el que no fuera católico, apostólico y romano, hasta el maestro Goya nos pintó dandonos garrotazos en su obra negra "duelo a garrotazos", continuamos con nuestra guerra civil y parece que todavía no la hemos resuelto, basta escuchar algunas veces lo que dice la derecha y seguimos y seguimos.
Saludos