Tengo un bló

Tengo un bló
Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 26 de mayo de 2020

Diversión con banderas

El ambiente está enrarecido, y, no, no lo digo por el "confitamiento" y la "descalabrada", sino por la nueva "anormalidad". La mayoría de la gente se muestra dócil e intenta cumplir las normas, sancionables, que conste. Y, sin embargo, parece que a mucho gañán vengativo le ha llegado la hora de despertarse y se dedican a atacar y a insultar a quienes no son como ellos. Ojo con esto, no entienden de democracia y de respeto a las opiniones contrarias y esto es lo peligroso, porque esta gente que aúlla desaforada mientras agita banderas no siempre constitucionales se ríe de los delitos.

Así entraron, cometiendo allanamiento de morada, agresión y hurto, en casa de un señor en cuyo balcón lucía la tricolor de la República, así que, contra todo respeto, lógica y leyes, asaltaron su vivienda, arramblaron con la bandera y dieron una paliza al inquilino, cosa que es una salvajada, además de una ristra de delitos penales.



Pero no pasa nada porque tienen, además de un apoyo económico importante, el soporte de innombrables miembros de las FSE que los saludan y aplauden por las calles.

Eso sí, no se te ocurra sacar otras banderas  porque podrás recibir insultos, palos y hasta denuncias policiales. Los medios de (des)información, además, añaden confusiones tóxicas para reforzar la intención de derrocamiento.


No es que quiera hacer publicidad de esta horda de fascistas, porque lo son, que quieren derrocar un gobierno sin elecciones, porque es lo que piden, que llevan banderas del Estado, como si el resto de la ciudadanía fuera extranjera y que insultan y agreden porque se saben impunes y porque el respeto y los valores democráticos no caben en sus averiadas cabezas llenas de bulos y falsedades. 



Ellos no te van a respetar, aprendamos a cuidarnos de sus amenazas. No sé quién está orquestando toda esta atrocidad fascista, pero le está saliendo demasiado bien. Un país con una mayoría de población dueña de un nivel cultural deplorable no debe tener tanta impunidad para atacar al resto. Lo habremos de lamentar.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

"Y fué en Granada..." eso decía el poema de Antonio Machado refiriéndose a que fué aquí donde le mataron y donde el cantante Javier Cuesta ha sido insultado y violentado, en su casa,tras una patada en la puerta, por el simple hecho de tener una bandera republicana puesta en el balcón recordando a Julio Anguita que hace unos días falleció, esta es una ciudad fachosa, aun recuerdo en otra época las barras de hierro y las cadenas con las que golpeaban a los que ellos llamaban de forma despectiva demócratas, la mayor parte de ellos siguen aquí, antes camuflados, hoy tienen alas y además un partido que los representa.

Los cabecillas de esta horda fascista tienen nombre y apellidos, pero esta gente se aprovecha de esa democracia que abominan, la libertad de expresión y de manifestación no es lo que esta gente hace.

Txomin Goitibera dijo...

El precio de cerrar en falso la transición es que nunca se acabó con el franquismo que ha seguido en la estructuras profundas del Estado. La derecha sigue creyendo que el paìs es su cortijo, que le pertenece por derecho divino y por eso considera una afrenta inadmisible cualquier cuestionamiento por mínimo que sea. Además cualquier gobierno que no sea suyo es ilegítimo según su punto de vista. La derecha española ha sido siempre golpista, violenta y autoritaria, está en su ADN.

Gero arte.