Nadie se sorprende por el escándalo de la Cifuentes que tiene un máster por la jeró sin haberse presentado a clase, ni a los exámenes y que por no presentar, ni el trabajo de fin de máster. Y nadie se sorprende porque nuestros políticos, que se metieron en esto por medrar no por servicio a la ciudadanía ni al país, no conocen la vergüenza pero sí el nepotismo y la conchabanza. Y para eso, una universidad pública fomentada desde un gobierno anterior del mismo color que no dudó en conferir prebendas a la recién formada institución docente superior, se presta en devolver favores a miembros del partido que les asistió en el parto. Y así todos.
Servicio público de altura
Muchos políticos medradores de este país se dedican a la política porque son tan incompetentes en otros campos que no les queda otro remedio que actuar, hacer poses y dar discursos huecos y vacíos de contenido. La única manera de entrar a formar parte de la empresa privada es empezando por llegar a un puesto de responsabilidad política y conceder favores fruto de los cuales, como contrapartida, sentarán su complaciente trasero en consejos de administración para ganar una pasta.
Y, así, a bote pronto y sin filtros, os cuento que me fijo en Albert Rivera, ese cachorrillo de ESADE, que da discursos huecos y eslóganes de publicista chapucero y me fijo en que nos lo ponen a todas horas en los medios, sobre todo en la tele, ese altavoz de la opinión pública para perfiles simples, diciendo obviedades caducadas porque su discurso ya se les ha ocurrido a otros primero.
Y el tal Rivera, que no es ni miembro del gobierno, ni siquiera del partido más fuerte de la oposición, sale sistemáticamente por la tele soltando perogrulladas para hacer ver a los simples que él piensa como ellos, una estrategia publicitaria básica. La cosa es enchufárnoslo cotidianamente opinando sobre cualquier chorrada, como por ejemplo, la tortilla de patatas, con cebolla o sin, donde el cachorrito del Ibex no dirá ni sí, ni no, sino todo lo contrario, pero dirá lo que sea, para que acabemos tragándolo y, por desgracia, muchos incautos sin consciencia, votándolo.
Y así se cierra el círculo, otro ambicioso trepa que no sirve para nada acabará teniendo un puesto de importancia para que quienes verdaderamente están en el poder sigan riéndose de todos mientras el trepa espera su turno de llegar a la empresa privada a base de favores y prebendas.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Desde siempre la burguesía apartó sus vástagos más espabilados para llevar las riendas de sus negocios, mientras los más lerdos los destinaba a ser políticos o burócratas.
Los que de verdad mandan en el país y en el mundo, parecen que ya se han "jartao" del partido popular y sus personajes, el paripé hay que montarlo con otro partido que dé imagen de joven y de limpio ¿limpio?, ¿joven?, solo es un lavado de cara y lifting.
Cs no es más que una operación de renovación del Partido Popular, que ya está demasiado manchado y gastado. Se trata de que los mismos sigan administrando el poder sin que se note demasiado la continuidad; en eso el IBEX y los criminales de la gran empresa española tienen mucha experiencia.
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