Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 3 de abril de 2018

Lost in procesion

Y de vuelta de esta semana en la que se conmemora la muerte y resurrección del hijo de Dios, volvemos a la vida cotidiana. Otra vez nos echarán telefilmes alemanes en la tele en vez de las consabidas películas de temática "semanasantera", aunque ya me diréis vosotros qué gónadas tiene que ver Charlton Heston haciendo de Moisés en "los diez mandamientos" con Jesús de Nazaret, si un buen par de miles de años los separan. Lo mismo nos podían echar "la vida de Brian", donde, por lo menos, sale Jesucristo en el sermón de las bienaventuranzas, justo antes de la lapidación de Matías por haber dicho "Jehová".

No me canso de ver a los procesionarios llevando el nombre de Roma como si hubiera sido bueno para Jesús.

La gente dejará de dedicarse al postureo de semana santa, por la cual sólo les gusta ver desfilar muñecos y vestirse de estreno de una manera elegante para irse de copas, después, un viernes santo, por ejemplo, porque lo sienten mucho, con pasión, aunque no sospechen que hace unos pocos años, se cerraba todo porque, a la muerte de ese señor que marca "abominables" en la talla de madera policromada del siglo XVIII que portan con orgullo y magulladuras en el tendón supraespinoso, el país entero estaba de luto y ni copas, ni bailes, ni raciones de jamón ni alegría sexual porque era el tiempo del duelo, el ayuno y la abstinencia que quedaban subrayadas en negrísimo, porque eso, y no otra cosa, era la semana santa. Es más, todos los viernes de la cuaresma había que hacer ayuno y abstinencia sexual.

Gobierno, ejército y religión. Como el aceite de las cerraduras, 3 en 1.

Así que los que abogan por esa religiosidad, de la que no tienen ni meretriz, y esa significación, que se vean a estos catoliquitos de postureo súbditos de un "modenno" reino aconfesional cuyas instituciones ponen la bandera a medio cuerno y sus ministros acuden de manera oficial, por cargo, a las procesiones, no a título anónimo y personal.



A mí me parece estupendo que los católicos celebren la semana santa, aunque muchos de ellos anden tan perdidos como Moisés en el desierto, como podéis ver en el vídeo de arriba, pero las instituciones deberían respetar a los ciudadanos que no pertenecen a la confesión católica o, aunque lo hagan, creen que todas estas cosas sobran porque la religión se lleva dentro, como dicen, pero sólo dicen que se lleva la procesión.

3 comentarios:

ruben dijo...

ja,ja,ja. Que gracioso el video y que cierto que muchos hicieron la comunión por los regalos, mi post y el tuyo encajan como un puzzle sideral.

Emilio Manuel dijo...

Por ello mi semana santa es la gastronómica.

Robin dijo...

Esto, como todo, es cuestión de hacerle el caso que se considere oportuno...o sea ninguno.