Viruses y alarmas sociales

Por lo visto, este año el virus de la gripe no es preocupante ni crea alarma social, al contrario que el pasado año, en que la Roche, laboratorio que tiene la patente del Tamiflú, hizo su agosto en invierno gracias a que su medicamento no lo cubre la Seguridad Social y, quien tiene una persona en la familia con un problema de salud preocupante (En la nuestra, coronario), no se permite hacer cábalas sobre si es un riesgo a correr o no. Se compra el Tamiflú, por si las moscas.

Ahora no se trata de moscas, sino de mosquitos. Decía que, como este año la gripe no está en el Top 1 de ventas, vamos a inventarnos un virus nuevo, transmitido por el mosquito que infecta el Chikunguña. Claro, con un nombre tan poco comercial como chicunguña, no vamos a ninguna parte. Llamémolos Zika, que tiene pegada y alarmemos a la población.

¿Márketing?

Pongamos algo fuerte, como es la reducción de cabezas a lo jíbaro en neonatos cuyas madres sufrieron la picada del mosquito transmisor de zika y a vender.

A ver si hay suerte y en esos viajes transoceánicos, algún indivíduo caribeño o del altiplano se contagia y vuela a Europa haciendo posible la pandemia y a frotarse las manos, queridos amigos de la Roche, la Wellcome (Ahora GlaxoSmithKline), la Sanofi, la Pfizer, la Merck, la Bayer o la Johson and Johnson, que te vende lo mismo champú para nenes que cera para muebles.

Suena a broma pesada, a infusión de miedo, a amenaza sanitaria, a mierda en la que nosotros somos las malditas cobayas a inocular y ellos los sanos no expuestos que se llevan los beneficios económicos, que no son pocos.

Zonas de riesgo...¿Para reducir la natalidad?

Y nos sacan niños con microcefalia, porque sus madres fueron picadas por el mosquito portador durante el embarazo. No sé yo de biología ni inmunología, pero suena raro de narices.

Lo que no suena tan raro es que algunos se va a forrar mientras la mayoría siente miedo y se intenta reducir el número de nacimientos, por puro miedo, en algunos de los países de Centro y Sudamérica.

¿Será este el verdadero fin de la alarma social, intentar que en este par de años las fructíferas latinoamericanas y centroafricanas dejen de parir tanto futuro emigrante? Piensa mal y te quedarás muy corto.