Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

jueves, 25 de febrero de 2016

La biblioteca, cerrada

No sufráis, que no voy a hablar de ménages a trois partidistas ni de cuernos políticos, ya que hablo de relaciones, por mí pueden sodomizar a todos los dirigentes de las formaciones electorales, aunque sean sentimientos y tengan personas, que diría aquél de los muy españoles y mucho españoles. No usa la cabeza ni para hablar, oh, lord, is very difficult todo esto.

El otro día solicité derecho de pernada (una reserva bibliotecaria, vaya) sobre el último libro de Alicia Giménez Bartlett de la serie de Petra Delicado, a la que aún no le he echado el ojo encima. Resulta que la biblioteca, barra, gimnasio, barra, cafetería abre a las diez y media, y yo llegué con tiempo. Miraba el hall deshabitado en el que corrían plantas rodadoras mientras ululaba el viento del desierto cuando me fijé que al lado del horario de la biblioteca, que burlonamente me obligaba a esperar, había una mesa con libros huérfanos en espera de una acogida.

En busca de la joya enterrada

Libros de desecho, mucho material en plan Barbara Wood, libros de autoayuda y cosas así, pero, de repente y entre ellas, una obra de Friedrich Dürrenmatt. ¿Qué es lo que ven mis ojos? El juez y su verdugo estaba allí, esperándome. Y me puse a leer, mientras esperaba hacerme con las aventuras de Petra Delicado. Cuatro capítulos me ventilé hasta que abrieron.

Los crímenes de la tranquila Suiza de los años cuarenta me dulcificaron la espera ¡Quién lo iba a decir!

6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Emilio Manuel dijo...

Le había dado a intro sin terminar.

¡¡No me digas que eres lectora de novela negra!!, llevo varios años leyendo casi de forma continua este tipo de lecturas; para desintoxicar, de vez en cuando, leo una novela más convencional pero rápido retomo, una vez limpiada la mala sangre y la mala leche interna por los asesinatos cometidos y descubiertos en los libros, al policía o al malo de turno de autores como: Benjamin Blak, Petros Markaris, Mankell (con el que me inicié en la este tipo de literatura) Donna Leon, Andrea Camilleri, Connolly, Elmore o los/as españoles/as, Rosa Rivas, Alicia Gimenez Bartlett cuyo último libro ya he leído que por ser historias cortas no me ha llegado tanto como sus novelas anteriores, Juanjo Braulio, la trilogía de Vicente Garrido y Nieves Abarca la leí hace un par de meses y me agradó,Dolores Redondo y su trilogía del Baztan, personalmente me gustó bastante aunque hay críticas en contra, con Lorenzo Silva me lo pasé de miedo durante todo un verano leyendo la saga del Guardia Civil Bevilacqua y Chamorro, no voy a seguir más, me lanzo y no acabo, pero tengo en el archivo de novela negra varios centenares de libros pendientes de leer.

Como vez, si tuviera que comprar todos los libros que leo no podría alimentar a la familia, bastante tengo con pagar Internet, que ya se me va un pico, todos estos libros están en la red y de ahí me surto, mi conciencia está muy limpia, quien tiene que pagar por todo lo que los autores pierden en cuanto a derechos de autor deben de ser aquellos que ponen los medios para que yo pueda acceder a este tipo de cultura como es la lectura, nunca he leído tanto, las compañías como Telefónica, Jazztel, o las cientos que hay son las que deben de pagar. Te ponen el caramelo y luego otros pretenden quitártelo, que empiecen a pagar ellas y luego ya veremos.

Saludos

Emilio Manuel dijo...

PD/ Gracias por darme a un nuevo autor, ya tengo la obra referenciada y otra titulada "La promesa".

Juli Gan dijo...

Hola, Emilio. Síii, a la novela policíaca, antes que negra, me aficionó mi padre con Chesterton (El padre Brown) y las consabidas de Agatha Christie. Disfruto mucho leyendo novela negra, con esas novelas tan de la transición de Juan Madrid y su personaje, Toni Romano. De todos los autores que mencionas tengo especial cariño por Markaris y la mala leche que destilan los personajes de las aventuras de Járitos. Me recuerda mucho a la dosis de mala baba de las novelas italianas de Scerbanenco.

Con Dolores Redondo establezco un amor-odio. Ella es de mi barrio y vive en Navarra. Conozco los paisajes por donde pasa Amaia Salazar, que son los de la familia de mi madre, pero me chirría un poco. Por ejemplo, no puedo entender que en el primer libro, habiendo un yankee, este no sepa qué es un bigfoot, que es un personaje legendario conocido, como nosotros tenemos el sacamantecas (Que fue real) o la chica de la curva. Y alguna otra cosica más que me guardo para mí. Me gusta más el personaje de Felicidad Olaizola del autor Javier Otaola (Brocheta de carne y as de espadas).

Ibon Martín sacó una novela ambientada en un pueblo pesquero (Enfrente de mi casa) que te recomiendo: "el faro del silencio". Tiene un estilo bastante "nórdico".

Ah, la promesa, seguro que te recuerda a una famosa peli española de los 50 muy laureada, y es que esta última está basada en su libro. Sólo basada. Dürrenmatt se hizo guionista para esta peli de Ladislao Vadja...¿Sabes cuál es?

Emilio Manuel dijo...

Hay muchas cosas que me ganas y desde luego el cine es una de ellas, a tu pregunta ultima, tras una pequeña búsqueda, corrígeme si me equivoco, la película es "El cebo" una coproducción Alemania-España-Suiza del año 1958, creo haberla visto.

Me encanta Markaris, me resulta graciosa la relación que mantiene con su esposa así como con la hija y su pareja el médico.

Un abrazo.

Juli Gan dijo...

Emilio Manuel: Sí, señor, "el cebo". La peli está basada en ella, pero difiere bastante. El comisario Járitos es un tipo simpático, ahora que su mujer, Adrianí, debe ser de armas tomar. Al médico-yerno le tiene bastante respeto, más que al "perito verdulero" (Ingeniero agrónomo) que ero el novio anterior de la . He probado hasta la receta de los tomates rellenos. Están muy buenos. :)