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viernes, 18 de febrero de 2022

Cuarenta de dictadura más cuarenta y cinco de "transición" igual a seres acríticos

 La guerra intestina del PP es algo con lo que nos entretienen hoy quizá porque los resultados de las elecciones de Castilla y León no han sido todo lo contundentes que esperaban. A mí que las hienas se muerdan por los despojos cadavéricos de lo que antes fue un ser vivo me importa bien poco, sin embargo el resultado de las elecciones castellanoleonesas no me sorprenden nada, al contrario que a algunos. 

Castilla y León siempre fue tierra de gente conservadora. No es que todos sean de derechas pero siempre hubo una mayoría que tiraba por ese camino. Sí que hubo gentes de izquierda. La cuenca minera de León, por ejemplo. Pero es que hace más de ochenta años algunos se dedicaron a eliminar cualquier atisbo de progresismo y atiborraron de plomo, primero, y varias paladas de tierra, después, a todo aquél que asomaba una orejita izquierdista. Luego vinieron casi cuarenta años de dictadura militar que se encargó a conciencia de amenazar con eso de "no te metas en política". Eso y que las familias que se habían librado de la indigestión de plomo tuvieron que emigrar al extranjero o a ciudades industriales. Ahora hablan de la España vaciada, pero es que les vino muy bien la mano de obra de los nuevos barrios de obreretes de las ciudades importantes durante los setenta y ochenta.

Hay gente peligrosa sobre todo por lo que ignora, que es mucho


Y luego llegó la transición "ejemplar" y sus grises a la carrera y esa movida madrileña con su hedonismo y el PSOE pasó a gobernar y a decepcionar centrándose en hacerse socios de organizaciones poco escrupulosas o en otras en las que creernos más blancos, más ricos y más cosmopolitas. Y luego vino el España va bien del nefasto Aznar y el pelotazo del ladrillo, que era la continuación del nefasto de González. Entre ambos lograron que cada nueva reforma educativa fuera un éxito y produjera rumiantes hedonistas que se creen en la cresta de la civilización humana incapaces de desplegar un mínimo de sentido crítico ante las barbaridades de la chorizada que llega a la política para forrarse (Que lo dijo uno del PP).

Y como no entienden nada y sólo escuchan a los medios controlados por los que lo controlan todo para que no te salgas del rebaño, son capaces de decir que votan a los fascistas porque están hartos de que los engañen. Y vuelven a ser otra vez los "emosíoengañaos" los que asaltan plenos municipales porque les han calentado la cabeza con mentiras, y ya hemos dicho que es un éxito el sistema educativo que anula el sentido crítico de las personas. Son tan incultos que dicen sentir vergüenza ajena por su propio asalto al pleno cuando deberían haber aprendido en el cole que tus cagadas no te producen vergüenza ajena sino propia.

Si la cagada es tuya, será vergüenza propia ¿O de eso no hay?


Porque a los "votantes" se les calienta la cabeza con facilidad ya que los medios controlados por unos pocos siempre lanzan el mismo carrasclás. Bombardeo masivo y noticia de interés para tener a los borregos agilipollados sin verlas venir. Y de la "información, el miedo y del miedo, el voto, acto mínimo de la ciudadanía para que unos arribistas se dediquen a intentar acabar con todo aquello que les ha permitido alcanzar el poder. Sí, ya sé que os recuerda a Hitler ganando elecciones en Alemania. 

Lo que no sé es por qué algunos se sorprenden aún de que el fascismo esté subiendo como un géiser desaforado. Si hemos creado adoquines que saben leer y escribir pero han dejado de lado el aspecto humanista del aprendizaje. Pero, tranquilos, que será peor.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Si, a peor.

Saludos

Francisco Cordero dijo...

Realmente son ochenta y seis años de régimen fascista español, y los súbditos, completamente idiotizados, lobotomizados y con el cerebro lavado en ese tiempo por sus medios de intoxicación, su justicia y sus maravillosos y heroicos milicos. Todo ello adornado con la monárquica banderita rojigualda del golpe de estado de 1936.

Un saludo!