Yema de roble traído desde mi tierra hasta el Cardener.
La aloe vera ya va espigando su flor, el olivo desarrolla brotes por todas sus ramas y el roble deshojado este invierno que me traje de mi tierra ya reverdece imparable. Y aquí, los humanos en cuarentena, aprovechamos para hacer limpieza a fondo en la casa, leer y cocinar.
Si ayer me monté un marmitako de bonito del norte con unas rodajas congeladas que quedaban en el arcón frigorífico, hoy, con las sobras he inventado un arroz de bonito. Estaba bueno. Las patatas cocidas quedaban muy raras junto al arroz, pero de gusto estaba delicioso. Bendito arroz que vale para todo.
Saludos y fuerza.
1 comentario:
Solo quedan 10 días más lo que venga de confinamiento.
Saludos
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