Lunes, miro distraídamente el calendario de febrero y veo que me toca publicar en el blog de cine. Con esto de que apenas tengo tiempo para disfrutar desgranando paridas delante de la pantalla del ordenador, ni me había fijado. Terror. No tengo tema del cual hablar, así que tengo que tirar de memoria otra vez. Se me está agotando el repertorio de películas asimiladas por gusto. Tengo un libro a medio leer desde que me lo regalaron por reyes sobre el doblaje y el nacionalismo español, pero aún no le he sacado la esencia. ¿Qué hago? Es lunes y tengo que publicar para el viernes, y, para colmo de males esta semana voy a doblar turnos. Desolación.
Cartel al gusto de la época.
El miércoles echo un ojo a la peli en un ordenador sin audio. Menos mal que casi puedo declamar los diálogos sin equivocarme demasiado. El jueves tengo que preparar, como sea, y con la calidad que pueda, el artículo y, encima, vuelvo a doblar turno. Afortunadamente tengo bastante pericia en mis tareas cotidianas y soy capaz de hilvanar una redacción mientra cumplo mis funciones con diligencia, a pesar de la doble jornada.
¡Misión cumplida! A eso de las nueve de la noche, a punto de terminar mi jornada, que se ha alargado más de lo que debería por culpa de uno de mis jefes, soy capaz de dejar programada la publicación y respiro tranquila aunque extenuada. Menos mal que el viernes de carnaval, por pura coincidencia, es festivo en esta localidad.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
2 comentarios:
Si no recuerdo mal, que me puedo equivocar, escribiste que te habían cambiado a un departamento más tranquilo, por lo que leo, la cosa no solo no ha mejorado si no todo lo contrario, te han puteado un poquito más. Escribir en un blog, no es una obligación, no es para sufrir, se hace cuando se puede y cuando las musas o musos le llegan a uno y entiendo que a ti no te lleguen con el tren de currelo que llevas.
Eso de tener un libro desde reyes esperando ser terminado, es ya el acabose, en fin que decirte, pienso que hasta de los libros malos se saca algo positivo, aunque sea no volverlos a leer.
Saludos
Hola, Manuel. Me cambiaron de área, sí, pero donde estoy ahora es bastante menos tranquilo y siempre hay movimiento. En cuanto a lo otro, es un poco exagerado, para darle dramatismo a la cosa, aunque el jueves pasado sí que tuve una jornada agotadora. Me encanta escribir, aunque por circunstancias no lo haga con tanta frecuencia como me gustaría. Tengo temas pensados para el otro blog, pero por falta de tiempo no puedo desarrollarlos como me agradaría y me tengo que limitar a reseñas menos enjundiosas. Esta semana, en cambio, ando más tranquila con días libres y no voy tan puteada. Las prisas del primer mundo. Un abrazo.
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