Cada uno tiene sus maneras a la hora de meterse en la cama. A mí me gusta taparme hasta las orejas y sentirme bien arropada y calentita. La que me sufre a mi lado dice que yo me doy la vuelta y me llevo el edredón. Dice que, al igual que les sucede con la vida a los que están en peligro de muerte, ve pasar todo el edredón a cámara lenta delante de sus ojos. Ella se queda sin cobertura y yo me enrosco como un tigretón.
Tigretón de cama
El tigretón, ya sabéis, aquel pastelito de Bimbo que era un brazo de gitano en miniatura. ¿Y qué es el brazo de gitano? Un fino bizcocho bañado enroscado sobre si mismo. Un símil de la táctica que algunos tenemos para aislarnos de las hostilidades climatológicas del invierno, lo malo es que este enroscamiento perjudica a quien nos acompaña, sobre todo en las estaciones de frío.
Envolverse y rotar sobre sí mismo, cual tigretón
En fin, que una no lo hace queriendo, pero tiendo a ganar la batalla silenciosa del cobertor nocturno aunque ni es una batalla ni me tengo por una sucia egoísta que tiende a robar el calor nocturno. No quiero hacer pasar frío a mí pareja, pero es algo que hago de manera involuntaria. Es totalmente inconsciente esa tendencia a hacer el tigretón.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Te entiendo perfectamente, yo también soy ese capullo que me enrosco quitándole su parte de edredón a mi pareja.
Saludos
Quizá, si antes de meterte debajo del edredón te atigretonas en una mantica, tu pareja pueda sobrevivir a las penurias climatológicas. Una idea o algo.
Una posible solución: colocar dos edredones sobre la cama para que cada cual se enrolle en el suyo.
Lo vi en una película noruega.
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