Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Café

Las mañanas de diciembre son oscuras y no clarea hasta tarde. Aún es de noche cuando enroscas la cafetera italiana después de haber prensado con mimo un poco de café molido sobre el soporte que hace pasar el agua bullente. El aroma del café que aún gorgotea inunda la casa. En medio de un mundo cada vez más contaminado durante esos días en los que se celebra la alarmante cumbre del cambio climático  no deja de tener su jodida ironía que las grandes multinacionales del sector cafetero y alimenticio nos estén imponiendo su dictadura de las cápsulas de plástico.

Esta, sí.

Las mastodónticas empresas que se nutren de cultivos extensivos y roban el agua de los manantiales imponen la dictadura de la puta capsulita de ¿seguro que es café? y los fabricantes de cafeteras se dedican a fabricar modelos para dichas capsulitas y hay que decir dos cosas sobre esto. Una que si es para imponer la dictadura de la capsulita, les importa una mierda que se fabrique tanto recipiente de plástico en miniatura, porque la pasta es su única verdad por muy contaminante que sea y dos. Esa mierda envuelta en plastiquito de colorines con la dosis justa no es café ni sabe a café ni ha visto un tostadero de café de verdad en su plastificada y sucedánea vida.

Esta, no.

Un tostadero de café donde te venden café molido al peso para tu cafetera italiana de rosca de toda la vida. Eso es café que sabe a café y que huele a café, y, además, no deja huella en forma de capsulita de los cojones. A ver si se entera la dictadora multinacional Nestlé contaminante de una puta vez.

3 comentarios:

dintel dijo...

Cierto, muy cierto. Yo no tomo café, pero si así no fuera, de los de toda la vida, of course!

Emilio Manuel dijo...

¡¡Joder!!, me has quitado las ganas de tomarme un cafetito que, dependiendo del tiempo que tenga y de las ganas de moler, bien me lo hago de capsula o de cafetera italiana y no te voy a negar que el café recién molido con uno de esos molinillos de madera y manivela (que lo tengo) es el mejor y el que mas sabor tiene, pero hasta para un buen café hay que tener tiempo y ganas de hacerlo, un tiempo que nos han robado y una comodidad que nos han ofrecido aunque sea a costa de joder a otros.

Saludos

Emilio Manuel dijo...

¡¡Ah!! me van a regalar para Reyes una cafetera llamada de vacío, no las conocía y tienen que hacer un café igualmente rico. En youtube he visto a varios "baristas" explicando como hacer un buen café con ese trasto.