Tengo un bló

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martes, 17 de diciembre de 2019

El apestoso mundillo tras el fútbol

El mundillo que rodea al fútbol es inquietante. No hay más que ver la prensa especializada y los soporíferos programas de furibundos vocingleros que discuten por decisiones arbitrales sobre jugadores que ellos creen inmortales como dioses del Olimpo.

Para rematar, a gol, claro está, hemos tenido un par de reacciones a hechos relacionados con el balompié. Primero, la cobertura mediática en favor de tres acusados de estupro (Hasta la palabra es fea, tan fea como el delito definido en ella) como si no chirriara que tres jóvenes pero adultos se encerraran con una menor en un piso. Pero se difunden barbaridades sobre la menor, que es eso, menor, no sobre tres adultos que no están acostumbrados a pensar en las consecuencias de sus actos, ni siquiera en los delictivos.



Y la opinión pública, intoxicada, como en un banquete de restaurante de dudosa calidad, arremete contra la víctima, sin reflexionar y saca la cara por los futbolistas, cómo no. Aún tengo que leer a una chica joven que lo que quería la madre de la niña. ¡Ojo, otra malvada figura femenina contra tres varones inocentes! era sacar pasta a los encausados. No hay que olvidar que los sueldos de los jugadores de la Arandina están a la par de los de Messi, Cristiano Ronaldo y compañía.

Pero si esto es, ya de por si, triste, nos encontramos con que se suspende el partido de liga de segunda división del Rayo Vallecano contra el Albacete porque la afición bukanera ha llamado, al jugador Zozulya, nazi. Suspendido de inmediato y eso que Zozulya está encantado de posar con símbolos nazis, orgulloso de ser nazi y de pedir taxis con el brazo. Ojo, no se suspende un partido porque a una auxiliar de tan solo 16 años es amenazada con ser violada por parte de un energúmeno desde las gradas, se suspende porque llaman nazi a un futbolista que gusta de fotografiarse con símbolos y dirigentes nazis.

Parece ser que el fútbol y el machismo están bien avenidos y a nadie le molesta que amenacen con violar a una juez de línea y en cambio la gente monte manifestaciones contra una sentencia judicial que envía a prisión a tres futbolistas que han atropellado a una cría de quince años. ¿Qué sociedad enferma ve normal una amenaza de violación contra una linier adolescente y arremete contra otra adolescente atropellando su privacidad?  ¿Se suspende un partido porque la grada llama nazi a un futbolista y no pasa nada porque alguien en la grada amenace con violar a la juez de línea? ¿Llamar nazi a un futbolista se considera más grave que amenazar con agredir a una mujer y por eso se suspende el partido pero no en el caso de la barbaridad machista? ¿Alguien sigue pensando que el fútbol ya no es machista?

El jugador increpado posando con la imagen de Bandera, lider nazi de Ucrania.

Da igual que se insulte una mujer linier, a jugadores por el color de su piel, se les tire plátanos, se cante desde las gradas alegrías por la muerte de aficionados de manos de ultras, se apoye a jugadores que agreden a sus parejas, cosa que tiene mucho que ver con el apoyo a los sentenciados de la Arandina, aquí lo que molesta es que se llame nazi a un nazi. El fútbol está lleno de fascistas.

Ya se descubren los rostros de quienes andan detrás del mundillo fútbol, que se lo digan a Tebas, presidente de la LFP y otrora abanderado de Fuerza Nueva.

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

El mundo del fútbol lleva varios años revuelto y uno de sus problemas, aparte de esas aficiones, son los medios de comunicación que, ante estos problemas, se ponen de perfil como si ellos no fueran culpables de mucho de lo que pasa. De todos modos lo que se ve en los campos de fútbol no es ni más ni menos que un fiel reflejo de como está nuestra sociedad, lo que se ve en ellos es muy feo y parece que los estamentos que nos dirigen no se han dado cuenta.