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El viernes colgué una canción de la polla, grupo que solía tocar temas cargados de cruda verdad y fealdad manifiesta, porque la realidad es así y el punk, también. Mira tú qué cosas, este fin de semana pasado en el festival primavera trompetera de Jerez, Cádiz, la guardia civil retuvo y denunció al líder de aquél grupo, Evaristo Páramos, por sus letras. Mirad si hay merma de libertades que ahora pretenden molestarlo por temas publicados y cantados desde hace treinta años o más. Inconcebible, increíble y tristemente cierto.

Aún desde medios como el inmundo se atreven a mentir al publicar que el cantante en cuestión fue detenido por lanzar improperios contra la guardia civil. No es de extrañar, esta clase de medios correveidiles se dedican a intentar justificar, aunque sea a base de trolas, los actos de una autoridad que no sabe cómo controlar el sentido crítico de la ciudadanía.

Pues eso

Ahora los medios policiales, de verde o de azul, se escudan en que el cantante lanzó insultos sobre ellos desde el escenario. Lo que sea para justificar una retención y una denuncia que habrá que probar, y si no se puede probar, se amaña, como en otros juicios vistos para sentencia en la Audiencia Nacional porque la audiencia provincial les parecía poco, aunque menos tenían como pruebas.

Aún los cantantes de estilos musicales diversos han de huir para eludir la cárcel por el gravísimo delito de soltar verdades dolorosas, porque en este país está empezando a ser más grave hablar que robar o cosas aún peores que atentan contra la estabilidad vital y emocional de mujeres sometidas a las atrocidades de perros en manada.

En el reino de Felipe VI eres más peligroso si empleas la voz para denunciar que si aprovechas tu circunstancia de cargo público para enriquecerte.



Eso sí, aunque tus derechos de libertad de expresión de ciudadano del reino de España estén más que cercenados, puedes estar feliz porque la nueva ley europea de protección de datos salta a cada rato en tu pantalla de turno de las rrss para recordarte que allá por donde te metes sólo traficará con tus gustos si aceptas sus jodidas cookies.