Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 17 de enero de 2018

Luchando con riesgo

Hace poco, en una de esos fastuosos ágapes navideños cometí el error, bocas que es una, de revelar a mi fantasioso sobrino que tengo un ejemplar de "mein kampf" de Hitler.  Cabe decir que adquirí el libro un día que pasaba por la feria dominical de Sant Antoni, en Barcelona, hace años ya, aunque ya había trabajado sobre este infumable texto, porque lo es, infumable, digo, debido a mi formación académica.

Mi interés por los movimientos sociales me llevó a estudiar una de las ramas de esta ciencia. En un momento de la carrera había una asignatura denominada "historia de los movimientos sociales" y nuestro primer impulso fue estudiar sobre el nazismo alemán. Txiki, una compañera, tenía un ejemplar de este discurso que Hitler fue recopilando durante su encierro talegario por eso de haber montado un follón bastante grave en Munich, en la segunda mitad de los años 20. Yo había intentado hacerme con el ejemplar para préstamo de la biblioteca de la diputación de Gipuzkoa, que está consagrada al intelectual Koldo Mitxelena, pero, aunque la base de datos insistía en su disponibilidad, lo cierto es que alguien, quién sabe por qué motivo, lo había sustraído hace tiempo. ¿Codicia, vergüenza? Hasta que no lo avisé en mostrador, nadie se había dado cuenta.

Portada

Trabajamos sobre el ejemplar de Txiki un par de semanas hasta que decidimos que teníamos el hándicap de que nuestro ilustre profesor era alemán, así que terminamos haciendo un estudio sobre el fascismo local, falange. Por cierto que el hijo del dictador, también mitificado con el nombre de "el ausente", copió a Hitler los puntos sobre los que se basaba el partido. Si Hitler desgranó 25, el otro, no podía ser menos y le sumó dos hasta desarrollar 27. ¿Complejo de inferioridad?

Total que estábamos hablando durante el alegre picoteo entre platos e intentaba no hacer muecas, cosa que me costó porque soy demasiado expresiva, mientras mi pasional sobrino me afirmaba con toda la seguridad que España había participado oficialmente en la II guerra mundial y que Hitler había visitado España. Claro que intentaba hacerle comprender que el que un puñado de voluntarios fuera a Rusia enrolados en la 250 división de la Wehrmacht no significaba que oficialmente España hubiera tomado partido y que Hitler lo más cerca que había estado de España es en la frontera en Hendaia mientras discutía con Franco precisamente a cuenta de la injerencia en el conflicto bélico.

Mi sobrino confunde a Hitler con Himmler y cree que su paseo por Montserrat ha sido un tour por toda España. Me gustaría saber de dónde saca la información, o quizá sea que sólo procesa lo que quiere. Por eso me da miedo dejarle el libro, aunque ya me lo ha pedido tres veces. Afortunadamente dicho libro es un tostón como la copa de un pino y confío en que se aburra entre sus páginas y pierda el interés.

Mi lucha es una obra delirante fruto del contexto social de la Alemania perdedora de la guerra del 14, en crisis, destartalada, que aún no ha solidificado su unidad como estado federal, cosa que hay que tener en cuenta para comprender el discurso de un Hitler preso por agitador. Además del delirio de Hitler también guardo un ejemplar de "el manifiesto comunista" de Karl Marx, porque, repito, una siempre ha mostrado interés por los movimientos sociales, pero, por desgracia, esto no le llamó la atención. ¿Estoy jugando con fuego dejándole "mi lucha"? ¿Debo extraviar el libro?

4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Hace muchos, pero muchos años, una prima, maestra ella, retiró de mi casa unos libros de Sigmund Freud relativos a "la interpretación de los sueños", alegaba que no era unos libros para "un jovencito", siempre me he acordado de esa situación y la interpreto como lamentable y me recuerda a la quema de libros de la inquisición o de cualquier dictadura, puede que ese fuera el primer momento en el que empecé a revelarme contra la dictadura franquista y mi cabreo contra esa prima, luego leí el libro "Fahrenheit 451" de Ray Fradbury y me lo siguió recordando.

Sobre el libro de Hitler no lo he leído, pero si conozco bien, dentro de lo que cabe, el puesto que ha ocupado el personaje en la historia desde ser un soldado raso, a dominador del mundo y su posterior caída a los infiernos, espero, si existen. No se que edad tiene tu sobrino, pero ya que te ha pedido el libro, que te haga un comentario de texto y una opinión del libro, si no lo consigue por su tía, lo hará por otros medios, y como el sexo que aprendemos de niños, lo aprenderá mal.

Anónimo dijo...

Hace años lo pillé en una biblioteca municipal, nunca daría un duro a ganar a quién editara tamaña bazofia. Como anécdota comentaré que el editor en USA lleva años intentando sin éxito que una asoción benéfica quiera los beneficios de su publicación.
Recuerdo que la biblotecaría me miró con aire de desprecio, tampoco eso me motivó a comentarle que solo me movía el afán de la curiosidad, allá ella y los que juzgan alegremente a los demás.
El libro es infumable, tan infumable que el propio Hitler siempre se arrepintió de él, diciendo que era un panfleto que escribió en unos malos momentos trás las rejas, y según Hans Frank, Hitler le confesó que de haber sabido que llegaría a dirigir el Reich, nunca lo escribiría. Las criticas de Mussolini al libro y a las carencias narrativas de Hitler, tampoco fueron escasas. Claro que al ser la mayor fuente de ingresos personal del cabo de Bohemía, tampoco era cuestión de mandarlo quemar, como otras obras infinitamente más valiosas que corrieron peor suerte en el Reich que se decía de los "mil años".
Quizás los imberbes ucranianos de Bandera y añorantes del paso de la oca y el saludo romano, que hoy pululan por algunos paises del este, no les vendría mal una ojeada, para conocer el destino que la victoría nazi y el "espacio vital" les depararía.
Entre las majaderias de Hitler en el libro, atribuía los exitos del estado soviétco, a la población alemana que vivía en la URSS.
Se necesitaba un Hitler para que se diera el victimismo y las circunstancias para la posterior creación del estado sionista de Israel, sin duda alguna. Aunque un Hitler desorientado, en el libro los enviara a Madagascar.
Como dato curioso, el enorme éxito que el libro tiene en la India, aunque conociendo las filias de Gandhi por Mussolini y las políticas de "apartheid" sudaficanas, quizás no sea tan sorpredente.
Un saludo.

Juli Gan dijo...

Emilio: Sí, eso de dejárselo yo, lo he meditado. A ver, el chaval ya es adulto hace un rato, además. Lo malo es que es fantasioso y saca unas conclusiones que me dejan perpleja. ¡Pues no va el tío y me discute que Hitler se paseaba por España! Tiene un cerebro efervescente, a saber qué asimila.

Anónimo: Buenos datos. Gracias por enriquecer este rincón. Los que mitifican este tocho, en Ucrania, no controlo, pero en España me hacen pensar en esa canción de división 251 "los nazis morenitos son españolitos. Los más tontos de Europa, también los más bajitos". Lo que apuntas de la India, lo había leído. Tampoco lo entiendo. Pero de todo tiene que haber. En Chile hay nazis judíos (Bueno, eso es natural, sobre todo en Israel) y nazis de rasgos andinos. Ellos sabrán.

Varado en la llanura dijo...

Leí hace no mucho que la obra está libre de derechos de autor y por tanto se puede adquirir sin problemas, así que como tu sobrino busque un poco la tiene a tiro de piedra. Comprobando el dato, porque a uno le patinan a veces las neuronas, he dado con un artículo donde se comenta que a raíz de ese hecho, se publicó en Alemania una edición crítica de 1.200 páginas, que agotó la primera edición en pocas horas. Lleva 50.000 ejemplares vendidos. ¿Nostalgia o es que los alemanes han sabido asumir su historia y eso a los españoles nos resulta difícil de entender? En el artículo, algunos historiadores hablan de que su lectura (templada con miles de notas aclaratorias) "vacuna" contra el totalitarismo. Desde luego, el contexto lo es todo. Hoy aburre y hace 70 años fue gasolina para el revanchismo y el odio antijudío, que como el dinosaurio, existían previamente.