Tengo un bló

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martes, 24 de octubre de 2017

Subida a Adarra

Aprovechamos el pasado puente para subir alguna montaña cercana a mi lugar natal como es el monte Adarra de 811 metros. La clave es que está a tan solo 10 kms. del mar. Como era este benévolo puente del 12 de octubre y hacía un sol radiante, como no suele ser de otra manera, la subida a Adarramendi parecía un paseo por las concurridas ramblas barcelonesas.

Adarramendi

Aparcamos cerca del restaurante Besabi, donde tomamos el café del despeje y subimos por el camino que sale del caserío Montefrío que, si no vi mal, se ha convertido en otra casa rural. El camino asciende hasta el hermoso bosque de hayedos trasmochos.

Hay otras fotos, pero no sé qué he hecho con ellas

Era una forma de conseguir madera que no estaba reñida con la silvicultura. El tronco del árbol seguía creciendo y sólo se cortaban buenas ramas, bien para hacer carbón vegetal o bien para la construcción. El bosque llega hasta el arroyo de Belabieta, el cual cruzamos para llegar al llano homónimo.
Perspectiva desde un roble

La intención era rodear la cara norte de Adarra y subir por el lado del menhir de Eteneta, pero, como, a pesar del sol, había bastante humedad, hicimos la cabra y subimos a la cima por el lado más difícil y duro. Para cabezonas, yo.

Eso sí, las vistas desde arriba, estupendas, con toda Donostialdea a tus pies. La cima, como siempre, muy concurrida y animada.

Al pie, la costa con su bruma eterna

Bajamos por Mantale y sus innumerables cromlechs, Nuestra intención era acortar otra vez por Belabieta, pero nos salió un becerro que nos miraba muy insistente y decidimos tirar por Sansonarri, hacia Arlegor y pillar la pista forestal.

Bosque de coníferas

Sansonarri significa piedra de Sansón. Cuenta la leyenda que Sansón quiso lanzar con su honda una piedra a los gentiles (No cristianizados) que bailaban en el pueblo de Arano desde el monte Buruntza, pero al lanzarla, resbaló con una bosta de vaca y la roca cayó a mitad de camino, donde la encontramos. Hay más piedras de Sansón en toda la geografía vasca. Es curioso que este personaje bíblico sea tomado como un ser local dedicado a lanzar piedras por todas partes. Chuscos aspectos de la cristianización del antiguo pueblo vasco.



Así que pasamos por Sansonarri siguiendo las marcas del GR, bordeando el bosque de coníferas y bajamos por la ladera de Arlegor hasta llegar a la pista que da a Montefrío y de ahí a por una cervecita y un pintxo a Besabi.

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