La maldición de las natillas

No sigo las motos. Ni las motos ni la fórmula uno, aunque hacen todo lo posible para que lo veamos en varios canales ya que las empresas gasolineras hacen lo imposible para metérnoslo a todas horas. No sigo las motos, pero estoy acostumbrada a curiosear en la tele y se que a Marc Márquez este año le ha ido mal. No sólo ha tenido percances mecánicos y caídas, además Valentino Rossi, por lo visto, le dio una patada a él, aunque el rival a batir sea Jorge Lorenzo.

¿Será verdad?

Quizá se deba a las natillas. Shhh, no se lo digáis a nadie pero, desde hace años, una conocida casa de derivados lácteos contrata deportistas (¿Las motos son deporte?) famosos para hacer anuncio de sus natillas. Ese es el principio de su mal fario. De su gafe absoluto.

Bruguera y la montaña de plástico reciclable

En los noventa el tenista Sergi Bruguera anunció las natillas, y empezó a tener lesiones consecutivas; el futbolista colchonero Caminero, también las anunció, creo que a la vez, y fue su ocaso deportivo. No es imprescindible ver los anuncios, es más, no los pongáis si no os gusta escuchar maullidos desafinados.



Crivillé, el piloto de motos, también las anunció y se retiró al poco, después de un par de temporadas deplorables. Los futbolistas Morientes y Ronaldinho también metieron la cuchara en la natilla, y fue el ocaso de sus carreras.

Ya nada fue igual

Messi sigue en el fútbol, pero entonces fue cuando le pilló hacienda.

¿Ché, me "pishará" el "fihco"?

Pocos se libran, quizá Casillas y Ferrero, portero y tenista, que participaron en un anuncio, pero son la excepción. A Márquez, desde que sale anunciando las natillas, todo parece haberle ido mal.



Quizá debería haberse dedicado a la crema al cacao con avellanas, como Rossi.