Futuro imperfecto

Quienes han tenido el mango de la sartén empuñado de toda la vida, ante la debacle de los partidos tradicionalmente establecidos y el crecimiento de uno nuevo que sale por la izquierda, han ido montando a la carrera un partido neoliberal salido, aparentemente, de la nada  y han colocado en su cúspide a un joven líder.

Fachadanos, a por la Moncloa

A este joven líder, Albert Rivera, lo prodigan en la tele a todas horas. Sale en las noticias dando su opinión, en programas pretendidamente originales y rompedores y dentro de poco va a anunciar hasta la lejía que lava más blanco confesando que se lo dijo a su vecina.

Producto de siempre con un nuevo formato

Al final, son "los de siempre" quienes, al ver lo mal que lo hace el mediocre del PP, que, por cierto volverá a ganar las elecciones, porque en este país la gente en vez de atender a lo importante se traga lo que dice la tele, ponen y afianzan candidatos para que rijan un Estado que les deje vivir tranquilos amasando sus poderosas fortunas.

Al mirlo blanco, aunque vaya de naranja o de azul, que lidera Ciudadanos, lo han aupado muchos empresarios que desean que la cosa siga como está. Rivera acabará siendo socio de gobierno del PP y seguro que hasta pilla cacho ministerial. ¡Qué miedito!