La serie B de la historia: Hijo putativo

Hace poco, en el periódico de esta ciudad, que más que un periódico parece la hoja parroquial, había un artículo de opinión escrita por cualquiera que sabe juntar dos frases sin que se pierda el sentido del discurso. Hablaba, como no, de que debería cambiarse una calle dedicada a un efímero y putero monarca, porque este no era catalán.

Isabel II y el hijo putativo (De por sí, bastante putero, él)

Escribí un email al diario por dos razones. La primera es que databa el nombre de la calle de 1858. La calle está dedicada a Alfonso XII, y dice que por aquél entonces este ya era rey. Difícilmente. Nacido un año antes de esa fecha, la reina era su madre, Isable II y lo sería, al menos hasta diez años más tarde, cuando la "revolución gloriosa", llevaba a cabo por Prim, entre otros, la mandó a Francia de una patada.

Paco de Asssí, Pepe (Padre putativo) de Alfonso XII y reina consorte

La segunda razón por la que escribí es porque sangre catalana, según se mire, sí que tenía. El padre putativo del príncipe, entonces, era el primo de la reina, Francisco de Asís de Borbón. Puede decirse que el matrimonio real estaba compuesto por dos reinas. Francisco de Asís no fue el padre de ninguno de los hijos de Isabel II. En el caso de la paternidad real del real niño, todo parece indicar que fue el oficial de ingenieros Enrique Puigmoltó i Mayans, conde de Torrefiel, valenciano de Ontinyent.

Tan preocupados en esta miniciudad burguesita de provincias por la catalanidad del monarca y resulta que, de carambola, algo le toca. ¡Qué cosas!