Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 4 de enero de 2022

Olentzero, uno de enero

Ya estamos en el año nuevo y yo sigo con el mismo ajetreo viejuno. Ni cinco minutos para ponerme a disfrutar delante de la página en blanco.  La culpa la tiene el exceso de trabajo, pero no nos podemos quejar, como en las viejas dictaduras y ese chiste tan literal del "no nos podemos quejar".

Aún da los últimos coletazos esta peculiaridad del calendario llamada navidad entre nosotros y por eso seguimos sufriendo un bucle de villancicos con ritmo cascabelero. No me libro ni en el trabajo y, he de decir, además que es por culpa mía. Harta de esas estridentes voces infantiles cantando a los burritos, a las campanas o a los peces en el río, yo me remendaba, yo me remendé, desempolvé un buen disco de canciones de navidad vascas que grabó hace ya mucho la coral Andra Mari con la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

A uno de los jefes le gusta escuchar música mientras se dedica a sus tareas, pero cuando acabó el tercer pase del disco yo lo cambié por címbalos y flautines ayurvédicos. Mi jefe, entonces, me envió un whatsapp con el escueto mensaje "pon villancicos". Y volví al Oi, Bethleem, birjiña maite y el inefable hator, hator. 

Y, cuando acabó de pasar la clientela, el jefe me dice que cómo pueden poner como villancico la música de los sanfermines. Inmediatamente me vino la sonrisa a los labios. Todas las melodías, y, sobre todo, las navideñas, se prestan a lo largo y ancho del orbe. En el caso de la tonada de "los sanfermines" que a todos os sonará "uno de enero, dos de febrero..."y así hasta el siete de julio, tiene, efectivamente, la misma forma que la copla burlona del Olentzero, ese personaje mitológico conocido en muchos lugares con diversos nombres del que ya hablé hace años. 


La misma melodía para cantar cada seis meses. Cosas de los préstamos musicales que han existido siempre.

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Guarda el disco para el año que viene.

Saludos y buenos Reyes Magros.