Así, Pablo Casado, dice que acudió a una misa el sábado en Granada porque es un católico hipócrita, como la mayoría, típico. Claro, él, ignorante de todo, qué sabía que era 20 de noviembre, si está harto de carcas que le hablan de la guerra del abuelo ese por el que dan la misa y de la fosa de no se quién que se dieron gracias al homenajeado en tal misa. ¿Cómo iba a saber él, con unos certificados de estudios sacados de un huevo kínder, que el 20 de noviembre era el aniversario del sátrapa que se benefició de la victoria de la guerra civil?
¿O quizá no tanto y estaba calculado? ¿Y si, en el fondo, es un guiño a todos esos peperos que se quitan la careta de "constitucionalistas" y se largan a vox sin sonrojo? ¿Y si Casado calculó que un pequeño escándalo le reportaría votos de peperos de extrema (Derecha lo tenemos claro)?
Sea como fuere, calculado o presa de la ignorancia habitual, es una vergüenza que un político que vive del sistema democrático, que no es perfecto pero concede ciertas garantías, se codee con los fascistas y sea incapaz de manifestar públicamente su rechazo total a esta forma parásita de entender la vida. Pero, claro, con el currículum del andoba y la falta de vergüenza que te regalan a la par que te expiden el carnet de pepero, no me extraña nada.
3 comentarios:
Y en mi Granada. Manda huevos. No me sorprende nada, ni de Casado ni de Granada.
Saludos.
Emilio: Me asombra de Granada que tenga un monumento (Y plaza) dedicada a Mariana Pineda y de convecina, en la plaza de Bibataubín, el monumento a José Antonio. Paciencia.
Aquí tenemos de todo como en botica, juntos están los Federico García Lorca y quienes les mataron, que por ciertos sus familiares permanecen en el poder y en sus negocios.
Saludos
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