Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 1 de abril de 2020

Fantasmagórico

Es curioso. No me ha costado nada quedarme en casa estos días porque tengo todo lo que quiero: Tengo a mi pareja las veinticuatro horas al día (y no nos agobiamos), tengo comida fresca y congelada, tengo una montaña de libros que estoy disfrutando, tengo radio, televisión e internet, tengo una terraza que, si no llueve, me permite tomar el sol, leer con musiquita de fondo e incluso hacer ejercicio...

Había una cosa a la que me estaba, y lo digo en pasado, acostumbrando muy bien, que era a levantarme sin despertador, pero eso se me acabó ayer. Hoy he vuelto al trabajo, y aunque no soy personal sanitario sí trabajo en un centro sanitario. Las sensaciones han sido peculiares: Nadie en la carretera, ni policía, aparcamiento fácil, cosa impensable cualquier otro día normal, poca gente en un centro como el nuestro, y, eso sí: Todos enmascarados.

Vacío fantasmagórico

Había algo de fantasmagórico. Hasta para acceder a nuestro vestuario, hemos tenido que entrar por otro lugar que no es el habitual, porque pegamos a una planta hospitalaria, y cualquier precaución es poca.
Del trabajo habitual, poco, porque no se realizan consultas externas, y, sin embargo, hoy he estado muy orgullosa de mis compañeras, especialmente de L, que se encarga de hacer llegar la ropa que entregan los familiares a los hospitalizados. Todo distribuido encajas o bolsas etiquetados por unidades hospitalarias, nombre y camas. Las visitas, claro está, prohibidas por prevención en todas las áreas. Medidas especiales para días difíciles.

Mañana, más, y espero que mejor, si puede ser.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Hablar de que todo lo bueno se acaba, es un eufemismo, tu vuelta al trabajo parece que se hace dentro de la normalidad que se puede esperar en una situación como esta, he dejado de ver la tele, porque me avergüenzo de lo que en ella emiten, no se si es por ser algo generalizado, lo que diría muy poco de nuestra sanidad, no de nuestros sanitarios que hacen lo que pueden, o de una televisión que pretende meter el miedo en el cuerpo y echar la mierda a diestro y siniestro, sigo pensando, ¿que pasará después?, ¿seguiremos igual?. Me encantó hace unos días ver en Movistar a Iñaki Gabilondo hablando con profesionales que sabían lo que decían y, lo mejor, sin insultos.

nineuk dijo...

Mucha suerte Basque, espero que tu tambien te enmascares debidamente. Salut