Un dolor me saca del
placentero sueño en la noche veraniega. Ventanas abiertas para que se cuele el
fresco de madrugada y algún ladrido lejano. Reconozco en medio del sopor el
agudo dolor que me produce la carga del gemelo de la pierna izquierda. El insoportable
pinchazo muscular que me hace girarme en la cama procurando no alterar la
respiración acompasada de mi pareja que duerme plácidamente.
Dolor punzante
Me levanto aún
dormida para aliviar la gran molestia poniéndome de pie. Y el dolor se atenúa
hasta casi desaparecer. Aún dormida, pero aliviada, vuelvo a la
acogedora cama y retomo la agradable sensación de adormecida. La brisa matutina me
acaricia la espalda, algún ladrido lejano escucho mecida en el sueño.
2 comentarios:
Si yo te contara.
Saludos
Se pasan andando descalza sobre las baldosas del cuarto de baño o de la cocina, cuanto más frías mejor
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