Entró a la consulta, su médico era nuevo. Un hombre en la treintena serio y circunspecto. El médico leyó los resultados con rictus serio, el paciente, se inquietó.
- ¿Es grave, doctor?
- Pues, la verdad, no tengo ni puta idea. Para este puesto, a mí me eligieron por la buena dotación de mi entrepierna.
Y es que el colegio de médicos puso ciertas medidas, sobre todo viriles, en aquella recia comunidad autonómica ante la feminización de la profesión, con tantas mujeres tomando posesión de puestos sólo porque sus exámenes eran mejores. ¡Qué se habían creído!
Esto, por supuesto, es una fabulación de una desafortunada nota del colegio de médicos de Castilla y León que ve en la feminización de la profesión "una grave problemática". Luego son las feministas las que exageran.
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2 comentarios:
Entiendo esa nota, como, siendo hombre, voy a hablarle a una mujer de que me duelen los "webos", que no se me pone palote, que quiero Viagra para follar y que mi próstata es ya como una patata de grande, fíjate que alegría que me haga una mujer un tacto rectal y no te digo na si te tiene que meter una sonda por el meato urinario. 🤣🤣🤣😜😜😜
Si te digo la verdad, he tenido medica de atención primaria desde la noche de los tiempos, no me supone ningún problema tratar cualquier tema con ellas, son profesionales de la medicina; un tacto rectal me lo hizo un médico pero lo de la sonda he ido pasando de enfermera en enfermera hasta que dejé de contar, al final te da lo mismo ocho que ochenta, solo pides que sea buen profesional y que te solucione el problema con el que acudes y hasta ahora me lo están solucionando mis cuitas.
Saludos
Emilio Manuel:Eso es. Los pacientes no se suelen quejar. Están bien atendidos. Trabajo en una unidad hospitalaria y hay paridad entre los facultativos, por mérito, seguramente. Entre el personal de enfermería, históricamente sexuado, hay varios enfermeros. El ambiente del equipo es inmejorable. El problema es del colegio de médicos dd Castilla y León, que aún ve en la mujer una amenaza por obtener bienas puntuaciones en sus elevados enclaves laborales a los que la mujer ker apenas accedía, si caso, de enfermerita subordinada. Ea retrógrado que piensen de una maners tan primitiva.
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