Nos vamos a la mierda. Ya no es que nos hayamos perdido el respeto, que hace mucho de eso, sino que hace tiempo que se pasó a las agresiones físicas, y de ahí a desear la muerte de verdad, no de boquilla, y a terminar por matar por mero odio no nos queda mucho. Ahí está lo peligroso.
Los "mierdos" de comunicación, tan interesados en crispar a la gente para que al final sean los elegidos por sus dueños quienes detenten el poder, se dedican no ya a difundir noticias, sino a crear capciosamente opinión callándose, muchas veces, datos reales para que los destinatarios de la noticia encaucen su odio sin conocer aspectos que podrían explicar otras cosas fundamentales para entender quién fomenta el odio.
Este fin de semana, y esto es un acto reprobable, alguien empujó a un señor que portaba una gorra y una bandera de España por las escaleras del metro en Barcelona. Un hecho muy grave. Hacer daño a alguien no tiene justificación alguna. Las noticias acaban ahí, quizá porque no les interese difundir que esta víctima, que lo es, no sólo llevaba la bandera de España, lo cual es respetable, sino que vestía una camiseta de un grupo nazi.
Agredido con camiseta de Arjuna, no es justificable, claro, pero yo lo veo así vestido y pongo distancia con este.
Quizá penséis que llevar una camiseta nazi no justifique la agresión. Claro, tenéis razón, pero sí representa una amenaza, porque significa que muy probablemente esa víctima del metro comulgue con sus ideas y hasta esté de acuerdo en emplear la violencia. Esta víctima, que lo es, que va con camisetas que defienden la desigualdad, el odio y el asesinato.
Ya no es sólo la excusa del fútbol, para la cual las hordas de animales que van de hinchas pero lo que son es un hatajo de palurdos que se dedican a apalizarse de manera intolerable, sino que con cualquier excusa los violentos aparecen por según que zonas para zurrar y sobre todo para impedir que los demás ejerzan su derecho a expresarse, porque para eso son fascistas, como ocurrió en Valencia el año pasado durante su 9 de octubre. Los ultras no toleran otras corrientes discursivas y, como no les da para más, acaban imponiendo la violencia como medio "persuasivo". Vergonzoso y triste a la vez. Demuestra que no hemos aprendido nada y que no somos capaces de ver más allá, entre otras cosas porque hay mucho trabajo mediático para descerebrar a la opinión pública y así nos va.
Patada al que no piensa como yo.
Un par de meses atrás, pero en la Comunidad de Madrid, una mujer recibía una violenta patada de un agresor durante el discurso de una edil de Ahora Madrid en el municipio de Arganda. Tan violenta fue la agresión que esta le provocó un neumotórax. esto, por supuesto, tampoco es justificable de ninguna de las maneras por mucho que los podemitas enerven a los nacionalexclusivistas.
Hay una crispación evidente que se retroalimenta del malestar y el hervor de sangre de los irreflexivos. Además a todo ello se suman tuits incendiarios y vergonzantes de politicuchos que están ahí sólo para cobrar trayéndosela floja el servicio a la ciudadanía. Así nos salen deslenguados vergonzantes como Begoña Villacís, Toni Cantó, Casado, Rivera, etc, etc. mostrando su fracaso como personas dignas. Hasta los hay que se inventan agresiones cuando van de romería a ese norte para que estas, que no se dieron, le reporten votos.
Pero la miseria va más allá. Un patriota, al que nadie ha pedido que mueva un solo dedo, dispuesto a matar al presidente del gobierno por autorizar el traslado de los huesos de un sátrapa a otro lugar que no nos afecta ni a ti, ni a mí, ni a nadie incluyendo a los franquistas de pata negra. Y todo esto generado y bien presentado por esa "mass mierda" que me temo que esté preparando con mucho esmero la próxima escabechina fratricida que sólo nos puede hacer daño, aunque la mayoría de la gente sea lo suficientemente gilipollas como para no pararse a tiempo, reflexionar, y largarse al parque a echarles migas de pan a los patos.
Hay que tener cuidado. Los mierdos de comunicación tejen su red en la que se enganchan los coléricos que ven víctimas en los suyos y monstruos abominables en sus enconados enemigos de una manera tan exagerada que acaban por desear la muerte de estos de tal manera que el día menos pensado alguno acabe por matar con sus propias manos o con arsenal militar al que la fiscalía le resta importancia. No nos dejemos engañar, no nos vayamos a hacer un daño fatal.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 1 semana
1 comentario:
¿No será eso lo que se espera, que algún descerebrado tome un arma y al estilo americano se dedique a liquidar a quien se le pase por delante?, hemos perdido el respeto, tenemos una sociedad muy polarizada, mucho paro, también es paro esos que trabajando no llegan ni a 500€ al mes, hay miedo, incluso, a perder con el equipo de fútbol del pueblo de al lado, se pelean los padres de niños de 10 años, piensan que sus hijos será unos Cristianos Ronaldo, igualmente los hooligan de 40 años se parten la cara, están frustrados, los medios de comunicación y sus periodistas, pagados por el poder, tu les llamas -mas mierda- están echando leña al fuego, aunque esto no es nada nuevo, no todos pueden buscar en la red los medios de comunicación que se implican con una información veraz, cosas de las brecha digital. Es cierto que la ultraderecha se ha envalentonado, lo que no podemos hacer es dejarles que campen por sus respetos y que se hagan con lo que desean un poder para machacar.
Saludos
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