Un par de semanas de vacaciones pueden echar por tierra el hábito saludable conseguido desde septiembre del año anterior. La pauta conseguida a base de esfuerzo se desmorona estrepitosamente al lograr los días de asueto y holganza. Dicho de manera más telegráfica, estar todo el día de cañitas y tapeo te recauchuta la figura.
Con una semejanza más que preocupante con la figura de la Venus de Willendorf por culpa de ese par de semanas en el verde norte, parque de atracciones del estómago, con sus "pintxopotes" y "juevintxos", una vuelve a casa cebada como una gorrina en los días previos a San Martín. Hay que poner remedio.
La de Willendorf, un septiembre que volvió de vacatas
Te vuelves a poner la ropa de trotar por el campo, que te queda más apretada que de costumbre y te calzas las zapatillas y sales a correr con inusitada ilusión que se trunca al comprobar que la forma se quedó en un rincón de la taberna y que las bacanales regadas con abundantes caldos se ten han subido a la chepa y te impiden moverte con la facilidad de un mes atrás.
Otra cosa que no hay que hacer ni loca, y es que se aprende a palos. Está muy bien hacer limpieza en el congelador, pero no ha sido buena idea rescatar el tupper del cocido de garbanzos. Aunque hace casi cinco horas que te lo hayas zampado, y dos platos, además, correr con un cocido en el gañote ha sido una idea funesta. El ardor de estómago que sube hacia arriba te mata. ¡Querer adelgazar metiéndote un cocido! A partir de hoy, planchitas y ensaladas.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 1 semana
4 comentarios:
Te quejas de vicio, aquellas Venus eran el prototipo de belleza, hoy una mujer e incluso hombre hermos@ pasa por ser un enclenque por muy musculad@ que esté.
Saludos.
Y que nos engordemos en 15 días lo que nos cuesta perder un invierno entero.... no hay derecho!!!!
Tengo un truco fantástico para que os olvidéis de los kilos ganados durante el verano: no tener báscula. Ojos que no ven, corazón que no siente...
planchas y ensaladas en otoño? blasfemia...
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