Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 26 de septiembre de 2017

España cainita

Qué enrarecido está todo. La prensa  (Tele y radio incluidas) no da más que la matraca. Sales a la calle y ves que pasa lo de todos los días. Vas a por el pan, al trabajo, a dar una vuelta, a pasear...Una pena que en el resto del Estado crean otra cosa. La gente de esta tierra vive en comunidad, independientemente de lo que sienta. Hay ventanas con senyeras, otras con la bandera del Estado, tengo hasta fichada una con la bandera albiceleste de Galicia en este barrio, lo cual, mola.

Balcones-mostrador

Sería deseable que el día uno la gente pudiera ir, o haber ido, ya no sé, a expresar su opinión en referéndum. Es más, creo, sinceramente, que los muchos catalanes que no desean desmembrarse de España deberían ir a votar que no, pero es más fácil quejarse después de que "era ilegal". Me parece más inteligente mostrar en la urna que no te quieres separar de España, sobre todo porque hay mucha gente que lo piensa y, quién sabe si adoctrinado por los que piensan sacar beneficio político de todo esto, se equivoca para luego quejarse amargamente del resultado cuando lo podría haber cambiado. Es más fácil quejarse que ser parte activa de tu voluntad, por lo visto. Allá ellos.


Dos tristes ejemplos de odio descerebrado

Leo debates en las rrss, bueno, debates, aquello son batallas campales donde se cruzan improperios y barbaridades. La gente se agarra a la historia, la historia amañada, por supuesto, para dotar de legitimidad su discurso. Pero todo eso no son más que chorradas.  Chorradas peligrosamente beligerantes, como cantar el "a por ellos" o acudir con banderas españolas ante otros españoles que también se sienten tales, como ocurrió en Zaragoza, agrediéndolos, aunque sea por el conducto auditivo y visual, blandiendo la enseña estatal, como si esta doliera a los asistentes a la asamblea.

¿Mostrando españolidad rabiosa contra españoles que se sienten tales?

Lo digo por mi experiencia como indeseable personita del norte que era obligada a justificar su orgullo regional mal percibido por el resto como amenazante, violento y altanero, y aún no sé por qué, aunque la tele tiene mucha culpa. ¿Cómo vamos a sentirnos queridos en esa España que nos odia, nos escupe, nos desea lo peor y desea con todas sus fuerzas que dejemos de ser lo que somos porque les parece una amenaza? Hasta nuestro idioma les parece una ofensa y nos menosprecian por ello. ¿Cómo nos van a obligar a sentirnos españoles si España nos mira con recelo y nos maltrata?



Cuando hablo de España, no hablo de los españoles, no me entendáis mal. La mayor parte de los españoles son amistosos,que quede claro, pero hay otros españoles que hacen mucho ruido.



Esos pocos españoles heredaron la esencia de vencedora de la última guerra que creó la exclusividad de ser español, y el resto era desafecto. Lo eligieron todo: la bandera, el himno, la forma de Estado, las instituciones...y, por mucho que juren que aquella guerra pasó a la historia, sólo hace cuarenta y dos años que murió el representante de este sistema que lo dejó todo atado y bien atado y que goza de buena salud en el ejército, los tribunales, la iglesia y las altas jerarquías del Estado. Porque todo esto no se ha solucionado y el traje se ha quedado corto y estrecho porque España ha crecido.

Y algunos españoles, bien adoctrinados en esas escuelas producto de unas excelentes, para ellos, políticas educativas intencionadamente deficientes, se creen con derecho a exigir unidades de patria y españolidades a otros españoles que no se sienten cómodos con esos artificios.

Adoctrinando en el odio desde la tele (Alerta digital)

España es beligerante, cainita, envidiosa y rencorosa, y, encima pretende que la quieras aunque te maltrate. No me extraña que se desee el divorcio, la verdad.

2 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Ruido, ruido y más ruido y lo que nos queda.

Saludos

Robin dijo...

Echo de menos mayor activismo vasco en este momento. ¿Qué debe pasar?