Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

miércoles, 1 de febrero de 2017

Cazuelas yugoslavas

Ayer hablábamos de tirar las cazuelas viejas. Me da pena tirar las de acero inoxidable porque aún se ven bien y no influyen en el gusto de la comida. Recuerdo cuando tiré las cazuelas viejas de casa de mi padre porque cambié del gas a la vitrocerámica.

Me dio una pena enorme deshacerme de unas recias cazuelas sin tapa. Eran tres cazuelas pesadas, de asa del mismo metal que el cuerpo, con lo cual había que asirlas con trapos. Eran yugoslavas. En el fondo tenían estampado en blanco su impronta: "Eterna Special. Made in Yugoslavia", y las figuras de dos leones custodiando una cazuela en la que se dibuja una estrella.

Igualica que esta, de 18 cm de diámetro la tenía yo

Las cazuelas estaban en casa antes de que la Yugoslavia de Tito quedara desmembrada y moribunda por las guerras intestinas. Supongo que, como muchas otras cosas de aquella casa, llegaron a ella desde el puerto que se encontraba bajando la calle.

Así de simples, pero buenas, eran 

Vivir cerca del puerto y conocer el contrabando solía darse con frecuencia. Tabaco americano, botellas de vodka rusas, prismáticos japoneses...Una vez llegaron a casa unas botas de goma horrorosas, tipo katiuskas, pero con cordones. Estaban forradas por dentro y pesaban un quintal, pero frío, ni chispa. Me pasé los inviernos de la segunda etapa de la EGB calzada con ellos. Eran unas botas feas del número 40, justo de mi número.

Un vecino gallego, marino mercante, me regaló una vez dos monedas soviéticas. Aún existía la URSS. Creo que ni Gorbachov había llegado aún al Kremlin. Dos monedas, una de 1 kopec y otra de 5. Ese tesoro aún lo guardo en una hucha.

Yo sólo tenía 3. Una alta, de 18 cm y otro par bajitas y anchas

Pero hablaba de las cazuelas Eterna Special. Recias, básicas, pesadas, azules y sin tapa. Simples pero duras y pulcras. Me dio una lástima tirarlas. Aún no había wallapop.

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Digo yo que, tiempo pasado no fue mejor ni tampoco peor, entre aquella Rusia y aquella Yugoslavia han pasado muchas cosas, no precisamente buenas, de momento los ciudadanos vamos perdiendo.

Saludos