No le gustaba que lo engañaran. Quería cosas auténticas. No se compró un coche alemán, con fama de alemán, porque lo hacían en Pamplona. No comía espárragos ni pimientos de envasadoras navarras, porque los traían de China o Perú. Pero ni coles de Bruselas, porque no eran belgas, ni ensaladilla rusa, por la misma razón. Nada era auténtico, nada. El torbellino de la globalización trastocaba los orígenes. Si hasta había encontrado vino, vendido por una bodega riojana, cuya producción venía de Argentina.
Nada garantizaba su autenticidad. Nada, aunque lo jurara la caja. No había más que leer la letra pequeña.
Artesanía española...Made in China
Decepción tras decepción pensaba: "Ya verás los chinos, los mayores productores y consumidores de cerdo del planeta, nos venden jamón ibérico de Sichuán a la de ya. Y ellos comprarán el auténtico, y si no, al tiempo."
Marco
-
Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
4 comentarios:
Ah! a donde fueron aquellos sabores auténticos? adonde el gusano de la manzana. Ya lo decía el bodeguero de mi barrio: "desde que inventaron la maquina de cortar jamón y el bidé, el jamón no sabe a jamón, ni nada sabe a nada."
Si es que lo queremos todo: comer alcachofas durante todo el año, que sean baratas, que las tenga el frutero de la esquina y que sepan ricas. Pues algo fallará, está claro.
¿Y eso es malo?, lo que me preocupa es el mal reparto y que se venda a precio de oro en tanto que al productor se le paga un precio de hojalata. En cuanto a los sabores, hay que dejarse de prejuicios, ni lo de aquí es tan bueno ni lo de allí es tan malo.
Un abrazo.
No está pasando ya con las naranjas chinas teniendo aquí las de valencia?
LA verdad es que, una intenta ser coherente con el comercio de proximidad pero es taaaaaan complicado...
Publicar un comentario