La prensa local y la internacional está revolucionada. El otro día se despidió Obama como presidente, después de ocho años en que le regalaron un Nobel de la paz a la vez que él autorizaba que bombardearan Yemen, Pakistán y Somalia. Reforzaba tropas en Afganistán, no las retiraba de Irak y acabó metiéndose en Libia, Siria y Ucrania, vendiendo material bélico a los "rebeldes".
Obama, que no ha tenido año sin jugar a su Risk, colocando estratégicamente a sus soldaditos en las zonas donde controlar los recursos naturales, porque, a la postre, ese es el objetivo de tanta guerra, la pasta (La gloria para los caídos y muertos de asco), ha quedado como un santo. Sus hagiógrafos lo despiden con honores y con rimbombantes escenas llenas de emoción que usted puede ver en su pantalla amiga, patrocinado por Kleenex.
San Martín de Porres, jaaajaja
Por el contrario, el nuevo presidente, Trump, denostador y denostado, es Satán y todos lo odian, pero ahí está, en la Casa Blanca. Los medios de todo el mundo destacan cachitos de su discurso destacando su maldad, su racismo, sus ganas de hacer de contratista de obras y su nacionalismo. Antes de empezar, sin concederle el beneficio de la duda, ya nos lo presentan como la personificación del mal.
Lo puto peor
Puede que sea un cenutrio con pasta aupado a la presidencia por poderes en la sombra, pero, los medios ya nos están haciendo decantarnos por ponernos a su contra, diciéndonos que los rusos hackearon los correos de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, la que se reía cuando le comunicaron la muerte de Gadafi, la que enviaba muerte a Yemen, Somalia, Libia o Siria con el beneplácito de San Obama.
Netflix es la bruja Lola
Y si los medios nos venden bondades y maldades de fuera, por aquí andamos igual. En mi ciudad alguien muy interesado, sin mirar el resto de candidaturas para el premio de la festividad de la ciudad, va y presenta a una afamada periodista del grupo (P)risa y nos venden que el premio ya es un hecho consumado. Hay polémica, claro, porque esta profesional no tiene vínculos directos con la ciudad y no ha hecho nada por esta. Llega el pleno extraordinario que otorga el premio, después de vender la piel del oso, y resulta que no es elegida. De hecho, el premio queda desierto. Nos habían vendido tan bien la victoria que la cara de chasco es palpable, y mis risas, no te cuento. Después de toda una vida en que Telecirco y el grupo Risa han estado vendiéndonos que todo es ETA, incluida San Sebastián, ¿Van a darle un premio a quien no paraba de vocearlo por la tele?
Qué asco de interesados, de medios y de medios interesados. Nos adoctrinan como a peleles y encima les reímos las gracias y nos creemos sus argumentos envenenados.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 1 semana
1 comentario:
Precisamente por eso último que dices, y por que han sido demasiadas veces las que me han engañado que he dejado de creer en todos los medios de comunicación, en todos hay intereses de cualquier tipo, en los más económicos, en otros ideológicos que tampoco son pocos, ¿donde están los medios independientes y desvinculados de la pasta", ¡¡que malo es tener que vivir de la publicidad.
Saludos
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