Días intermitentes. Uno laborable, otro festivo; uno bajo cero, otro con temperatura suave. Con esta climatología "ahora, sí, ahora, no" no me extraña que acabemos afectados en nuestra cordura.
Aún todavía, cuando luce el sol mortecino de diciembre, la chumbera del camino luce con todo su esplendor y sus higos colorados.
Nadie viene con un par de guantes y un cuchillo a por la fruta.
Shogun: lealtad japonesa
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Esta semana viajamos en el espacio y el tiempo hasta llegar al Japón de la
época pre-Edo, a través de la serie Shogun, producto de FX que llega a la
mayo...
Hace 1 día
1 comentario:
A mi me encantan los coloraos aunque ya tenemos que esperar al próximo año para volverlos a catar.
Saludos
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