Tengo un bló

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Tmeo, la mejor revista de humor

martes, 20 de diciembre de 2016

El mundo se va a la mierda

El mundo se va a la mierda, porque lo llevamos a ella sin remisión. Hay un plan interesado en que nos zurremos los pobres de la tierra, enfrentados unos a otros, y para eso, nos adoctrinan en la maldad absoluta del otro hacia nosotros. ¿De qué armas se valen para que lo creamos? De los atentados. Otro camión que atropella peatones en un mercado prenavideño en Berlín, como otro arrollara por el paseo marítimo de Marsella un 14 de julio, día de Francia. ¿Por qué? Para soliviantar a los ciudadanos, y estos, en su rabia, sin pasar por el cerebro, clamen venganza. El dolor lleva a la ira.

Propaganda agresiva de guerra. ¡En nuestra casa y en navidad!(Apoya a la guerra de una vez)

Por otro lado, tenemos el atentado inconcebible de un policía turco que ejecuta, vaciando el cargador de su pistola, al embajador ruso en Ankara mientras menta a Alepo. ¿Por qué? Porque así, quizá el oso ruso jure venganza y aceleremos la tercera guerra mundial, si es que no estamos en ella ya. 

Un atentado contra el embajador ruso porque Rusia es la "culpable" de que los rebeldes financiados por occidente no vayan ganando la guerra y se hayan quedado sin Alepo. No atenta contra los kurdos que, por lo visto, son los que ponen bombas en Turquía. No, el policía habla de Alepo, no de los atentados kurdos. Es como si su propio país le importara una mierda. Cuando menos, extraño.

Alepo es la excusa, sobre Alepo nos llegan terribles noticias que no tienen por qué ser verdad, pero lo tienen que parecer. Nadie publicará entrevistas realizadas a Al Assad, porque hay que deshumanizarlo y demonizarlo. El enemigo tiene que ser una persona y debe ser desprovista de su humanidad. Así se consigue focalizar el odio. Eso es el truco más viejo para fomentar el odio pre-conflagración-bélica.


Las acciones "terroristas" son más bien de propaganda, fomentan el odio y legitiman la guerra. Quienes las usan saben bien para qué las orientan y no, no me refiero a los suicidas alienados a los que les han lavado el cerebro contándoles que estarán en el paraíso con 72 vírgenes a punto de dejar de serlo. Esos son unos crédulos desgraciados que no son más que una herramienta de los instigadores que, como siempre, no les importa el número de muertos, al contrario, diezmar a la población les parece buena idea, porque su fin es lucrarse sin arriesgar su vida escondidos en un lugar seguro, viendo la guerra por la tele.

El mundo se va a la mierda.

1 comentario:

Emilio Manuel dijo...

Desde que mueren más niños/as, mujeres y viejos en las guerras, cuando los hospitales son primera linea de ataque o, como ayer o hace unos meses, unos kamikases se lanzan contra gente inocente y totalmente desprevenido, no diría que el mundo se va a la mierda, solo que nos estamos volviendo locos y si ese es el camino, no vas muy descaminada.

Saludos