Por fin pasó el 12 de octubre. Algunos lo celebran y algunos, no. Cada uno tiene sus razones. Hay quien se las da de "enterao" y te cuenta que eso de "genocidio" es exagerado porque los blancos al servicio de la corona que iban a las indias occidentales no tenían intención de asesinar impunemente. Quizá no. No fueron a montar campos de exterminio, vale, pero llegaron a una tierra habitada, o sea que ya estaba descubierta por sus habitantes, y se la robaron, y encima les pusieron a currar, y entre esto y que nadie respetaba las cuarentenas de "víruses", los nativos palmaban. Y puede que no enviaran a los caribes a la cámara de gas, pero palmaron todos, y para reemplazar la mano de obra esclava, se dedicaron a secuestrar africanos en masa y encadenarlos a la tierra del cacao y el maíz. No, no es genocidio, pero amor al prójimo de ese que tanto predicaban los cristianizadores que allí llegaban, tampoco, que del quinto mandamiento (No matarás, por cierto) nadie hacía ni puto caso.
Pero no es este hecho de la explotación americana, ni de la apropiación de una fiesta para ensalzar valores con los que no todo el mundo está de acuerdo. La cosa va porque a los de la Brunete mediática, siempre tan propensos a crear "enemigos de la patria" y a jalear a gente que no piensa demasiado, crean la polémica de un comentario de facebook que ha escrito Willy Toledo sobre una fiesta manipulada.
Y la Brunete frotándose los genitales de orgusho y satisfacción
Qué más quiere la Brunete mediática y la legión carcundia que hacer fuego sobre este personaje odiado por la derecha más rancia ya que se atreve a decir cosas que pocos hacen.
Y entonces otro chulo de arrabal como es Frank Cuesta decide entrar al trapo que le brinda la carcundia, y contesta dándolo todo, y de paso, mezclando cabañas bovinas que da gusto. Contesta con su "orgusho" herido y a la brava, quizá porque se cree alguien....que no controla demasiado de historia, precisamente. Habla de los reyes godos, aunque no pase la lista, de esos reyes que mentían descaradamente con eso del "domuit vascones", porque será que los vascones de aquella época eran tan poco españoles como aquellos godos venidos del bárbaro norte de Europa, y es que España aún no existía. De hecho, el primer rey de España así llamado, era italiano, se llamaba Amadeo I y fue rey de 1870 a 1873 -antesdeayer- largándose a los tres años porque sus súbditos no lo querían. Frank de la jungla arremete contra Toledo sin reflexionar demasiado en que lo que se ensalza en esta parada militar es una visión de España calcada de una dictadura.
Las dos reinas de la reunión. A sacar tajada de esto.
Y el vecino tailandés habla de nuestra "democracia" con presos políticos y con leyes mordaza y con medios que jalean sus comentarios poco meditados y menos informados, ya que se empeña en radicar en España al actor, que vive en Cuba. Y no hace sino hablar de jefaturas del Estado que devienen de dictaduras militares que crean mitologías de "razas" y vírgenes bélicas contra "el francés napoleónico" Todo muy viril y pendenciero que, lejos de parecer digno de orgullo, debería ser rechazable por bárbaro e incivilizado. Habla de insultos y él insulta inteligencias.
Gañán de la jungla a mal actor
Los españolitos cegados de odio por una chorrada que ni les va ni les viene, en el fondo, como siempre, sin profundizar, discuten mentándose la madre por las redes sociales y deponiendo sus sobrantes alimenticios, porque no ven más allá mientras los bruneteros ríen y brindan españolísimos con su dinero en las británicas antillas mientras los españoles, que no se enteran, se centran en polémicas absurdas que, en el fondo, no les importan un carajo.
Marco
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Aitor Arregi y Jon Garaño me parecen dos buenos directores, tanto cuando
trabajan juntos como por separado. La única película suya que no me gustó
fue Han...
Hace 2 semanas
1 comentario:
Dice el refrán "que hablen aunque sea mal"; mientras nos vamos a lo aleatorio, lo fundamental queda y la fiesta seguirá estando ahí, con estos debates bufos no se genera un debate serio y riguroso para cambiar de fecha o modificarla y conseguir una fiesta en la que quepan todos los ciudadanos, pero me temo que el cainismo en el que hemos caído lo hace imposible.
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